martes, 10 de septiembre de 2019

LOBBY MAG

                               
 
LOBBY MAG
Año XXXI, 12 al 18 de septiembre, 2019 
Solo la verdad, toda la verdad, nada más que la verdad.
LA LISTA DE LA SEMANA: La Guía 100. Los Top 10 de Carlos Reyes
MIS APUNTES: Tiqui Tiqui Ti
EL REGRESO DE DON EXE: El lobo feroz del siglo XXI

LA LISTA DE LA SEMANA


 
LA GUIA 100
Los Top 10 de Carlos Reyes

 
Visitar un restaurante no solo es comer. Hay toda una infraestructura puesta al servicio del cliente y a eso se le llama valor agregado. Un mozo que nos atiende, la vajilla y cristalería, frío o calor (de acuerdo a la época), infraestructura y diseño. Por eso, los detalles se vuelven muy importantes a la hora de escoger un comedor adecuado para las necesidades del cliente.

Pero el cronista gastronómico Carlos Reyes, de dilatada y larga carrera en esto de la cocina y la comida, decidió incentivar a los restaurantes “vanguardistas” y destacarlos como los Top 10 de este año en la Guía 100, un compendio de restaurantes que anualmente entrega La Cav a sus suscriptores. Según él, para poner en relieve a los creadores, a los más arriesgados, ambiciosos y leales, lo que a la larga dinamizan el medio.

Los 10 de La Guía 100 y sus chefs

1. De Patio / Benjamín Nast
2. Boragó / Rodolfo Guzmán
3. La Calma / Gabriel Layera

4. Naoki / Marcos Baeza
5. 040 Restaurante / Sergio Barroso
6. La Salvación / Rolando Ortega

7. 99 Restaurante / Kurt Schmidt
8. Osaka / Ciro Watanabe
9. Ambrosia Bistró / Carolina Bazán
10. Fuegos de Apalta / Francis Mallmann

MIS APUNTES


 
TIQUI TIQUI TI
¡Ayúdeme usted compadre a gritar un Viva Chile!

Y llegaron las fiestas. Esta semana todo será fiesta y jolgorio. Y para que se ponga “al aguaite” y no deje las cosas para última hora, le escribimos con anticipación.

Vamos por partes: pareciera que en estas fechas el asado familiar es mejor que cualquier parrilla. muchos restaurantes cierran sus puertas ya que no les conviene abrir durante las fiestas. Es posible que los chinos sean los únicos que estoicamente esperen clientes. Mal que mal, la comida china se está transformando poco a poco en una especialidad que les gusta a los chilenos. pero la comida italiana, la española y muchas otras, no tienen cabida alguna en estas celebraciones. ¿Será el 18 un buen día para comerse una paella? definitivamente no. Y el 18 es transversal. De capitán a paje mandan las empanadas y los asados. ¿El resto?: 360 días del año.

Tampoco (y que me perdonen algunos restaurantes) estos días son para visitarlos. Se salvan eso si uno que otro que hacen en sus negocios unas auténticas fondas o ramadas. Como es imposible nombrar a todos los restaurantes de comida chilena que abrirán en estas fiestas, preferimos darle algunos tips necesarios para salir lo menos dañado posible de estos largos días de jarana que se avecinan. Y si lo invitan a un asado, este decálogo le servirá:

 

UNO: TÓMELO CON CALMA
Son varios días. Si esta en Chile y no en Punta Cana, Varadero, Buenos Aires o Jamaica, tenga en cuenta que las fiestas durarán cinco días. Parta de una premisa: la comida es rica, pero la acidez es espantosa. Ingénieselas con algún antiácido para amortiguar el efecto de la cebolla presente en las empanadas (el que no come empanadas para estas fiestas es un paria), en las longanizas y en las ensaladas que acompañan la carne. Si parte mal el día 17, será difícil recomponerse para el resto del feriado.

DOS: NO MEZCLE ALCOHOLES
Vino, pisco sour, piscola, vodka tónica, chicha cocida y de la otra, araucano, cerveza, whisky y terremotos no son la combinación perfecta. Esa mezcla hace realmente mal. Concéntrese en el vino y un destilado. Nada más. No vaya a ser cosa que el primer día de las fiestas quede tan destruido que no podrá festejar el resto.

TRES: NO MANEJE
Y no se haga el chorito. Muchos de ellos aparecen al día siguiente en EMOL. Si sabe que el almuerzo o la cena serán de antología, ocupe las aplicaciones como Uber o Cabify. Para eso están. No crea que sus amigos no han bebido. No se arriesgue.

 
CUATRO: NO SE PONGA A DAR CONSEJOS
El asado es del dueño de casa. Si él quiere echarle sal antes de cocinar la pieza de carne, déjelo. No se crea el mejor asador de Chile a no ser que le pidan ayuda. A lo más diga que la carne le gusta casi cruda o bien cocida. Nada más. Come y calla se llama la historia de este dieciocho.

