EL ISLEÑA
Una nueva caleta en la
capital
Poco
importa a estas alturas si el artículo “el” es el más adecuado para acompañar
un nombre femenino. Mal que mal estamos en el siglo XXI y las normas
ortográficas poco importan, no son tan necesarias como antes, ya que encontrar
lectores en esta nueva revolución tecnológica, es más difícil que criar
camellos en la Antártica.
Lo
importante es que esta nueva “caleta” que se instaló en Providencia, llena un
vacío en un barrio gastronómico y turístico emergente como la calle Holanda,
otrora residencial pero hoy llena de buenas opciones gastronómicas y hoteles.
De allí la idea de sus propietarios, de darle un valor agregado interesante a
un amplio local que en un inicio estaba destinado a ser un café, como los
cientos que hay en la comuna. De hecho, con una decoración minimalista en base
a madera y cemento, poco indica que acá reinan los chupes, las machas, los
locos, mariscos y pescados en general.
Abierto
en septiembre del año recién pasado, de a poco han sumado clientes, muchos de
los cuales proviene de los hoteles que están en la zona, vecinos del sector y
todo un público trasversal, que se han pasado el dato acerca de este tranquilo
barrio, ubicado sólo a una cuadra de la frenética Providencia.
Mariscos
y pescados “a la chilena”, como pregonan el lugar. Salvo el cebiche –que ya es
universal-, acá privilegian una cocina con productos frescos que consiguen
diariamente en el Terminal Pesquero. Pieza clave en todo el proceso es César
Coronado, por años metido en la cocina de “El Ancla” uno de los grandes
referentes de la cocina marina de nuestra capital. Así, y acompañando una copa
de sauvignon blanc, llegan a la mesa cinco empanadas fritas de queso / camarón
($ 5.200), de buen tamaño, buen queso y limpia fritura, que nos anima a seguir
probando sus platos.
Un
“Poke de atún de Rapa Nui” ($ 7.200), mezclado con palta y sésamo, logra
ampliamente su objetivo de ir probando sabores de siempre. Luego, en los
fondos, dos extremos: un Atún en costra de sésamo, sellado a la inglesa, sobre un
cremoso risotto de verduras, con un suave toque de jengibre y limón ($ 11.200),
y, al otro costado, un incomparable filete de Merluza (pescada) frita ($
5.500), acompañada de papas fritas –con cáscara-. Felizmente, un tributo a nuestra
popular “pescada”, ya que aparte de económica, es sabrosa y enjundiosa,
comparada con la tilapia o los filetes de pangasio, especies que más vale no
referirse.
La
falta de decoración ad-hoc, perjudica los pergaminos que podría obtener este
lugar. Su gastronomía sorprende, pero a la vista da la sensación de estar en
una especie de “Quick Lunch marino”, donde se come rápidamente y sin pausas. No
soy experto en diseño ni en operaciones gastronómicas, pero acá sería necesario
intervenir –o darle una pequeña vuelta de tuerca- el ambiente general del
lugar. Como dice el refrán, los detalles hacen la diferencia.
Se
agradece la disponibilidad de los propietarios para generar un espacio con una
cocina difícil de explotar, como son las recetas marinas. Se puede contar con
los dedos de las manos restaurantes de pescados y mariscos chilenos en el
barrio alto, y El Isleña tiene todo para ser uno de los referentes de la cocina
marina en la capital.
El Isleña: Av. Holanda 148,
Providencia / 22233 4478