miércoles, 25 de mayo de 2011

DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES



TANTE MARLENE
¡La “tía” se mudó!

*Karla Berndt

Mucho deja desear la oferta de auténticas (o casi auténticas) preparaciones germanas en la capital chilena. Es por eso que la noticia del traslado del restaurante Tante Marlene (“Tía” Marlene, en español), desde los límites de Providencia y Ñuñoa a Vitacura, fue recibida con alegría y expectación, ya que este barrio cuenta con una nutrida presencia alemana, desde una clínica de renombre, un club deportivo, un colegio, un centro cultural hasta un gran número de vecinos germano parlantes.

Los simpáticos comedores dentro de una casa de dos pisos (que hace años albergó al inolvidable restaurante “El Suizo”), la acogedora ambientación, detalles de decoración que no dejan dudar de sus orígenes alemanes, un bar de cerveza con tecnología de punta, la música típica de fondo en conjunto con la agradable atmósfera familiar y la cálida recepción de parte de Germán Kleinknecht y su mujer y chef Marlene Fuentes preparan la “pista” para sentirse como en casa.

Me recuerdo muy bien mis visitas al Tante Marlene en su ubicación anterior, de la lengua con salsa bávara, del chucrut alsaciano con cortes de cerdo, del asado alemán y las salchichas blancas, del arenque en gelatina con cebollas y crema, del tapapecho a la olla con salsa de mostaza... Todas estas delicias de la cocina centroeuropea seguirán vigentes, aunque la “Tía” se mudó. Sin embargo, también hay novedades: ahora no solamente se ofrecen almuerzos y cenas, sino también desayunos y onces, en un horario que se extiende desde las 10 de la mañana hasta pasada la medianoche.

El desayuno ejecutivo, servido de lunes a viernes, incluye jugo casero, té, café o chocolate, un sándwich en pan blanco o negro con cecinas o mermeladas (¡deliciosas!) y un trozo de kuchen, torta o panqueque. Desde ya, recomiendo los caracoles de canela, el kuchen de grosella y los pastelitos “Greta Garbo”, con ciruelas y nueces…

Los sábados, domingos y festivos, los comensales pueden disfrutar de un auténtico Bauernfrühstück (Desayuno Campesino), que consiste en papas doradas con tocino, cebolla y huevos, un Strammer Max (Max Vigoroso), pan con jamón y/o queso, con un huevo frito encima, o de un buen Leberkäse, fiambre de carne típico del sur de Alemania, con cebolla y huevo frito. Alternativas bien contundentes - desayuno y almuerzo en uno.

Los días de semana, entre las 12:30 y las 15:30, y adicional a la oferta de la carta, hay almuerzos ejecutivos ($6.500), que incluyen una entrada o sopa a elección, un plato de fondo, postre, una bebida o copa de vino y té o café.

Hace mucho tiempo que esperaba algún lugar donde disfrutar de una once alemana en Santiago, como es de costumbre también en el sur de Chile. Pan elaborado en casa, con linaza, miel o cerveza; jamones y quesos; mermeladas, miel y toda la gama de la famosa repostería alemana y centroeuropea están ahora presentes. Si prefiere recibir a sus amigo/as en la casa a la hora del té - todas las especialidades de Tante Marlene se pueden llevar, previo encargo al teléfono 7619043 con un día de anticipación.

Es por esperar que la cocina de Germán Kleinknecht, de su señora y chef Marlene Fuentes así como de los otros miembros de la familia que se incluyeron en el negocio, entre ellos el chef Fritz Alberth, diplomado en München, y su mujer, Loreto (hermana de Marlene), en su nueva ubicación será todo un éxito.

Tante Marlene: Av. Vitacura 3269, fono 761 9043

*Karla Berndt
es cronista gastronómica e integrante del Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile. Nacida en Alemania, reside hace 22 años en Chile y actualmente es Gerente de Comunicaciones de la Cámara Alemana de Comercio, Camchal. Su afinidad con la gastronomía la plasmó en el primer y único libro de cocina chilena escrito en idioma alemán y editado en su país de origen “Die chilenische Küche”. Sus periódicas crónicas se pueden leer (en español) en el sitio www.camchal.cl y en su columna “De bebistrajos y refacciones” en Lobby.