 
CINCO: OJO CON LOS CHORIPANES
Nunca diga que las longanizas que usted “se consigue” en Chillan son las mejores del mundo. Aparte de caerle pésimo a los dueños de casa, las probabilidades de ser invitado para el próximo 18 serán casi nulas. Tampoco es necesario que usted alabe la botella de vino que llevó para la ocasión. Por muy buena que sea, los dueños de casa son los que mandan y deciden qué vino beber.

 
SEIS: DEJE DE LADO EL KETCHUP
Esta fiesta es chilena y no gringa. Deje ese aderezo para su próxima visita a los fast food gringos. Esta vez métale pebre cuchareado.

 
SIETE: NO SE HAGA EL BONITO CON LAS INVITADAS
Si después de dos piscolas cualquier cosa que se arrastre es un incentivo a su morbo, le aconsejamos que no lo exprese con las invitadas al asado. Tampoco es bien visto que detenga su mirada en las pechugas de las visitas. Usted fue invitado a un asado, no a un café con piernas.

OCHO: NO SE PONGA TECNOLÓGICO
Si acaba de comprarse un celular de última generación, no lo ponga arriba de la mesa. Tenga claro que en estas fechas nadie llama a nadie, así que guarde su juguetito para otra ocasión.

NUEVE: NO SE APERNE
Si ve que los dueños de casa se ponen a bostezar, hay dos probabilidades: o usted es una lata o ya es muy tarde. Retírese lo antes posible.

DIEZ: LA RECETA
Disponga en su velador dos paracetamoles. Cuando llegue a su casa, sea en el estado que sea, tómese las pastillas con AGUA. Santo remedio. Dormirá como un bebé y al día siguiente podrá recorrer este decálogo por segunda vez. (JAE)

DON EXE


 
EL LOBO FEROZ DEL SIGLO XXI

El Lobo Feroz fue el hazmerreír de los cuentos infantiles de nuestra niñez. Sus dos fracasos más importantes fueron ante dos clanes familiares: el formado por la Abuelita y Caperucita y el de los tres Chanchitos.

 
Pero un buen día pensó que su estrategia vital estaba equivocada y recordó la frase “si no puedes con ellos, únete”, optó por cambiar el argumento de todos los cuentos infantiles ya que estaba cansado de ser un perdedor.

Tuvo una mesa de trabajo con la Abuelita y Caperucita y les propuso ser socios y montar una cadena de pastelerías aprovechando las exquisitas recetas de la abuelita y el desparpajo de Caperucita para hablar con extraños.

También se reunió con los tres Chanchitos, más bien con el listo porque los otros dos no daban mucho jugo, y pactó con el chanchito la incorporación de su empresa constructora al holding que el señor Lobo Feroz estaba creando.

Esta empresa tenía dos divisiones, una la llevaba personalmente, digo animalmente, el propio chanchito astuto, que se dedicaba a la construcción de viviendas sólidas, y otra división, donde tenía reclutados a sus dos hermanos torpes, se dedicaban a la arquitectura efímera, donde fabricaban stands para todo tipo de ferias y en eso eran verdaderos especialistas (una especie de casas Copeva).

Para todo esto necesitaba dinero, para lo cual pensó en ponerse en contacto con el pato Donald y que éste le preparase una entrevista con Rico McPato para hablarle de sus proyectos y conseguir que fuese su socio capitalista.

Pato Donald también le presentó a su amigo Ratón Mickey. Ambos le contaron algunos proyectos empresariales que tenían, pero el señor Lobo Feroz no quiso tener unos socios a los que vio demasiado inocentes para el mundo actual de los negocios.

Eso sí que no dudó ponerse en contacto con Aladino, que tenía experiencia en alfombras voladoras y en cumplir deseos, ideal para proponerle hacerse cargo de los negocios de agencias de viaje y la compañía aérea del holding.

Aladino le presento a su polola Jazmín, quien lo puso en contacto con las demás princesas y a todas les propuso crear una cadena de boutiques de ropa bajo la franquicia que se llamaría Zarpa.

Cuando tuvieron noticias del holding que estaba armando el Lobo, las madrastras de la Cenicienta y Blancanieves, con lo envidiosas que eran de sus hijastras, fueron a verlo para ver si había algo para ellas, pero el señor Lobo Feroz tenía mucho mundo recorrido y enseguida se dio cuenta de que eran mala gente y no le convenían como socias.

El Conejo de la Suete y el Pato Lucas también quisieron hacer negocios con él, pero los caló en seguida y vio que uno era un “listo” y el otro un estafador.

Entonces pensó que su holding debería tener una empresa de seguridad y decidió contratar al leñador del cuento de Caperucita: sabía de su profesionalismo ya que lo había experimentado en otras épocas en sus propias carnes.

Pero en toda esta actividad no podía estar solo, necesitaba guardaespaldas, y para ello tenía dos animales de confianza, que habían tenido vidas paralelas a la suya, no eran otros que el Coyote y Silvestre que ya se habían cansado de perseguir toda la vida al Correcaminos y Piolín, y querían ser unos animales de provecho, con un futuro en la vida.

Y esta es la historia de cómo el señor Lobo Feroz se hizo un magnate de los negocios el día que decidió cambiar de vida.

Consejo: Si tiene hijos, no les lean este relato

Exequiel Quintanilla