Para gente muy especial
Es uno de los lugares
donde nunca hubiese imaginado llegar. Primero, y la razón fundamental, es que
no soy adicto a los deportes extremos como la escalada, el heliesquí,
avistamiento de aves o cabalgar por escalabrados terrenos durmiendo en una
carpa. Por otra parte, poco me gusta el silencio eterno, ese que se llega a
sentir y que me provoca un poco de ansiedad.
Aun así, hay cientos
de miles de personas que están hechas para vivir estas situaciones. Por ello y
para ellos, la familia Oyanedel Frugone adaptó un fundo que poseen en el Cajón
del Maipo, cerca de San Gabriel, transformando la casona familiar en un lodge
de alto vuelo para turistas más que exigentes, esos que llegan a esquiar nieves
vírgenes y otros que buscan la soledad para satisfacer su alma.
Llegué a mediodía del
viernes pasado a este lodge – aventura. Algunas gotas caían lo que presagiaba
una tormenta cordillerana de esas potentes. Un amplio living con su chimenea
encendida me dio una grata bienvenida, al tiempo que chequeaban las
habitaciones. Estas, apartadas algunos metros de la casona principal,
sencillamente enormes y adorables. Para leer o pensar, me dije, ya que a las
tremendas camas y pulcros baños, las habitaciones no disponen de TV ni radio.
Tampoco teléfono ni señal wi fi. O sea, o bajas tu velocidad… o te la bajan.
Buena gastronomía a
cargo del chef Osvaldo Mella. A los aperitivos de rigor y acompañados de vinos
o jugos elaborados en casa, una serie de platillos van y vienen de la mano de
jóvenes garzonas. Sin aparentar orígenes, su comida se basa en la necesidad de
los turistas que llegan de países inimaginables: cebiches de cojinova, salmón,
plateadas, corderos al palo (preparados según la ocasión) y el infaltable uso
de la quínoa, como un aporte chileno a una gastronomía que se globaliza y que
según el chef “les encanta” a los turistas.
Una cabaña para
masajes (que en verano los hacen bajo los nogales), piscina hidromasajes,
piscina al aire libre y decenas de detalles van dando sentido al lugar. El
fundo, de 80 mil hectáreas, está destinado al cultivo de nueces (sus partes
planas) y están experimentando con media hectárea de viñedos. Aparte, allí se
elaboran todos los productos de pastelería que luego se venden con la marca “El
Ingenio” en locales propios en la capital, negocio que lleva la firma de
Magdalena Frugone, quien también está detrás de todos los avatares que
significa tener un lodge “tan lejos, pero a la vez tan cerca” de Santiago.
Acá no es necesario
avisar, pero el asunto es para adultos. Los niños, esta vez deberán esperar. No
es habitual la estadía de una noche en el lugar. Tienen planes que si bien se
adaptan al huésped, deben ser reservados con anticipación. Además, El Ingenio
es para un target bastante especial.
Abajo, a un costado del rio Maipo, un plus algo más público. Junto a un salón para conferencias, construyeron un restaurante, el “Canto del Agua”, lugar que ya reservan para empresas y matrimonios. El lugar es realmente lindo y mejor que muchos centros de eventos de la capital. Claro está que ambos lugares funcionan en forma totalmente independiente.
Si el lector ama el
deporte extremo o les gusta esto de las excursiones a lomo de caballo, o
simplemente desea paz, tranquilidad y soledad; en El Ingenio están preparados
para recibirlo. (Juantonio Eymin)
LODGE ANDINO EL INGENIO
Cajón del Maipo, ChileTel.: (56-2) 2861 3176 / (56-2)2220 4824
Cel.: (56-9) 9863 0522
Email: info@lodgeandino.com