martes, 18 de septiembre de 2018

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS                                             
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS

RODOLFO GAMBETTI
(SEPTIEMBRE) BAR TRAFALGAR (Hotel Crowne Plaza, Alameda 136 / 22638 1042): “Tonos neutros y sin estridencias, para que usted ponga la animación y el diálogo. Calidad en los productos, en los bocados, en la atención.  Un dato que importa: de lunes a viernes entre 19 y 21 horas ofrecen música en vivo, buffet de snack fríos, calientes y dulces y dos cócteles a elección en su satisfactoria “happy hours”. Y vaya que buen arsenal tienen: desde jugos, cafés y cervezas varias, incluyendo un alarde tragos: whisky blend, single malt, irish o whiskey bourbon, como sea su cariño. O si prefiere, seis variedades de piscos chilenos y un par de destilados peruanos. O absenta vert de 75° de alcohol, esa mítica bebida de ajenjo que volvió locos a poetas y pintores malditos en las orillas del Sena. Para que no ocurra, el surtido de picoteos y munición de boca es considerable. Hay pizzas (como la clásica Margarita, $7.000) platos varios, y sugerencias del chef tan contundentes como su famoso churrasco de filete a lo pobre ($12.000), “cuando se haya ido por el alambre”. O la gran hamburguesa ($10.500), que honra su título. O el club sándwich ($9.000), que siempre saca elegantemente de apuro.

WIKÉN 
ESTEBAN CABEZAS
(SEPTIEMBRE) COCOA (Vitacura 4607, local 9 / 22952 1753): “…cuando se puede comer allí un plato escaso y hecho con sabrosura, como es el pato a la norteña ($13.500), se pasa lueguito el rechinar de dientes. Porque la presa del plumífero con su piel crujiente, nada de seco, servido sobre arroz al cilantro con choclo grueso y arvejitas, es una gloria. Y es un plato que se sale del canon replicado en otros restaurantes peruanos. Aplauso por ello.” “Y ya, dejando el autobombo, es destacable un trío de cebiches ($13.000), en el que destacó uno de pescado que no era reineta. Oh, maravilla. Es posible. Así es la corvina: otro sabor, otra textura, otra cosa. Adjuntos, uno de camarones ecuatorianos (que ya se saben fomes) y otro de pulpo y ostión con toques de salsas nikkei algo intensas y pegotes.” “El otro fondo, junto con mentado pato, fue un trío de causas ($13.000), lindas y ricas. Una con pulpo al olivo, otra de pescado acebichado con sarza criolla y otra de camarón. Tres sabores bien tremendos y distintivos, una felicidad replicada.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(SEPTIEMBRE) LA TABERNA DE VIÑA (5 Norte 536, Viña del Mar): “Para compartir pedimos una croqueta de carne, de buen porte, de buena consistencia, sabrosa ($1.990); un par de baos rellenos con carne mechada y hortalizas ($5.300), que son esos bollos chinos hechos con harina de trigo, rellenos con diversas cosas (aquí toman la forma de un panqueque grueso doblado sobre sí mismo para contener el relleno): buenos, pero sin novedad; y un Huevo del rey ($ 4.900), que resultó la mejor de las entradas: huevo pochado puesto sobre un muy suelto puré de papas, con trozos de pimiento, de espárragos y trocitos de jamón serrano frito. Agradable mezcolanza.” “La espera de los fondos comenzó a inquietarnos: aunque fuimos los primeros comensales en llegar, hubo otros que llegaban, comían y se iban. Ominoso. Pero, en fin, llegaron.” “Revisen la cocina (puntos de cocción, salsas). No innovar en lo inmejorable (como el tradicional rabo). El servicio requiere urgente cirugía mayor o habrá naufragio.”