miércoles, 9 de marzo de 2011

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(4 marzo) LA MAR (Av. Nueva Costanera 3922, Vitacura): “Tras un pisco sour, demasiado dulce para mi gusto ($4.200), vinieron sushi crocante con camarón, jaiba, palta y queso crema, más salsa de anguila y tamarindo ($7.800), y encebichado a la piedra, caliente, que traía camarones ecuatorianos a las brasas, flambeados con pisco, leche de tigre y ají amarillo, y servidos con yuca y cebolla pluma ($10.800). Había cebiches con distintos grados de picor, una serie de vasitos con cinco tipos de leche de tigre, y la clásica causa rellena con palta, cubierta esta vez por un picadillo de mariscos salteados y cebolla crujiente, y crema huacatay, presentada en varias pequeñas porciones. De fondo arroz La Mar (definido como "paella al estilo peruano"), preparado en caldo de crustáceos con ají panka y vino blanco, espléndidos camarones del Atlántico enteros y otros mariscos, vegetales crujientes, salsa "anticuchera" y alioli de rocoto ($9.800), y la mejor albacora que haya comido, con risotto de pesto y salsa de soya y aceite de sésamo ($10.400).” “Una experiencia algo costosa, pero imperdible.”

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(4 marzo) EL SOL (Príncipe de Gales 6580, La Reina, fono 226 1145): “Para empezar un blandísimo pulpo grillado para dos ($11.900), ligeramente picante y sabroso a más no poder. También son recomendables los piqueos mixtos, pero ojo, que comer un plato principal después es algo difícil. En ese caso, viene bien como segundo un abundante tiradito rojo ($4.800) o algún cebiche. Porque dar cuenta de un plato como el "pescado andino" ($5.900) es casi masoquista: risotto de trigo, con huacatay y champiñones, quínoa con centolla y corvina rellena de camarón, queso y pimentón. Hay que juntar hambre para dar cuenta de él y, sinceramente, la mezcla final de sabores es algo recargada.”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(4 marzo) INFANTE 51 (José M. Infante 51, Providencia, fono 236 6771): “…una amplia y apreciada carta, que rescata el sabor propio de cada pescado o marisco, tan sabrosos como saludables. Donde además de refrescarnos con el gazpacho andaluz, tradicional sopa helada, hallamos el encanto de las angulas (o puyes, en Chile) o la novedad del txangurro al horno, o jaiba rellena. Además de una cuidada carta con vinos adecuados y una lista de postres (de $3.300 a $4.000) con propuestas como “un hojaldre acaramelado con almendras tostadas y crema pastelera” que da la idea del final.” “Pero no es todo: los jueves recibe a españoles residentes o de paso, con un plato que puede ir desde la entrañable tortilla de patatas hasta un lechoncito al horno, que no tiene nada que envidiar a los famosos cochinillos de Castilla, que se preparan en el segoviano Mesón de Cándido, junto a los acueductos romanos. Panorama que no es excluyente: cualquiera que tenga espíritu de aventura gastronómica puede averiguar cuál será el plato del próximo jueves y sumarse a tan entusiasta safari de golosos.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(5 marzo) HANZO (M. Escrivá de Balaguer 5970, Vitacura, fono 218 3773): “Para comenzar, un Otoshi, cortesía de la casa, tártaro de salmón, acompañado de crujientes galletas de arroz, buen comienzo. Luego Gunkan, arroz de sushi envuelto en nori, sobre el que va pulpo, jengibre, nuez y mayonesa, de sabor alucinante.” “Si la cosa va por los rolls, hay que probar el acebichado, de atún con salsa acebichada, relleno de camarones al panko y palta...sin desperdicio. Hay platos calientes y fríos, como los filetes de pescado en salsa de mantequilla picante y shitake. O Batayaki Hanzo, mariscos a la parrilla, bañados en salsa tobanyan y mantequilla al estilo Hanzo.” “¡Será un éxito! sin duda.

YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(4 marzo) MACERADO (Av. Portales 1685, Casablanca, fono 32 – 274 1453): “De nuestro mar, aparte de los tradicionales mariscos gratinados a los que añade espinacas o las machas a la parmesana, destaca lo que trae de Robinson Crusoe: langostas, por cierto, y con un salteado de cangrejo dorado del mismo origen ($ 13.500); pulpo asado con verduras grilladas; capachitos de breca al tomillo, u otro pez de las islas con guiso de mote al parmesano, aunque llegan asimismo pescados de roca de Quintay. Un leve toque de influencia extranjera se aprecia en los pejerreyes a la española macerados en aceite de oliva, ajo y perejil, pero acompañados de chilenísimo pebre de mote y palta, y en el cebiche mixto de pescado y mariscos a la peruana.” “En carnes hay crudos bien aliñados, conejo a la cacerola caramelizado con reducción de damascos y vegetales horneados, cordero costino con excelente ensalada caliente de porotos granados, filete de novillo con flan de zapallo y salsa de uvas al merlot de Casablanca. La mayoría de los platos cuestan entre $ 5.800 y $ 7.800. A las numerosas ensaladas ($ 3.200 a $ 5.200), se suma una amplia propuesta de típicos postres nacionales y atractivos ($ 2.400 a $ 3.200). Pero lo meritorio no es sólo la diversidad y la calidad de los productos, sino sobre todo lo distinto de cada receta y la buena mano con que están hechas, que sitúa a este lugar entre lo más representativo de una cocina chilena auténtica y a la vez actualizada.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(5 marzo) GOLFO DI NAPOLI (Av. Irarrázaval 2423, Ñuñoa, fono 341 3675): “Todos los días hay un menú por $2.990 (un plato de pasta + un vaso de jugo o de vino). Tienen además una carta escueta en la que hay pizzas (cada vez que alguna está lista suena una campana) y pastas caseras en porciones enormes. Partimos picoteando un antipasto sencillo, con salame, aceitunas, berenjenas y champiñones, mientras compartíamos un vino Oveja Negra chardonnay viognier. Luego pedimos unos ravioles al pesto, que estaban mundiales, con pasta recién hecha (no hay caso, pucha que es buena). El grosor era justo y la cocción, a punto. El pesto muy rico. El otro plato que pedimos fueron unos ñoquis con salsa arabiata deliciosa y picantita, aunque hubo un error y llegaron también ravioles. El servicio es rápido, pero el hambre era tal, que finalmente nos comimos dos platos de ravioles (la mitad de cada plato se fue en un doggy bag para la casa). De postre, probamos el tiramisú, que resultó bastante OK.”

CÉSAR FREDES (La Nación Domingo)
(5 marzo) LA FUENTE SUIZA (Irarrázaval 3361. Ñuñoa): “El local creció cuatro o seis veces y al subir casualmente por la estrecha escalerilla que nos llevaba al altillo cuando abajo no había sitio, nos encontramos con un comedero (comedero, no comedor) inmenso, desconocido, lleno de recovecos y de gente ingiriendo platos de poca nitidez, y no ya buenos lomitos y empanadas, que sin duda todavía quedan.” “Pero el éxito cuando no da vida, mata. Ya hay mucha gente, mucho grito, mucho carrerón de garzones y mucho empujón de público.” “Las empanadas siguen ricas. Y la masa sigue un poquito excesiva y menos suave, deliciosa como era antes.

CARLOS REYES (Unocome.cl)
(5 marzo) LAI THAI (Franklin 602, Santiago Sur, Celular 8- 7753524): “Son en total siete platos. Desde Sate gai ($ 2.500), brochetas de pollo en salsa thai, al Salmón khang dang ($ 4.500), a la plancha con curry rojo y la más costosa de sus opciones. “Tenemos los mismos ingredientes que puedes conseguir en el Hyatt, pero en un lugar donde los costos son mucho más bajos”, cuenta Cox. Y el sabor, al menos de su Phad Thai ($ 3.500), consta como el mejor argumento para creerle. Una camita de diente de dragón aloja un salteado con fideo de arroz al dente, pollo, tofu frito bien saborizado en clave agridulce, más trocitos de huevo a punto que complementa una sazón tan peculiar como sabrosa y sofisticada, en donde menos uno lo podría esperar. Aparte de una suavidad que empaliza bastante con el público local. “Ya el boca a boca ha traído a extranjeros y la gente de acá agradece la novedad”, cuenta Cox. El mismo está en el local, preparando al momento jugos de 750 cc., bien colados y puestos en vaso de vidrio apenas por luca. Un lujito de esos que se agradece descubrir y difundir, que comprueba que los milagros del sabor a bajo costo existe. Al menos hasta ahora.