martes, 1 de enero de 2019

LA NOTA DE LA SEMANA


 
LOS 31 AÑOS DE LOBBY

¡Huy, casi mi edad!, expresó una buenamoza periodista del rubro gastronómico cuando supo que Lobby estaba celebrando sus 31 años de existencia. A decir verdad, nos sentimos satisfechos. Ella y Lobby en su mejor edad.

Los que continúan desde esos años en la hotelería y gastronomía aún nos siguen leyendo aunque ya no estemos en papel. La crisis de los medios tradicionales plantea una necesidad ineludible: reinventarse bajo los criterios y necesidades de una sociedad digitalizada. Antes teníamos 4 mil lectores directos (a los que se les mandaba la revista gratuitamente a sus domicilios), y hoy tenemos las no despreciables 7 mil visitas semanales, algo que no deja de ser en este amplio mundo de la web, donde las últimas generaciones lamentablemente no saben leer más allá de 140 caracteres de cualquier tema.

No son grandes cifras, pero es la realidad. Superamos el nivel de lectura de muchos sitios de la web y eso nos llena de orgullo. Tenemos un nicho donde profesionales de la gastronomía nos siguen permanentemente, algo que nos importa realmente, ya que somos unos de los referentes en este sector.

Esperamos seguir muchos años entregándoles las novedades semanales de Lobby. Posiblemente el formato Blogger que tenemos no cumpla con las expectativas gráficas de algunos, pero es la forma más sencilla de traspasarles nuestra información. 31 años no es poco ni mucho, pero en esto de las comunicaciones es una eternidad.

Nuestro trabajo es serio, aunque por ahí se nos escapen algunos trazos de humor de alguno de nuestros colaboradores. Lo importante para nosotros es mantenerlos al día e informados de lo que sucede en nuestro propio mundo gastronómico. Nos sentimos pagados cuando el lector hace un click para leernos. Ahí está nuestro norte y objetivo. Y gracias a ustedes seguimos adelante.

Llega el 2019 y junto a ello nuestra propia celebración. A todos nuestros lectores les deseamos un año inolvidable y exitoso.

Un gran abrazo, feliz nueva vuelta al sol, y le dejamos interesantes lecturas para este caluroso enero.

 

MIS APUNTES


 
PAMPAS, FUEGOS ARGENTINOS
Partió como una parrilla de barrio y gustó tanto –gracias a su calidad y precio- que pronto, aseguran,  ingresarán a las grandes ligas.
 
¡Tienes que ir a Pampas!, me sugirió una amiga hace un par de semanas. “Es chiquito, pero se come como los dioses”, sentenció. Su nombre me quedó dando vueltas varios días e incluso lo busqué en Internet, logrando muy pocos resultados. La única referencia fue la de Gaetan Eonet, propietario de Le Bistrot, que contó en la revista Wikén que había encontrado notable su Entrecot con papas rusticas. Como la curiosidad era grande, el sábado pasado y tras varios intentos frustrados para reservar una mesa, llegué a Pampas para conocer de primera mano este lugar abierto por una pareja de argentinos que decidió quedarse en Santiago y abrir este lugar.
No es grande, pero está bien instalado. Mozos argentinos para una carta repleta de recetas del otro lado de la cordillera. Revisando la carta me percaté que sus precios son más económicos de lo pensado. Pocas mesas ocupadas ya que era sábado y la zona donde está emplazado está llena de oficinas. Aun así, algunas parejas –solas o con sus hijos- ocupaban las mesas interiores y de la terraza. Mi acompañante, que sabe que debe respetar los horarios de este cronista, llegó sólo un par de minutos atrasado, mientras yo bebía un vino Terrapura –la viña de la casa-. Mi vecino de mesa revisó la carta y se entusiasmó con las famosas empanadas argentinas (900 c/u), ricas en sus dos versiones (pollo y carne), de una carta llena de especialidades argentinas, desde Arrollado de matambre (2.990) hasta medio kilo de Chuletón de bife ancho (12.950).

Como restaurante de barrio, la pantalla plana de TV mostraba imágenes de un canal con música argentina. Buen y acogedor servicio, aunque algo lento, ya que la parrilla se toma su tiempo para preparar los platos. Recordando mis visitas a Baires, decidí probar la archi-famosa Milanesa napolitana (4.990), que la sirven en una sartén de fierro, una verdadera chanchada repleta de queso fundido y tomate, que prácticamente consumía el sabor de la carne. Mi vecino de mesa, de buen apetito, optó por una Bondiola laqueada (8.900), asada con cerveza negra, mostaza y miel, acompañada con puré de camote, que encontró inolvidable a pesar de no poder terminar su plato.

