THE RAJ
Nada
hace pensar que una casona esquina de la calle Manuel Montt, de paredes blancas
y algo fría, esconde uno de los buenos restaurantes indios de la capital. Allí
se instaló hace un buen tiempo el indio
Harish Kasu, en esos entonces exportador de frutos secos y propietario de un
par de restaurantes de cocina india en Canadá y Dubai, esperando, sin hacer
alardes, que su negocio fuera floreciendo. Un par de murales podrían indicar
que en este lugar lo indio es su tema, pero más de algún despistado podría entrar
pensando que acá tienen cocina peruana, a pesar de que su música es india y
gran parte de ella en vivo, con destacados instrumentistas.
Famoso
dentro de la colectividad india, el día de mi visita el embajador de la India
en Chile recibía algunos invitados en los salones del segundo piso de esta
casona. Normal para ellos, los clientes del primer piso ni se enteraron de tal
visita y un poco más agitados, los garzones (también de esa nacionalidad y con
un español precario pero entendible), cumplían los pedidos de los clientes, que
van rotando desde mediodía a medianoche sin tregua.

La
especialidad son las Dosas: finos –e inmensos- panqueques de harina de arroz y
lentejas que no se ven en otros similares capitalinos. Desde la dosa simple
(con salsas para untar, $ 5.900) hasta rellenas con papas y especias (6.900),
queso (7.500), pollo (9.900) y otras variedades, se llevan las palmas de todos
los que han visitado este lugar. La carta recorre la cocina del norte y del sur
de la India en sus versiones carnívoras o vegetarianas, donde ningún plato, por
excelente que sea, supera los 11 mil pesos, logrando así un público conocedor y
bastante transversal.

El
cordero, el pollo y las lentejas son otras de las grandes especialidades del
lugar. Con una oferta de cerca de 100 diferentes platos, es difícil dar una
opinión de toda esta batería de preparaciones. Sin embargo, saciado el apetito
y la sed que provocan los diferentes currys y picores de los platos, es
interesante comentar que por muy artesanal que se vea el lugar, la experiencia
gastronómica supera largamente las expectativas de los foodlovers, conozcan o
no de esta tradicional cocina que viene del oriente. Ellos se autocalifican
como “cocina hindú”, cosa que aún no me convence ya que el hinduismo es una
religión. Sin embargo y a pesar del logotipo del restaurante, que más parece
ser jamaicano, The Raj merece un tremendo reconocimiento.
Un
dato calado.
The Raj / Av. Manuel
Montt 1855, Providencia / 22716