miércoles, 29 de julio de 2009

LAS CRÓNICAS DE LOBBY


FRANCK DIEUDONNÉ
Un francés achilenado

No es que haya dejado atrás sus oeuf en meurette y la gallina trufada (dos de sus grandes éxitos). Al contrario. Este francés nacido en La Borgoña sigue experimentando con aromas y texturas de su país natal. Sin embargo su labor como chef ejecutivo del restaurante Brick del hotel Radisson de Santiago y de asesor para los demás establecimientos de la cadena en el país, lo ha hecho enfrentar desafíos que van más allá de la comida gala.

Y el gusto por los nuevos sabores lo cautivó. De repente algo oriental, más allá algo peruano ocupando productos nuevos para él como el ají amarillo y el camote. Innovó en la carta “sabroso y saludable” que la cadena maneja a nivel mundial. Conocedor de los productos y sus múltiples variaciones, no trepidó en crear una carta sencilla y sabrosa para el hotel Acqua que Radisson tiene en Concón, para hacerle el peso a los múltiples restaurantes del sector. Jugó con texturas y sabores chilenos. Y muchas veces, para bien, desconcierta.

Como en su última carta de invierno estrenada en su restaurante. Quería un plato bien chileno pero con valor agregado. Personalmente Franck tenía buen acercamiento con el arrollado, debido más que nada a los ancestros de su mujer. Elaboró uno en su cocina y luego de cortarlo en rebanadas planeó adobarlo en panko y servirlo con diferentes pebres. El resultado, el personal de cocina acabó con el arrollado de prueba antes que lo degustaran sus superiores. Allí nació y ahí está: en la nueva carta. Sabroso y a la vez diferente, a la manera de Franck, a su manera.

Pero eso no es todo. Sorprende también con unos filetes de swai (blanquillo en nuestras costas), un fino pescado que no todos conocen, con escamas de papas y un pesto francés que gusta a rabiar. Su tournedos Rossini destaca por un puré con ajos asados y trufas que no deja a nadie indiferente y así, suma y sigue. La armonía con los vinos es de lujo. La Vinoteca se encarga de entregar este plus y lo hace de maravillas: Pinot noir William Cole; viognier Mayu Reserva: carménère Von Siebenthal 2007 más una larga carta de finos licores para los postres, donde el chocolate, la nutella y los pistachos entregan el dulzor necesario para terminar en paz un ágape de alta calidad gastronómica.

Atrévase. Cruce el lobby del hotel y llegue a su comedor. Es una experiencia diferente y gustosa. Piano a bordo, lo llevará por melodías del recuerdo y de las otras. Un servicio de estrellas para una gastronomía rica y variada. Una que sorprende y que provoca. (Juantonio Eymin)

Brick: Hotel Radisson Royal, Av. Vitacura 2610, Las Condes, fono 337 3140