De postre, Helados Freddo (3.000) para bajar la ingesta calórica y poder regresar a las actividades normales. 

La idea de sus propietarios es crecer. Les ha ido bien y pronto abrirán al lado del Baco (en la Plaza del Sol) un nuevo Pampas. Son palabras mayores ya que para ser vecino de grandes restaurantes como el propio Baco, Le Bistrot, Ambrosía, Rivoli, La Salvación y otros, no sólo hay que tener coraje, sino también una gran calidad y ganas de triunfar.

Mientras tanto, vaya a su actual locación. Su relación precio/calidad es realmente una de las mejores de la capital y merece una visita. ¡Un buen descubrimiento!

Pampas Fuegos Argentinos, Nueva Providencia 2034 / 97862 4163

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


TERRAZAS VERANIEGAS
A ras del suelo o cerquita del cielo, disfrutar los atardeceres mágicos que nos brinda la capital en el verano, es un tremendo privilegio. Las mejores terrazas & azoteas se las presentamos con la idea de aprovechar al máximo las buenas temperaturas, la fresca brisa y las bondades del entorno, para comenzar un 2019 entretenido

 


KROSS BAR BORDERÍO
Los amantes de la cerveza se frotan las manos con la llegada de este importante bar de chelas a BordeRío. Una barra con 24 salidas de schop bien helado, además de 60 etiquetas de todo el mundo, cócteles con cerveza y una carta bien golosa, con pizzas, sándwiches y picoteos, modernizan este importante centro gastronómico. (San José María Escrivá de Balaguer 6400 / 22219 1544)

 

DIVERTIMENTO
Debe ser el único restaurante de la capital que logra tener una amplia terraza con aroma a pasto recién cortado. Con centenarios encinos, a pasos del teleférico y un menú que contempla lo más típico de lo nuestro, la convierte en un destino imperdible. (Av. Pedro de Valdivia Norte s/n, esquina El Cerro / 22975 4600) 

 

EL CAMINO
Cerrar los ojos y pensar que estamos en Texas es la propuesta de este restaurante que incorporó a nuestras opciones gastronómicas la parrilla texana: carnes ahumadas, levemente picantes y con salsa BBQ, le dan la impronta necesaria a una terraza agreste pero alegre, con plantas del desierto y música country, que cautiva a todos. (Av. Italia 1034 / 22986 0765)

 

ÁUREA
Una de las novedades de Recoleta, que cuenta una preciosa terraza, coctelería de autor y especial énfasis en el producto chileno como el ajo chilote o la rosa mosqueta, además de veraniegos cócteles, como el “moscow mule”, con vodka, jugo de limón, ginger beer y una ramita de menta, o el “sour rica-rica”, con pisco macerado en rica-rica, jugo de limón y syrup. (Antonia López de Bello 191 / 98140 1163)

 

BAR VALDIVIA
Instalado en una casona ecléctica en el barrio Bilbao, lo que acá se ofrece es una cocina simple pero rica, con opciones sangucheras como el “Tennessee”, que lleva pulled pork, queso, champiñón y cebolla a la mantequilla, aparte de una larga carta de cócteles y opciones veganas y vegetarianas. (Av. Pedro de Valdivia 1764 / 22419 2966)

 

SARITA COLONIA
Si el interior del Sarita Colonia es especial, la terraza tiene una puesta en escena que encanta a sus visitantes y la convierten en una de las más increíbles de la capital. Buena coctelería en un ambiente que transita entre lo kitsch, teatral y dramático, más una sencilla carta de platos, sigue llamando la atención. ¡Insustituible! (Loreto 40 / 22881 3937)

 

LA DIANA
Emplazado en lo que fue un convento y conectado directamente a los Juegos Diana, su terraza es un monacal pasillo lleno de detalles como puertas y ventanas recicladas, antiguos videojuegos y rincones escondidos. Pizzas, tártaros y mollejas entre los platos favoritos y con una buena carta de cócteles y vinos, es casi una obligación conocerla. (Arturo Prat 435 / 22632 8823)

 

TÍO TOMATE BARRIO ITALIA
En una de las típicas casonas del barrio Italia, esas de fachada continua y patio grande, donde se conservan los ladrillos originales y una barra que se creó en el que fue un establo, esta terraza /patio es de esas en las que dan ganas de quedarse por horas de lo cálida y agradable que es. Aparte de sus famosas pizzas tienen una agradable carta de cocteles veraniegos y cervezas importadas. (Av. Italia 975 /22316 2176)

