LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA
ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(24 febrero) GOLFO DI NAPOLI (Irarrázaval 2423, Ñuñoa, fono 341 3675): “…es un restaurante de alta rotación, con mozos que nunca duermen, con el horno de pizzas a la vista y con unos precios increíbles a la hora de almuerzo (sólo hasta las 15 horas). Por ejemplo, junto con una copa de vino o un vaso de jugo de la casa, puede comer por $2.990 un plato de ñoquis con salsa de tomate, una porción magna de pizza, un trozo de lasaña a la boloñesa nada de tímido o unos a-bun-dan-tes spaghetti con crema. Y son porciones como para un humano y medio, como también pasa con los platos de la carta. Y si usted trae el hambre de dos humanos, allí está una carne con spaghetti a la crema por $3.300.” “Llega la cuenta y se hace evidente la razón de por qué padres, hijos y abuelos, parejas de universitarios o ex compañeros de curso prefieren el Golfo di Napoli.”
SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(24 febrero) MADAM TUSAN (Boulevard Parque Arauco, local 365, fono 219 0152): “Tras el appetizer de hojas crocantes de camarón con tres ricas salsas, dos picantes y una dulzona, vinieron cuatro dimsum (bocados de delgada masa al vapor) "siu mai", rellenos con camaroncitos y una pasta algo densa de chancho y hongos ($4.200), y tres de aquellos "sánguches" -llamados butifarra china, ésta sí acriollada- de liviano pan redondo al vapor con lonjas del chancho asado, fresca ensalada de cebolla morada, zanahoria, zucchini y pimiento, y oscura salsa hoisin de rocoto ($4.400). De fondo, deliciosas berenjenas a la cacerola, de textura muy suave, estofadas en salsa importada de ajo y ostión, y rellenas de camarones aprensados ($7.800), y medio pato deshuesado, en soberbia salsa con pimienta verde y trozos de lychees y clementinas con su cáscara ($9.800). El acompañamiento fue de arroz chaufa con camarones a punto ($5.800), y tuve ocasión de probar una receta nueva y menos orientalizada: asado de tira (500 gr) con papardelle y verduras al wok, blandísimo y contundente ($10.800).
RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(24 febrero) SQUADRITTO (Rosal 332, Barrio Lastarria, fono 632 2121): “Una familia italiana de genoveses del norte combinados con sicilianos del otro extremo, con toda la gastronomía que cabe entremedio. Lo que explica, tal vez, los ñoquis xeneises, las lasañas boloñesas, el ossobuco milanés, el risotto de Santa Margherita ligure. Y sus notables pizzas napolitanas, delgadas y crocantes, de manos de Luigi Saverino, un artífice pizzaiolo traído de Turín. Ofrecen un menú semanal que cambia cada día y se renueva todas las semanas. Su promedio de consumo por persona es de $12.000, dependiendo de lo que se beba. Sin olvidar que, si de celebrar se trata, también pueden aportar una apetitosa centolla a dos salsas, thermidor y bisque en champaña (para cuatro, $55.000).”
DANIEL GREVE (Qué Pasa)
(24 febrero) DA CARLA (Nueva Costanera 3673, Vitacura, fono 206 0892): “Parece fácil, pero dar en el punto con unos buenos gnocchi, y lograr las texturas precisas, es una proeza: suave al paladar, pero firme al contacto con el agua; porosa, para absorber la salsa, pero también impermeable al hervor; en punto óptimo de cocción, para que nada sobresalga ni se arrebate. Y, claro, dar con el sabor de la papa, el huevo y la harina en su individualidad, para que juntos sean una buena trilogía. Si llegamos a los gnocchi perfectos, llegamos también a los Gnocchi alla Montalbano del Da Carla ($ 12.500), que además adiciona tomates secos, sabrosos y contundentes; aceitunas verdes en dosis justas; calamares tiernos, con una fina y turgente capa; además de una fresca salsa pomodoro con orégano, albahaca y queso pecorino. Si han oído hablar del slow food, aquí, sin quererlo, hay un baluarte.”
BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(25 febrero) MENDO’S (Seminario 96, Providencia, fono 341 8964): “La carta actual tiene muchos cebiches, pastas y quizás algunas preparaciones menos conocidas. El picante de mariscos con arroz, exquisito. Igual que el arroz chaufa. Fetuccini de la casa, papas a la ocopa, en fin, una larga lista que no tiene pérdida. Los precios, más baratos aún que antes.” “Mientras el pisco sour se prepara en una sonora juguera y la cajera de Trujillo soporta estoicamente los embates de un pelmazo que alardea de sus viajes por Perú, todo parece como antes. Un lugar en el que se va a comer sencillo, casero y relajado. Sigue siendo un emblemático de los merenderos peruanos.”
PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(26 febrero) CABALLITO DE PALO (Carretera F-30 E, El Rungue, Puchuncaví,
fono 32- 279 1254): “Probamos una enjundiosa cazuela de vaca, muy sabrosa; un pastel de choclo que estaba superrico, una gran ensalada chilena y un sándwich de churrasco italiano alucinante que pidió mi hijo mayor. Estaba increíble, hecho en un pan amasado de gran tamaño, con la carne blandita, palta fresca y tomates con sabor a verano. Muy bueno. Mi marido dijo: "En Santiago debiera haber muchos locales como este, es decir, de cocina chilena casera, bien hecha y rica". Y lindos además: Caballito de Palo está decorado con muebles de madera, aperos, monturas, mantas de huaso... Yo también creo lo mismo: tenemos una comida exquisita que a los chilenos nos encanta y no le sacamos provecho. Nos falta creérnosla y hacer que este tipo de restaurante se multiplique y sea un buen negocio, pero siempre conservando la calidad, para nuestro deleite y el de los extranjeros que nos visitan.
ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(24 febrero) GOLFO DI NAPOLI (Irarrázaval 2423, Ñuñoa, fono 341 3675): “…es un restaurante de alta rotación, con mozos que nunca duermen, con el horno de pizzas a la vista y con unos precios increíbles a la hora de almuerzo (sólo hasta las 15 horas). Por ejemplo, junto con una copa de vino o un vaso de jugo de la casa, puede comer por $2.990 un plato de ñoquis con salsa de tomate, una porción magna de pizza, un trozo de lasaña a la boloñesa nada de tímido o unos a-bun-dan-tes spaghetti con crema. Y son porciones como para un humano y medio, como también pasa con los platos de la carta. Y si usted trae el hambre de dos humanos, allí está una carne con spaghetti a la crema por $3.300.” “Llega la cuenta y se hace evidente la razón de por qué padres, hijos y abuelos, parejas de universitarios o ex compañeros de curso prefieren el Golfo di Napoli.”
SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(24 febrero) MADAM TUSAN (Boulevard Parque Arauco, local 365, fono 219 0152): “Tras el appetizer de hojas crocantes de camarón con tres ricas salsas, dos picantes y una dulzona, vinieron cuatro dimsum (bocados de delgada masa al vapor) "siu mai", rellenos con camaroncitos y una pasta algo densa de chancho y hongos ($4.200), y tres de aquellos "sánguches" -llamados butifarra china, ésta sí acriollada- de liviano pan redondo al vapor con lonjas del chancho asado, fresca ensalada de cebolla morada, zanahoria, zucchini y pimiento, y oscura salsa hoisin de rocoto ($4.400). De fondo, deliciosas berenjenas a la cacerola, de textura muy suave, estofadas en salsa importada de ajo y ostión, y rellenas de camarones aprensados ($7.800), y medio pato deshuesado, en soberbia salsa con pimienta verde y trozos de lychees y clementinas con su cáscara ($9.800). El acompañamiento fue de arroz chaufa con camarones a punto ($5.800), y tuve ocasión de probar una receta nueva y menos orientalizada: asado de tira (500 gr) con papardelle y verduras al wok, blandísimo y contundente ($10.800).
RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(24 febrero) SQUADRITTO (Rosal 332, Barrio Lastarria, fono 632 2121): “Una familia italiana de genoveses del norte combinados con sicilianos del otro extremo, con toda la gastronomía que cabe entremedio. Lo que explica, tal vez, los ñoquis xeneises, las lasañas boloñesas, el ossobuco milanés, el risotto de Santa Margherita ligure. Y sus notables pizzas napolitanas, delgadas y crocantes, de manos de Luigi Saverino, un artífice pizzaiolo traído de Turín. Ofrecen un menú semanal que cambia cada día y se renueva todas las semanas. Su promedio de consumo por persona es de $12.000, dependiendo de lo que se beba. Sin olvidar que, si de celebrar se trata, también pueden aportar una apetitosa centolla a dos salsas, thermidor y bisque en champaña (para cuatro, $55.000).”
DANIEL GREVE (Qué Pasa)
(24 febrero) DA CARLA (Nueva Costanera 3673, Vitacura, fono 206 0892): “Parece fácil, pero dar en el punto con unos buenos gnocchi, y lograr las texturas precisas, es una proeza: suave al paladar, pero firme al contacto con el agua; porosa, para absorber la salsa, pero también impermeable al hervor; en punto óptimo de cocción, para que nada sobresalga ni se arrebate. Y, claro, dar con el sabor de la papa, el huevo y la harina en su individualidad, para que juntos sean una buena trilogía. Si llegamos a los gnocchi perfectos, llegamos también a los Gnocchi alla Montalbano del Da Carla ($ 12.500), que además adiciona tomates secos, sabrosos y contundentes; aceitunas verdes en dosis justas; calamares tiernos, con una fina y turgente capa; además de una fresca salsa pomodoro con orégano, albahaca y queso pecorino. Si han oído hablar del slow food, aquí, sin quererlo, hay un baluarte.”
BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(25 febrero) MENDO’S (Seminario 96, Providencia, fono 341 8964): “La carta actual tiene muchos cebiches, pastas y quizás algunas preparaciones menos conocidas. El picante de mariscos con arroz, exquisito. Igual que el arroz chaufa. Fetuccini de la casa, papas a la ocopa, en fin, una larga lista que no tiene pérdida. Los precios, más baratos aún que antes.” “Mientras el pisco sour se prepara en una sonora juguera y la cajera de Trujillo soporta estoicamente los embates de un pelmazo que alardea de sus viajes por Perú, todo parece como antes. Un lugar en el que se va a comer sencillo, casero y relajado. Sigue siendo un emblemático de los merenderos peruanos.”
PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(26 febrero) CABALLITO DE PALO (Carretera F-30 E, El Rungue, Puchuncaví,
fono 32- 279 1254): “Probamos una enjundiosa cazuela de vaca, muy sabrosa; un pastel de choclo que estaba superrico, una gran ensalada chilena y un sándwich de churrasco italiano alucinante que pidió mi hijo mayor. Estaba increíble, hecho en un pan amasado de gran tamaño, con la carne blandita, palta fresca y tomates con sabor a verano. Muy bueno. Mi marido dijo: "En Santiago debiera haber muchos locales como este, es decir, de cocina chilena casera, bien hecha y rica". Y lindos además: Caballito de Palo está decorado con muebles de madera, aperos, monturas, mantas de huaso... Yo también creo lo mismo: tenemos una comida exquisita que a los chilenos nos encanta y no le sacamos provecho. Nos falta creérnosla y hacer que este tipo de restaurante se multiplique y sea un buen negocio, pero siempre conservando la calidad, para nuestro deleite y el de los extranjeros que nos visitan.