SENSO
Una apuesta mediterránea
Tuve que abrir y cerrar los ojos dos
veces, ya que no creía lo que estaba viendo. Había recién entrado al Senso, el restaurante
central del Grand Hyatt de Santiago, y veo a Marc Lorenz, el gerente general
del hotel, entregándole la carta de platos a una mesa donde había tres
clientes. Nada extraño, concluí luego, ya que Marc estuvo en la posición de
director de alimentos y bebidas hace unos años en este mismo hotel, así que el
bichito del servicio lo tiene en la sangre.

Pero, aparte de esta anécdota, la
verdadera razón de mi visita fue conocer la nueva carta del Senso, ahora a
cargo de Felipe Moraga, un veterano del Hyatt, ya que ha estado vigente durante
catorce años en el Anakena, donde impuso una carta con matices criollos, aparte
del menú thai del mismo lugar. Luego trasladaron a Moraga al Senso, el ícono
del hotel, con la finalidad de crearle una personalidad, una que
desgraciadamente con el sucesivo cambio de chefs, nunca lograron darle un sello
definitivo. En un inicio el lugar fue el Crostini, bajo las órdenes del chef
Ennio Carota y varios chefs europeos. Luego llegó el Senso con Roberto Ilary a
la cabeza, y también los sucesivos cambios de chefs, entre ellos Mario
Zechender y Pamela Fidalgo, fueron minando la credibilidad de un restaurante
que siempre estuvo fuera del circuito gastronómico de la capital (algo que a algunos
gerentes poco les interesaba).
La nueva carta que fui a conocer es la
segunda que elabora Felipe Moraga y en ella se nota la solidez de una propuesta
mediterránea, mezclada con productos de primera calidad.
Simple y fresca es la nueva apuesta
culinaria de Moraga. Los buenos sabores, olores y texturas de los platos de la
nueva carta de verano de este restaurante mediterráneo, ubicado a un costado
del lobby de Grand Hyatt Santiago, son el resultado de lo mejor de dos mundos:
los nobles alimentos e ingredientes chilenos y las recetas originales del
mediterráneo, que hacen un contrapunto perfecto con la carta de vinos escogida
por el sommelier Sebastián Riquelme, con etiquetas que abarcan todas las zonas
vinícolas del país y que recientemente fue premiada por la revista Wine
Spectator, por la creatividad de la oferta vinícola.
Fresca y sabrosa centolla (14.500) con
alioli de perejil y ajos chilotes, para dar inicio a una larga degustación que
es imposible abarcar en su totalidad. Sin embargo, y para entusiasmar al
comensal, no se pierda los “Caramelle” de locos con crema de cognac y setas
mixtas (14.000) o deléitese con un perfecto Risotto de champiñones trufados
(12.000). Como fondo, si no gusta de las pastas & risottos, vaya por el
Salmón marinado con ensalada tibia de alcachofas y tomates asados con pesto de
albahaca (12.000) y si desea darse el gusto de su vida, no pestañee y pida Lomo
liso de wagyu (21.000) con ensalada de porotos verdes, cilantro y setas
rostizadas.
Para
coronar la fiesta están los postres como la Torta de chocolate y avellanas con
helado y salsa de vainilla; el Merenge y frambuesa con granita de naranja y
salsa de limón, o la Crema de tres quesos acompañada de compota.
Sin considerar el valor de los platos,
que verdaderamente son de nivel ad-hoc a la infraestructura del lugar, la
propuesta del chef es convincente y sólida. Colabora en eso muy estrechamente
la labor del sommelier, la brigada de servicio y el diseño y la decoración del
lugar. Si los ejecutivos del hotel dejan trabajar tranquilo a Felipe Moraga, es
posible que al fin el Senso tenga una identidad propia. Un hotel de esta
categoría, necesita que su comedor principal tenga personalidad. Una que los
sucesivos cambios de chefs, no ha permitido lograrlo.
Una vez más, el Senso promete. (Juantonio
Eymin)
Senso, Hotel Grand Hyatt Santiago, Av. Kennedy 4601, Las Condes,
fono 2950 3145