martes, 2 de marzo de 2010

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(26 febrero) LA MARINA (Camino D-420, 3550, Puerto Velero, Tongoy, Coquimbo): “En Tongoy, el restaurante de los condominios de Puerto Velero se llama La Marina. Es la alternativa a comer en la caleta local o al viaje de una hora a Coquimbo o a Ovalle. Asomado sobre las embarcaciones deportivas del complejo, colecciona sabores y productos poco comunes. Su éxito es el cordero ovallino de cinco meses, asado a las brasas por ocho horas. Y también los quesos de cabra de Las Majadas de Camarico: frescos o maduros, ahumados o macerados en aceite de oliva y orégano, albahaca o eneldo. Agreguemos los premiados y escurridizos vinos de Falernia, del valle de Elqui, y los de Tamaya y Tabalí, de la cuenca del Limarí. Donde también se produce el pisco Mal Paso, que usan en un bien logrado pisco sour. Como bajativo ofrecen los licores caseros de Don Rufino, de Ovalle.”

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(26 febrero) AMAYA (Rudolph 112, casa 3, Cerro Bellavista, Valparaíso, fono 32 - 249 3567): “.La carta es brevísima (cinco entradas y seis fondos) y lo que nos pareció mejor fue un "piqueo peruano", especial para compartir, muy bien presentado en tres fuentecitas ($8.400). En una, cebiche de vieja (felizmente cada vez se encuentran más pescados de roca) en grandes trozos, con cebolla morada, choclo blanco peruano y "cancha", esos granos de maíz crujientes. La segunda traía ricos ostiones en tajadas con salsa líquida picante, y la tercera, causa con la papa amarilla puesta sobre bastante carne de jaiba, muy bien aliñada, y coronada con trozos de palta. De fondo, un abundante arroz verde al cilantro, con hartas machas blandas y camarones de buen tamaño, a la chiclayana ($5.900), y un ají de gallina de carne deshilachada tal vez en exceso, con huevo duro y aceituna amarga, que no me gustó porque el guiso resultó desabrido ($5.800). Tampoco es agradable que no cambien los cubiertos entre plato y plato. De los dos postres de la lista, elegimos la panna cotta con una agradable salsa de maíz morado ($2.200). Café ($700) y vino chardonnay Reserva 2008 Las Niñas ($10.800).”

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(26 febrero) ESQUINA GOURMET (Vitacura 3859, fono 207 0888): “¿Por qué hay restaurantes que ensayan con clientes? ¿No sería mejor abrir con todo en regla, full operativo? Además, considerando que este nuevo local del paseo El Mañío funciona al alero de un decano de calidad, el Miraolas, ¿no es más incomprensible la situación?” “Y bueno. Vino blanco por copas (cuando se pidió tinto, dijeron que no había, aunque apareció luego en otras mesas. Mal). Unos erizos bellísimos (sí, son feos, pero las lenguas eran de color claro y de buen tamaño, $5.500) y unos impecables calamares a la romana ($4.900). La mesa cojeaba y se demoraron en arreglarla.” “En general, el servicio estuvo un poco lento. Tampoco tenían lenguado ni un par de platos de la carta (el tortelloni de centolla uno de ellos).”

DANIEL GREVE (Qué Pasa)
(27 febrero) PAD THAI (Manuel Montt 231, Providencia, fono 264 1957): “Entrar en Pad Thai es desconectarse de todo lo que lo rodea. Como viajar al corazón del Valle del Elqui, por poner una imagen. Ese carácter residencial y relajado -está la piscina, el perro de la casa, el parrón, todo en armonía- le entrega un primer encanto.” “…los platos poseen sabores auténticos y los precios son justos. Más que justos. Prueben el Pad Thai ($ 5.900) -que es el plato emblemático tailandés y, por supuesto, de la casa-, lleno de los contrastes que generan la salsa tamarindo, la de pescado, la pasta de arroz y los camarones, pero préstenle especial atención al Kang Matsaman Curry ($ 5.800), una delicia especiada como pocas, embellecida por una abundante y rica salsa.”

YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(26 febrero) CAFÉ DEL ÓPERA (Merced 395, Santiago Centro, fono 664 5491): “… el nuevo “Café del Ópera”, vecino al excelente restaurante de ese nombre, es uno de ellos.
Situado en calle Merced 395 (teléfono 6645491) tiene la ventaja de estar bajo la dirección gastronómica de Mathieu Michel, el mismo chef del Ópera y el Catedral, lo que permite aprovechar los elementos comunes. Así, además de lo que cabe esperar en cuanto a servicio de té y café, sandwiches, helados y dulces desde la hora del desayuno en adelante, hay ensaladas y sopas, cervezas y bebidas, todo ello marcado por un sello propio. Si los helados artesanales (también para llevar, como los sándwiches y dulces) son exquisitos y originales, en la línea de los cafés se ofrecen diez tipos diferentes y los tés e infusiones son Twinning, Chamana o Inti Zen, las aún pocas cervezas dan para escogerlas chilena, mexicana, danesa o belga, y la chocolatería utiliza productos venezolanos de primera clase.” “Pero quizás su toque más personal esté dado por los Beledge Broodjes, el estilo belga de los sandwiches. Aparte de ofrecerse en pan blanco e integral, y en dos tamaños (baguette y piccolo), servidos en dos porciones crujientes y, a lo menos en el primer caso, equivalente a un plato suculento, permiten un diseño a gusto del cliente. En efecto, hay catorce productos básicos (jamón, queso, pollo, jaiba, entre otros). Elegido uno de ellos, se le puede agregar tres acompañamientos seleccionados de entre diez posibilidades y una o más salsas

CÉSAR FREDES (La Nación Domingo)
(28 febrero) LE BISTROT (Santa Magdalena 80, local 7, Providencia, fono 232 1054): “Hay una cocina de bistrot que expresan los platos de charcutería o quesos, tres o cuatro sopas y preparaciones clásicas, casi siempre guisos, como el coq-au-vin, el boeuf bourguignon o el confit de pato. No falta una quiche, un par de ensaladas y los clásicos postres franceses como la consabida créme brûlée.” “La explicación de una cocina que ofrece algunos platos mejores que otros, pero que tiene puntos notables, reside en la presencia de un joven chef francés llamado Gaetan Eonet, que ejecuta muy bien, precisamente, los platos clásicos de un bistrot. Pocos patés de campagne tan aromáticos, sabrosos y suculentos hemos probado como el plato con que tres amigos iniciamos nuestro almuerzo del día miércoles. Era justo la pasta de naturaleza tosca, pero sabrosísima y abundante, con buen pan caliente y a un precio de sólo $3.400.” “Merece público y, por su cocina, éxito. Podría incluso fortalecer el polo Rivoli-Baco en plena Providencia.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(28 febrero) CIUDAD VIEJA (Constitución 92, Providencia, fono 248 9412): “Gracias a su carta que ofrece sándwiches totalmente distintos a los clásicos chilenos, el local ha llamado la atención.” “Ella se decidió por un gran pilón, hamburguesa con queso azul y cebolla acaramelada en pan italiano, y yo, era que no, por un sándwich de lengua en marraqueta con pimientos, cebolla tipo escabeche y pebre al merkén. Ambos venían en platos de greda con potes de mayonesa casera para acompañar. La hamburguesa estaba algo recocida, lo que la hizo resistente a los embistes del cuchillo, aunque la combinación de ingredientes era rica. Mi emparedado de lengua estaba blandito y rico, con esa marraqueta de justa crujencia pero que no te rompe el paladar. No le sentí nada de merkén pero me gustó.” “Me quedé con ganas de probar otras variedades, pero será para la próxima, porque con un sándwich salí más que satisfecha. Además, como hacía harto calor, probamos varios jugos de la casa: uno de ají verde y hierba buena, rico; otro de frutilla-albahaca; una limonada hierbabuena y uno de manzana con pepino, que yo habría colado: cada tanto nos tropezamos con un trozo de cáscara o una pepa.”