miércoles, 5 de diciembre de 2012

LA NOTA DE LA SEMANA

ENTRE LA HAYA Y MISTURA


Para ser sinceros, duele lo que sucede en estos días. Por un problema netamente político entre Perú y Chile, estamos debilitando lo que años nos hemos demorado en cultivar: una verdadera amistad entre los dos pueblos. Es indudable que este clima va a variar y desgraciadamente volveremos a un distanciamiento entre los dos países. Y eso duele.

Duele ya que hemos sembrado con los años una verdadera confraternidad con los peruanos que han llegado a Chile y mucho más con los que han traído su gastronomía. Viejos recuerdos como los inicios de Emilio Peschiera y Ángel Santisteban, quienes nos enseñaron desde la forma de hacer un cebiche hasta la correcta elaboración de un pisco sour. Con los años la embajada gastronómica ha ido creciendo y se estima que en la actualidad existen más de doscientos restaurantes peruanos sólo en la capital, y al contrario de lo que se piensa, en forma honesta y sin hacerle daño a nadie.

Duele y molesta ya que no faltarán quienes aprovecharán la ocasión para comenzar a molestar a los peruanos, floreciendo nuevamente ese espíritu xenofóbico de algunos que no entienden esto de la integración y de la globalización.

Recordamos nuestras agradables estadías en Lima con ocasión de la feria Mistura. Allí aprendimos a conocer más a un pueblo peruano extrovertido, culto y generoso. Nuestros pueblos tienen importantes desafíos por delante y esperamos sinceramente que esta contrariedad, que nace generalmente para exacerbar nacionalismos, no provoque situaciones que nadie quiere enfrentar.