ZAMBO
Pasito a pasito
Para
abrir una sanguchería hay que tener amor por el pan. Amarlo, respetarlo y
considerarlo como la materia prima más preciada del lugar. Y muchas sangucherías
pecan de ello, ya que poco les importa la receta o su procedencia. Sin embargo,
este novedoso local del Barrio Bellavista, ligado a Yonatan Malis, propietario
de los restaurantes Panko y Tambo, ha
logrado reunir todo lo necesario para convertir este lugar en uno de los
preferidos de los que visitan el barrio.
En
base a tres categorías, el Zambo presenta sus sánguches: criollos peruanos,
clásicos chilenos y gringos, además de ensaladas, chorrillanas y empanadas. Una
gran variedad de cervezas para acompañar y como ya se está haciendo costumbre
en Santiago, un servicio venezolano que supera con creces lo que
acostumbrábamos antes de esta inmigración. Como corolario para los clientes,
acá las cosas se están haciendo de buena manera.
El
“Club Zambo” (9.900) se está transformando en el fetiche del lugar: pan de
molde en capas y relleno con jamón acaramelado, queso chanco, tomate, lechuga,
tocino, pollo, tortilla de huevo y salsa golf, acompañado de papas o yucas
fritas es por cierto una de las mejores opciones que tiene la carta. Grande y
para satisfacer a dos estómagos normales, ha recibido halagos de clientes y de
la prensa local. Acompañado de cervezas (mexicanas, chilenas, alemanas,
holandesas, italianas, estadounidenses, belgas. irlandesas, españolas o
peruanas), convierten una visita en una experiencia de las buenas, donde
compartir no es pecado y entretenerse es parte importante de una visita.
Buenos
aperitivos y jarras de sangrías (9.900) a elección (blanco o tinto). A la hora
del postre, el Zambito (990), un cucurucho de helado con cobertura de
chocolate, un clásico peruano y una genialidad en la oferta que ya está
atrayendo bastante público. Reconozco llegar a contrapelo a esta sanguchería ya
que hay pocas que merecen reconocimientos formales. Yonatan Malis, uno de los
propietarios, es un tipo serio y dedicado a sus negocios, por tanto la calidad
de sus productos está asegurada. El lugar es cómodo y agradable. Si hay algún
reparo, las empanadas no son su fuerte por el momento, pero le mandé el recado
con uno de sus administradores. Si mejoran las empanadas… el Zambo estará para
grandes desafíos. Despacito eso si… pasito a pasito. (JAE)
Zambo: Dardignac 0195, Barrio
Bellavista / 25276 0040