LA FANTA FUE CREADA EN LA
ALEMANIA NAZI
El
problema comenzó en diciembre de 1941, cuando los EE.UU entraron en la Segunda
Guerra Mundial y las relaciones entre Coca-Cola GmbH y la empresa madre se
perdieron. Los empresarios alemanes dueños de las embotelladoras se encontraron
con la imposibilidad de seguir fabricando la bebida. Entonces, Max Keith, el
jefe de la Coca-Cola Deutschland en Alemania nazi, creó el producto utilizando
sólo ingredientes disponibles, incluyendo suero de leche y orujo de manzana
(las “sobras de las sobras que nadie quería”).
La
planta alemana fue efectivamente aislada de la sede de Coca-Cola durante la
guerra. Después de la guerra, la compañía recuperó el control de la planta, la
fórmula y las marcas, así como la planta de Fanta construida durante la guerra.
El
nuevo refresco fue un éxito rotundo y en 1943 se vendieron tres millones de
botellas, sólo dos millones menos que de Coca Cola en años anteriores. Sin
embargo, las cifras podían estar algo falseadas, pues la población compraba
Fanta para endulzar el té o las infusiones debido a que el racionamiento de
azúcar era extremo entre los alemanes. En cualquier caso, había nacido una
nueva bebida, y lo había hecho bajo el régimen nazi.
Fanta
se suspendió cuando la empresa matriz se reunió con la rama alemana. Tras el
lanzamiento de varias bebidas por la
Pepsi en la década de 1950, Coca-Cola ocupó y relanzó la marca Fanta en
1955.