martes, 19 de noviembre de 2013

LA NOTA DE LA SEMANA


MIGUEL TORRES SIGUE SORPRENDIENDO

Aun no se la razón (o las razones) del por qué Miguel Torres (el viñatero) no es querido por sus pares que elaboran vinos en nuestro Chile. No es un tema nuevo, pero no he visto nada publicado en las revistas especializadas. A ciencia cierta, aparte de algunos amigos que hizo en Curicó, pocos viticultores y embotelladores lo mencionan. ¿Será envidia de los logros que ha tenido esta familia española? ¿Será problema del mismísimo Torres?

Lo conocí hace 25 años y aun continúo viéndolo cuando viene a Chile. Recuerdo bastante bien su viejo maletín de cuero y sus anotaciones que hacía ante cualquier pregunta. Cuando la viña Torres hizo su ingreso al país, fue el primero en guardar sus vinos en estanques de acero inoxidable y sus vinos cambiaron para siempre la forma de elaboración que tenían sus colegas nacionales. Me atrevo a decir que fue el primero en todos los cambios de la vitivinicultura chilena: desde la Fiesta de la Vendimia, pasando por el vino orgánico, la venta del vino en copas en los restaurantes, la importancia del vino en la salud, el enoturismo (con el primer restaurante integrado a una viña), la sustentabilidad, su propio pisco (El Gobernador) y tantas otras cosas que no recuerdo.

Hace un par de años le puso el ojo a la cepa País y se decidió a rescatarla, a pesar de que muchos viticultores no la tomaban en cuenta. Una cepa pobre ya que a pesar de existir más de siete mil hectáreas plantadas, nadie daba un peso por esas uvas que recolectan cerca de 8 mil productores. Con el respaldo de CORFO logró sacar al mercado el primer espumante rosé, 100% uva país, el que tuvo una excelente acogida en los consumidores.

La semana pasada, Torres nuevamente fue noticia tras sacar al mercado “Reserva de Pueblo”, que nace de la antigua esencia de la agricultura de nuestros antepasados. Este vino marca es el retorno al trabajo de la tierra que realizaron nuestros ancestros, pero con las nuevas técnicas de elaboración de vino, que no sólo rescata la cepa más antigua de Chile, sino que también las tradiciones chilenas.

Ojalá algún día sus pares lo reconozcan. Razones tiene de sobra. (JAE)