PANKO
Nikkei a precio
justo
En las
últimas semanas del 2015 y el rápido inicio de este nuevo año, el Patio
Bellavista se ha convertido en visita obligada de una gran cantidad de turistas
que vienen a nuestra capital, sean ellos de regiones o extranjeros. Poco a poco
los locales que atienden a los numerosos comensales se han ido adaptando a un
sistema nuevo de trabajo, quizá pocas veces establecido en los centros
gastronómicos, donde el factor horario es clave ya que operan todos los días de
la semana y cierran las puertas después de medianoche.
En uno de
mis últimos recorridos llegué al Panko, un restaurante con mucho nikkei, esa
sabrosa mezcla de la fusión entre lo japonés y lo peruano. Para ser objetivo,
este es el segundo local con el mismo nombre ya que en el Barrio Lastarria, su
propietario, Yonatan Malis, había experimentado con un mini-local, con
capacidad para seis personas, que gustó tanto que durante muchas semanas se
convirtió en el número uno de Trip Advisor. Una pequeña barra de sushi y
maestría para combinarlo con salsas y especias peruanas, lo convenció que debía
crecer y encontró un local esquina en el interior del Patio Bellavista,
convirtiendo una terraza sin mucho destino comercial en otro local de la
pequeña pero exitosa cadena Panko.
El nuevo
local es pequeño, simple y sin muchas pretensiones, pero con una grata cocina.
Aún no hay muchas alternativas de coctelería o alcoholes disponibles pero están
habilitando una barra. Por ahora de todas maneras se pueden pedir cervezas,
sours peruanos, algunos vinos o unos ricos hatsu.
Julio
Carmona, el chef, llegó a Panko tras trabajar en el prestigioso Osaka, y se
nota. Cada preparación cuida los detalles y los sabores que probé fueron
únicos. Conociendo Osaka y Naoki (tal vez los mejores referentes nikkei en
Santiago), no encontré nada igual, y acá los precios son bastante más
accesibles. La pasión y dedicación se notan, y marcan la diferencia.
Destaco las
Pinzas de jaiba con salsa nikkei (6.900), y los Nigiris de foie gras son
realmente espectaculares. Por favor no se vayan sin probarlos. Todos los
nigiris en general me parecieron muy recomendables. En los rolls, ricos
también, sobresale el “acebichado” (6.900 los 10 cortes) y el “saltado roll”
(6.400).
El objetivo,
ser un referente de calidad a valores bastante cómodos, lo están logrando. El
servicio es informado aunque la cocina es algo lenta debido a la cantidad de
pedidos que el “itamae” y sus ayudantes deben despachar. Aun así es un lugar
para ir con calma, comer tranquilo y disfrutar de las noches capitalinas que se
avecinan.
Panko: Patio
Bellavista, Constitución 30, Local 103 / 2 2732 1898