martes, 18 de junio de 2019

MIS APUNTES


 
EL ISLEÑA
Una nueva caleta en la capital
Poco importa a estas alturas si el artículo “el” es el más adecuado para acompañar un nombre femenino. Mal que mal estamos en el siglo XXI y las normas ortográficas poco importan, no son tan necesarias como antes, ya que encontrar lectores en esta nueva revolución tecnológica, es más difícil que criar camellos en la Antártica.

Lo importante es que esta nueva “caleta” que se instaló en Providencia, llena un vacío en un barrio gastronómico y turístico emergente como la calle Holanda, otrora residencial pero hoy llena de buenas opciones gastronómicas y hoteles. De allí la idea de sus propietarios, de darle un valor agregado interesante a un amplio local que en un inicio estaba destinado a ser un café, como los cientos que hay en la comuna. De hecho, con una decoración minimalista en base a madera y cemento, poco indica que acá reinan los chupes, las machas, los locos, mariscos y pescados en general.

Abierto en septiembre del año recién pasado, de a poco han sumado clientes, muchos de los cuales proviene de los hoteles que están en la zona, vecinos del sector y todo un público trasversal, que se han pasado el dato acerca de este tranquilo barrio, ubicado sólo a una cuadra de la frenética Providencia.

Mariscos y pescados “a la chilena”, como pregonan el lugar. Salvo el cebiche –que ya es universal-, acá privilegian una cocina con productos frescos que consiguen diariamente en el Terminal Pesquero. Pieza clave en todo el proceso es César Coronado, por años metido en la cocina de “El Ancla” uno de los grandes referentes de la cocina marina de nuestra capital. Así, y acompañando una copa de sauvignon blanc, llegan a la mesa cinco empanadas fritas de queso / camarón ($ 5.200), de buen tamaño, buen queso y limpia fritura, que nos anima a seguir probando sus platos.

Un “Poke de atún de Rapa Nui” ($ 7.200), mezclado con palta y sésamo, logra ampliamente su objetivo de ir probando sabores de siempre. Luego, en los fondos, dos extremos: un Atún en costra de sésamo, sellado a la inglesa, sobre un cremoso risotto de verduras, con un suave toque de jengibre y limón ($ 11.200), y, al otro costado, un incomparable filete de Merluza (pescada) frita ($ 5.500), acompañada de papas fritas –con cáscara-. Felizmente, un tributo a nuestra popular “pescada”, ya que aparte de económica, es sabrosa y enjundiosa, comparada con la tilapia o los filetes de pangasio, especies que más vale no referirse.

La falta de decoración ad-hoc, perjudica los pergaminos que podría obtener este lugar. Su gastronomía sorprende, pero a la vista da la sensación de estar en una especie de “Quick Lunch marino”, donde se come rápidamente y sin pausas. No soy experto en diseño ni en operaciones gastronómicas, pero acá sería necesario intervenir –o darle una pequeña vuelta de tuerca- el ambiente general del lugar. Como dice el refrán, los detalles hacen la diferencia.

Se agradece la disponibilidad de los propietarios para generar un espacio con una cocina difícil de explotar, como son las recetas marinas. Se puede contar con los dedos de las manos restaurantes de pescados y mariscos chilenos en el barrio alto, y El Isleña tiene todo para ser uno de los referentes de la cocina marina en la capital.

El Isleña: Av. Holanda 148, Providencia / 22233 4478