LA LEY SECA
La ley seca, entendida como
la prohibición de vender bebidas alcohólicas,
estuvo vigente en los Estados
Unidos entre el 16 de enero de 1920 y el 6 de diciembre de 1933
Fue
un día de invierno en el hemisferio norte cuando comenzó la historia de las
prohibiciones. Un 19 de febrero de 1881, en el estado de Kansas, en los Estados
Unidos, la ley de prohibición al alcohol entró en vigor. Los votantes la habían
aprobado el año anterior por una amplia diferencia, suceso que no era extraño
considerando que Kansas era el estado que tenía mayor concentración de
partidarios del Temperance Movement en los Estados Unidos.
Años
después, la noche del 17 de enero de 1920, la Ley de Prohibición Nacional o Ley
Volstead, por Andrew Volstead , el principal supervisor de su aprobación,
entraba en vigor. Según la Enmienda 18, a partir de ese momento la importación,
exportación, fraccionamiento, trasporte, venta o elaboración de toda bebida
alcohólica, era considerada como un delito mayor.
Lo
que antes era un buen negocio, se convirtió rápidamente en el coloso de la
mafia que tanto rememoran las películas hollywoodenses. Para 1925 había 100.000
bares secretos en las principales ciudades, 10.000 de ellos en Nueva York. La
fabricación de bebidas, como el Gin de la Bañera, una mezcla de alcoholes de
grado barato y saborizantes como bayas de enebro, reposados por días en las
tinas de baño, se convirtió en un hecho común.
El
bob cut, las faldas a la rodilla y los flequillos, el jazz; íconos como Clara
Bow o F. Scott Fitzgerald, acompañaron cercanamente a quienes, de alguna u otra
forma, marcaron la pauta para el estereotipo de delincuente norteamericano. Los
años 20, con toda su innovadora estética, dejaron una marca indeleble en la
ficción americana que hasta la fecha sigue floreciendo como uno de los temas
predilectos de la pantalla grande y de la pantalla chica.
Fue
en el mismo año en el que comenzó la prohibición, que Al Capone llegó a la
mítica ciudad de Chicago, lo había enviado su jefe, Frankie Yale –al lado de su
mentor Johnny Torrio — a trabajar para James “Big Jimy” Motola Danon, el padre
del vicio en los años 20.
No
pasó mucho tiempo antes de que Motola Danon terminara asesinado, y de que
Torrio –con su fiel secuaz, Capone–subiera al poder, encargándose del negocio
de las casas de apuestas, la prostitución y, por supuesto, el tráfico ilegal de
alcohol. Capone cosechó su fama dirigiendo el negocio luego de que Torrio se
retirara y le heredara su plaza. Aliado de la mafia, rey de la mafia, Capone
dominó el crimen en la ciudad, derrotando a todas las bandas que de alguna
forma significaban alguna competencia. El Rey del Hampa, es decir, Capone, creó
el Sindicato del Crimen, a lado de sus perros fieles, Frank Nitti, Campagna,
Guido Cicerone, Guzk y Fischetti. Para 1926 transformó el negocio del alcohol
en la red criminal más abundante de la época. Cuenta la leyenda que ocho años
después de que comenzara la Ley Seca, Capone ya poseía una fortuna de cien
millones de dólares.
Como
muchos otros maestros de la mafia, Al Capone, no fue nunca juzgado por el
tráfico de alcohol, sino por evadir impuestos y fue condenado a 11 años de
prisión el 17 de octubre de 1931, justo antes de que viera su imperio
desmoronarse ante la legalidad de su negocio.
Lo
cierto es que los americanos de los años 20, eran –y siguen siendo—una sociedad
consumidora que, de alguna manera, protegió al negocio de bebidas embriagantes
y gestó, en el marco oscuro de esa ilegalidad, muchos de los íconos que
internacionalmente reconocemos como las bases de la cultura norteamericana moderna:
la moda, el cine, el jazz, el jazz, el jazz.
Para
1933 la oposición pública a la prohibición aplastó al Congreso y ese mismo año
el Acta de Cullen-Harrison, legalizó la cerveza, pero eso no fue suficiente.
Meses después, el 5 de diciembre de aquél año, la Vigesimoprimera Enmienda
restauró el control del alcohol entregándole la responsabilidad a los estados,
para luego abrirle paso a la Administración Federal del Alcohol que en 1935
tomó las riendas del “negocio”.
¿Quién
dijo que la historia es aburrida?