miércoles, 26 de enero de 2011

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


SOUL OF INDIA
¿Qué sabemos de comida india?

Tanto que llegamos a confundir un país con su religión. Cocina hindú le llaman muchos cuando lo hindú es la voz espiritual de los indios. Como si en nuestro país a la cocina chilena se le llamara comida cristiana. Errores que sin ser garrafales, por la lejanía de los pueblos, hay en algún momento que corregirlo. Sin embargo muchos especialistas en lenguas no discriminan en esto de lo indio o hindú.

Y dentro de la comida india en Santiago destacan pocos lugares. Haciendo un análisis, sólo seis o a lo más siete locales la ofrecen. Y uno de ellos, el que comentaremos a continuación es el Soul of India, un restaurante que renace de las cenizas que quedaron del Sakura Fusión, del Makandal y del bar Dublin, en Vitacura, a pasos del Paseo El Mañío.

Soul –en sentido gastronómico- es alma, intrínsicamente la razón de ser de la comida india. Las ESPECIAS, en mayúsculas, mandan. Los curries y aliños son su razón de ser. Hay picores, obvio, pero son distintos y se mezclan con sabores únicos, que poco a poco convencen y se convierten en adictivos.

El oriente cautiva. Miles de años de conocimiento nos dejan absortos en sus sabores y mezclas. Ellos no tienen que rescatar productos como nosotros. En la india todo es aroma, sabor y por ello tienen una de las cocinas más alabadas de todo el mundo.

Podría escribirles de sus platos con nombres en hindi (su idioma) pero es un desgaste innecesario (Prawn Patiala, Tandoori Nan, Murgh Makhanwala, Rogan Josh, Prawn Rajwadi, Kashmiri Pulaw, Pista Kulfi… ¿le dice algo esto?). Lo importante acá es hablar de mezclas y sensaciones. De partida, y dentro de una amplia carta, unos sabrosos y únicos filetitos de reineta marinados con hierbas de la india y apanados en harina de garbanzos… sublimes y delicados. Superiores. ¿Apanado con harina común o con panco? No. Acá es con harina de garbanzos, un must y de los que dejan recuerdos.

Maridamos, acompañamos, asociamos o concubinamos la comida india con cerveza. Desgraciadamente el vino no acompaña los sublimes picores de los curries que utilizan en esta gastronomía. Para el lego sería como comer pizza y acompañarla con oporto. No hay por donde. Luego paseamos por una serie de platos indios. Casi en general materias primas nacionales aderezadas y tratadas a la india. Samosas, pollo, cordero, mariscos y pescados, todos trabajados como sólo ellos lo saben hacer.

Sorprenden algunos fondos. Maravillosas unas lentejas cocinadas en mantequilla y curry y una reineta marinada. Todo rico. Aunque los postres gustan o no gustan. Potentes por el uso del jengibre y vegetales. Aun así, la experiencia es digna de conocerla. Déjese llevar por las recomendaciones de los garzones o por las del amo de lugar, un indio actor de teleseries en ese país y que llegó a Chile un día por negocios y nunca más regreso a su tierra. Él, simpático y extrovertido, podrá guiarlo por los vericuetos de esta gastronomía que se basa fundamentalmente en el uso de especias y miles de años de sabiduría.

Soul of India es una aproximación a la verdadera comida de ese gigantesco país. Un poco chilenizada quizá por los picores pero es una excelente forma de aprender algo más de una gastronomía milenaria. Y que nunca cansa. Ah, y en su terraza, que están remodelando en estos días, ofrecen las tradicionales pipas indias para fumar tabaco procedente del oriente. ¡Toda una experiencia! (Juantonio Eymin)

Soul of India: Av. Vitacura 4111, Vitacura, fono 228 2825