LA NAVIDAD ALREDEDOR DEL MUNDO
¿Cómo se puede entender la Navidad?
Seguramente, la respuesta dependerá de quién sea nuestro interlocutor, de sus
creencias religiosas, de su procedencia y de su nivel cultural.
En todas las latitudes, millones de
personas celebran la Navidad. En cada país hay ritos, música, preparativos, ornamentas
y costumbres distintas. Por eso, un repaso por la historia nos ofrece una
panorámica más abierta sobre el sentido de esta celebración y, a su vez, nos
permite conocer la evolución que ha tenido en diferentes países desde sus
orígenes, cuando su significado era estrictamente religioso.
No hay más que mirar hacia otras
culturas para constatar que las ceremonias religiosas y las celebraciones
populares poco o nada tienen que ver con el concepto que tenemos de la Navidad
en este lado del planeta.
NORUEGA: VELAS, DUENDES Y
NIEVE
Los
noruegos asocian la Navidad con la luz de las velas y el fuego en un rincón de
la casa. El 13 de diciembre, día de Santa Lucía, comienzan los actos
prenavideños, y esa misma noche los animales domésticos disfrutan de la primera
cena especial de Navidad. Los noruegos decoran sus casas con canastas
trenzadas, coronas de tallos de lino y figuritas de duendes con base de piñas o
nueces. En las mesas de los hogares noruegos nunca faltan recipientes de arroz,
en los que se esconde una almendra que llenará de buenos augurios al afortunado
comensal que la encuentre. Salmón, bacalao, albóndigas de carne, paté de reno
con arándanos, crema de bayas. Un festín
regado con abundante cerveza y akevitt -aguardiente noruego-, completan
la gastronomía de estas fechas. Tras la cena, se ilumina el árbol de Navidad y
los niños aguardan la llegada del julenisse, duende navideño que en Nochebuena
se transforma en Papa Noël.
AUSTRALIA, NAVIDAD EN
PLENO VERANO
Las
navidades australianas cuentan con todo el glamour de las celebradas en París,
Londres o Nueva York; pero mientras en estas ciudades el frío y la nieve forman
parte del decorado navideño, en Australia luce el sol veraniego acompañado de
temperaturas que oscilan entre los 25 y los 38 grados centígrados. En los días
que preceden al 25 de diciembre, muchas familias aprovechan para, equipados con
mantas y velas, acudir al concierto Carols by Candlelight (Villancicos a la luz
de la vela), un acontecimiento multitudinario que se celebra en parques y
estadios deportivos de toda Australia. La celebración se completa con picnics
en parques, jardines y playas. El menú se compone de marisco, jamón dulce,
ensaladas, carne fría y budín.
ITALIA: LENTEJAS POR UVAS
En
Nochebuena, las familias italianas se reúnen a la mesa para la tradicional
cenone (la gran cena), cuyo menú está compuesto, según las zonas, de pasta
rellena cocida en caldo de capón, espaguetis con almejas, anguilas, verduras y
turrón. Esa misma noche los niños, reciben la visita de Papá Noel. Pero todavía
hay más regalos, los que el 5 de enero reparte una bruja buena llamada Befana.
En la Nochevieja italiana, las lentejas sustituyen a las uvas (implementadas en
España) para atraer la buena suerte en el nuevo año. Otra tradición muy popular
y que, dicen, depara buena fortuna es la de regalar lencería roja. Muy
arraigada está también la costumbre -entre romanos y napolitanos,
especialmente- de arrojar los trastos viejos por la ventana como símbolo de un
pasado finito.
