ONE
Como antes, más que antes…
Gabriel Délano lleva décadas metido en esto de
la gastronomía. Con más éxitos que fracasos, todos sus restaurantes han sido
referentes de innovación durante estos años. Conocidos por todos, no olvidamos
los Hereford Grill, El Club, el Prego, el Isla Negra, los Pub Licity, La Tabla
y otros. Este año instaló, donde estaba la pizzería Peccatore de BordeRío y como
si fuese el remake de una película vintage, el ONE, donde aplicó una técnica
diferente para atraer público: precios bajos, consumo libre de vino, cerveza o
gaseosas, y platos de antaño, de esos que de vez en cuando se buscan y que
nunca se encuentran.

El concepto es básico, elemental, pero no deja
de ser entretenido. Al llegar, ágiles mozos le ofrecerán un aperitivo, que
puede ser Pisco o mango sour, espumante, vino, cerveza o bebida. Mientras llega
un tibio pan con diferentes salsas a la mesa, un vistazo a una carta que tiene
platos de origen chileno, español, francés, peruano, mexicano, japonés e
italiano. Allí uno descubre ensaladas como el pil pil de champiñones o pollo;
la clásica sopa de cebollas, o el jamón de pierna, cuya receta hizo famoso a
Guillermo Acuña, otro empresario de la década de los ochenta. Mi sopa de
cebollas, preparada por Guillermo Toro, actual socio del local y el chef de
siempre de los negocios de los Délano, si bien no estaba superlativa, llegó en
su punto exacto de temperatura y cocción. Para beber, vino de la casa (en este
caso Viña Carmen), que en prácticos jarritos, se llevan a la mesa ya sea blanco
o tinto. O ambos, si se prefiere.
En los fondos se logra recrear aún más este
reciclaje de platos de antes: fricasé de criadillas, boeuf bourguignon, pollo
al coñac, ñoquis y lasaña boloñesa, plateada al horno (según la receta del Colo
Colo de Romeral) y un fino congrio frito a lo pobre, de fritura perfecta, cuyo
acompañamiento, las papas fritas, se quedaron en el camino…
Ideal para grupos y familias ya que la comida
(y bebida) tiene precio fijo: $13.990 en días normales y $ 16.490 las cenas de
jueves a domingo (ambos turnos). ¿Postre y café? Obvio, incluido dentro de una
selección que no deja de sorprender, incluso con las famosas ponderaciones y el
infalible tiramisú.
Que no lo engañe el precio. Lo primero que se
tiende es buscarle la quinta pata al gato y tratar de encontrar el secreto de
la quimera. Acá se trata de volumen y de un chef que lleva años en el oficio y
que le saca partido a la materia prima. El local es agradable, luminoso y
decorado de acuerdo al target de público que atienden.
¿Volvería? Creo que sí. Y eso es suficiente
para garantizarle una buena experiencia, aunque, a ciencia cierta, me faltó en
la carta la palta reina, uno de nuestros grandes clásicos. (Juantonio Eymin)
ONE Concept Restaurant, BordeRío, San Josemaría Escrivá de
Balaguer 6400, local 10, Vitacura, fono 2219 0325