LA MODA DEL GINTONIC
No era (ni es) una bebida apta para
todos los gustos. Amarga, seca y cítrica, esta combinación no encajaba en la
mayoría de los paladares. Sin embargo, en pleno siglo XXI, el Gin &Tonic, o
simplemente 'gintonic', ha comenzado a transformarse en una bebida de moda.
¿Quiere saber por qué?
Los orígenes del 'gintonic' son una
leyenda. El destilado se originó en Holanda pero el combinado parece que se
creó por primera vez en Reino Unido. La ginebra ayudaba al aparato digestivo y
aportaba valentía a los soldados. Además, tomaban tónica, que tiene quinina,
para combatir la malaria y cítricos contra el escorbuto. Se dice que un militar
decidió combinar los tres en una bebida. Tanto ha sido el éxito de este
combinado, que Sir Winston Churchill se atrevió a comentar que “el Gin Tonic ha
salvado más vidas y mentes de hombres ingleses que todos los doctores del
Imperio.”
Nuevo
siglo, nuevo combinado
Pero no fue hasta la entrada del nuevo
siglo que el 'gintonic', como se dice popularmente, 'pegó el pelotazo'. El
principal responsable de ello fue Hendrick’s, que revolucionó el mercado por
completo. Su sabor es bastante diferente del de las ginebras de toda la vida.
Más dulce, más aromático, básicamente es mucho más fácil de consumir. Además,
desde el inicio se rodeó de una impresionante campaña de marketing que
promocionó, entre otras cosas, el beberlo con pepino y no con la tradicional
rodaja de limón. Hasta 2011 no era raro ver a un señor montado en bicicleta y
vestido de escocés que acudía a los locales repartiendo pepino para servirlo
con Hendrick’s. Esa rodajita verde en la copa aportaba un sabor diferente pero,
sobre todo, diferenciaba al consumidor del resto. Se convirtió en una marca de
élite.
La
'culpa' de las tónicas
De hecho, no se puede hablar del éxito
del 'gintonic' sin incluir la transformación de las tónicas, que también llegan
con nuevos aromas y nuevos sabores. "Somos el apellido de este combinado.
Es más, representamos la mayoría de la copa ya que la ginebra es tan sólo una
pequeña parte", recalca Erwin Rahmer, responsable de Fever Tree en Chile.
El caso de Fever Tree es paradigmático. Originaria de Inglaterra, llegó a
España como un 'mixer', una bebida tónica hecha específicamente para mezclarse
con un destilado, y con ese “target” ha logrado hacerse un hueco en un mercado
dominado, como ocurría con las ginebras, por las tónicas de toda la vida.
Promocionada por restaurantes de mantel largo, como El Bulli, esta marca se ha
consolidado porque, entre otras razones, ofrece una nueva opción que encaja con
la comentada personalización del combinado. Más oferta, más posibilidades de
crear un 'gintonic' a nuestro gusto. "Mezcla muy bien, es más suave al
paladar, más sutil... No es empalagosa; el sabor amargo no es tan fuerte y se
va enseguida; las burbujas son finas, como las del champagne; y realza los
botánicos que componen el destilado", defiende Rahmer.

Por último, si se quiere comprender este
boom del 'gintonic', también se debe tener en cuenta el público al que llega,
la fuerza del boca a boca y de las modas que, por supuesto, causan y aprovechan
las casas comerciales. No existe un usuario tipo de esta bebida pero, a grandes
rasgos, sería un hombre o una mujer entre 30 y 55 años que, en lugar de
emborracharse, prefiere calidad y que, por qué no, quiere diferenciarse del resto
creándose un combinado completamente adaptado a sus preferencias y estrato
social.
La ginebra es mucho más que sabor a
colonia, hay autores que incluso piensan que no se aprende a beber con estilo
hasta que no se haya bebido un par de gintonics bien elaborado, a partir de ahí
nos podemos considerar iniciados en un verdadero arte. Como un día y durante un
concierto, Bill Joel, el hombre del piano, comentó: “Hay un viejo sentado junto
a mí, haciéndole el amor a su gin tonic”. (Juantonio Eymin)