 

CASTILLO FORESTAL
En esta linda y exclusiva terraza que domina gran parte del Parque Forestal y el museo de Bellas Artes, la cocina y repostería francesa hace viajar a sus clientes a Francia, gracias a su diseño arquitectónico, la calidad de su gastronomía y variedad de vinos y licores, transformándose en uno de los sitios más apetecidos por chilenos y turistas extranjeros. (Av. Cardenal José María Caro 390 / 22664 1544) 

 

PISO UNO
En una notable terraza- lounge, donde predominan largos sillones y cojines, la cocina nikkei del destacado chef Juan Osaki ofrece una diversidad de cócteles y bocadillos a la hora del ocaso. Fina y delicada, le pone el sello nocturno a la Plaza El Sol, uno de los centros gastronómicos más potentes de Providencia. (Santa Magdalena 116 / 22840 1800)

 

 

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS                                             
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

WIKEN
ESTEBAN CABEZAS
(Diciembre) NIU (Consistorial 2100 / 22249 2630): “Ubicado en este caso en Peñalolén, es un local de tamaño medio, con hartas mesas en el exterior. Con su pantalla mostrando las últimas noticias, entran y salen sujetos dedicados al delivery. Bien por ellos, por NIU, pero mal por quienes optamos por comer en sus mesas: media hora de demora, mientras salían, una tras otra, esas cajas transparentes.” “Aunque, lo maravilloso/fantástico/inédito de este lugar es que le aplican un 50% de descuento a toda su comida. ¿Habrá un genio aún ignorado del márketing tras esta promoción? En fin.” “Después fue difícil escoger entre tanta combinación con queso crema, palta, camarones fritos, pollo agridulce o kanikama, sin olvidar el sésamo y las almendras tostadas (o envueltos en ciboulette, ay).” “Por favor, un poquito de estudio. Uno que les haría notar otros temas: aprender la técnica para que el rollo de algas -el hosomaki- les quede bien pegado y no suelto; que la bolita de arroz de los nigiris es pequeña, no una BOLA, y que un japonés jamás le pondría un camarón roto encima; y que el tamaño de los rollos es para comerlos de un bocado.

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(Diciembre) EL CÁNTARO DE ORO (Av. Kennedy 9321 esq. Gilberto Fuenzalida): “Entre las cosas mejorables está la selección de causas ($7.900) que trae dos causas de camarón, dos de pollo y dos de pulpo; pero las de camarón habían reemplazado este por trozos de pescado apanado y frito. No estaban mal, pero tampoco está bien que se anuncie una cosa y se sirva otra.” “Un pollo saltado ($9.950), en que el avechucho reemplazaba al tradicional lomo. No obstante que ni el pollo con la mejor disposición es capaz de equipararse en sabrosura al lomo, esta fórmula peruana tan exitosa es capaz de saborizar casi cualquier cosa, por lo que el plato resultó satisfactorio (y muy adecuado, además, si ocurre que Ud. anda con algún imberbe de los que no comen más que pollito, papitas fritas, quesito, jamoncito, huevito: aprenderá a despercudir sus empecinadas papilas con una excelente lección).” “Local amplio, buen servicio, ideal para ir con niños. Buen estacionamiento.”

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(Diciembre) KM 0 (Isidora Goyenechea 3000 / 22245 7077): “El Kilómetro 0 tiene algo de club, comparte la solemnidad que da a Isidora Goyenechea tantísimo transeúnte con corbata. Con carta amplia: les moules (esos proletarios choritos que son bocado de reyes), el confit de pato, preparado en su tan tóxica como sublime grasa; huevos benedictinos, para hablar horas sobre ellos. Por cierto, el inevitable boeuf bourguignon.  O para revivir el pato a la naranja.  Tienen un plato de especialidad diaria (solomillo los martes, ñoquis con camarones los jueves) y, lógico, el surtido de queso para concluir. Con 16 ostras para empezar y una notable variedad de vinos que ocupan todos los muros de su amplio local.” “El Kilometro O cumple siete años conservando esta tradición y en su local, desde el tártaro de carne ($8.700) o de salmón, pasando por el fondo, hasta sus merengues y berries ($4.300) y demás postres, se crea una atmósfera que no se pierde en este mutante Santiago.