ALEMANIA: UN BRINDIS POR
SAN SILVESTRE
Los
niños alemanes reciben la llegada de un madrugador San Nicolás la noche del 5
al 6 de diciembre. Sin embargo, no es hasta el día 24, tras encender las luces
del árbol y cantar los pertinentes villancicos, cuando dichos presentes son,
por fin, abiertos. Durante estas fiestas, las casas se engalanan con ramas de
Santa Bárbara, musgo y nueces pintadas, y las mesas se llenan de gansos
rellenos de manzanas, carne de cerdo asada y ron. El último día del año, el
protagonista es San Silvestre, quien vivió y ostentó el papado de la Iglesia en
el siglo IV. En su honor, corre la bebida, y encienden fuegos artificiales para
ahuyentar a los espíritus malignos.
RUSIA: MATRIUSKAS PARA
LOS MÁS PEQUEÑOS
Siguen
el calendario de la iglesia ortodoxa y, por ese motivo, las celebraciones son
unos días más tarde. En los hogares rusos, la cena de Nochebuena está compuesta
por doce platos, uno por cada apóstol. El pescado, acompañado por una sopa de
remolacha, es el plato estrella de las mesas navideñas en este país. El día de
Año Nuevo, los niños rusos reciben la visita del Abuelo de Hielo, también
conocido como Maroz, que al igual que Papá Noel luce una gran barba blanca y
viste anchas ropas rojas y botas negras. Tan entrañable personaje viaja
acompañado de una ayudante, la Niña de Nieve, y (sólo entre los más pequeños)
reparte juguetes, pasteles de jengibre y Matriuskas (muñecas rusas que
contienen dentro de sí muñecas más pequeñas).
MÉXICO: LAS POSADAS Y LA
MISA DEL GALLO
Aquí,
los festejos navideños comienzan el 16 de diciembre con las Posadas
(representación de la penuria que pasaron San José y la Virgen para encontrar
posada en su viaje a Belén). Durante nueve días, hasta Nochebuena, las familias
más proclives a respetar la tradición navideña se turnan cada noche y celebran
una posada en su casa. Tras la representación, comienza la fiesta, en la que
los niños rompen una Piñata que representa a Satanás, llena de naranjas,
mandarinas, caña de azúcar y maní. El día de Nochebuena, la tradicional cena se
celebra pasada la medianoche tras la misa. Este servicio litúrgico, la Misa del
Gallo, se celebra también la última noche del año, cuando es costumbre barrer
la casa para que la suerte entre limpia. El día de Reyes se celebra como en
España, recibiendo a los Magos de Oriente y dando buena cuenta del Roscón.
BRASIL: AL RITMO DE LAS
OLAS EN COPACABANA
En
la Navidad brasileña, el mar juega un relevante papel. En Nochevieja, el cielo
de las playas cariocas de Ipanema y Copacabana se ilumina con los fuegos
artificiales. En la legendaria Copacabana, las filhas do santo (sacerdotisas
africanas) encienden velas y lanzan al mar pequeños barcos llenos de flores y
regalos. Si la marea se los lleva, es un buen presagio, ya que significa que
Yemanjá, diosa de los mares, bendice el nuevo año. Esta misma deidad derrama
sus bendiciones sobre los habitantes de la ciudad de Salvador de Bahía, que
vestidos de blanco o del color del santo del candombé que reine durante el año
entrante, bañan en el mar sus pies desnudos.
JAPÓN: SE LIMPIAN LAS
CASAS
Cuando
llega diciembre, los habitantes del país nipón se apresuran a saldar cuentas, a
limpiar sus casas y enseres, e, incluso, a renovar el vestuario, como símbolo
de la entrada del nuevo año. El día 31 de diciembre, se celebra el Omisoka o
Gran Día Final del año. La tradición ordena que durante dicha jornada se
realice una limpieza especial de la casa para, después, pasar a degustar con
toda la familia las tradicionales tazas de fideos, símbolo de longevidad.
Cuando el repique de las campanas de los templos señala el inicio del nuevo
año, los japoneses, fieles a la tradición, visitan el santuario sintoísta más
cercano. Las celebraciones de estos festejos nipones de fin de año concluyen el
4 de enero.