EL CIRCULO DE CRONISTAS REVELA SUS GANADORES
Josef Gander y Franck Dieudoneé se llevan lo grandes premios en la noche de la crítica gastronómica
No sabemos cual de los dos premios es más importante, pero seguro que ambos son relevantes en la industria gastronómica. El Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile, conformado por una treintena de especialistas en diversas áreas, entregó, en una entretenida gala en el restaurante Oporto, los premios al trabajo realizado durante el 2009 entre las distintas áreas ligadas a la gastronomía y al vino. La labor no fue fácil y doy fe de que cada uno de los premiados tuvieron que pasar por estrictos pasillos donde se evaluaron sus competencias y bondades. Al final, trece premios (pareciera que el Circulo no le teme al número 13) que resumen una gran actividad enogastronómica en el año recién pasado.
Josef Gander, la figura del hotel Sheraton fue distinguido con el máximo galardón de la jornada. El premio Rosita Rovinovitch es para los grandes y Gander lo es. Genio y figura por años, se lleva un galardón más que merecido. Un gran chef y un excelente maestro para toda una generación de chefs que nacieron bajo su alero.
Pero hubo alguien que causó sensación el año recién pasado. El francés Franck Dieudoneé, chef del restaurante Brick del hotel Radisson. Al final los cronistas se rindieron a sus recetas que hace años son de las preferidas de los conocedores. Sus oeufs en Meurette, su gallina trufada y chispazos de chilenidad como su arrollado apanado, lo pusieron en la cúspide de los chefs que trabajan en el país. Un excelente galardón y un premio a su constancia.
Sorpresa causó la denominación al Chef Revelación del año. Tras largas reflexiones y en conocimiento que había dejado de trabajar como sous chef del restaurante Europeo, Gabriel Layera fue confirmado para ese galardón. Un merecimiento para los que trabajan en las sombras y muchas veces sorprenden.
Pero hubo más. El Divertimento chileno, el restaurante ubicado a los pies del cerro San Cristóbal y Pedro de Valdivia Norte, fue destacado por su cocina chilena tradicional, algo que llenó de orgullo a Bruno Sacco, su propietario y Flaminia, su hija y chef del lugar. Platos emblemáticos han salido de estas cocinas y hasta los más obstinados, se rinden con su pollo al coñac y otras delicias nacionales. Sin embargo lo francés salio a relucir cuando se escogió al restaurante del año. El Baco se llevo las palmas gracias a su excelente gastronomía, precio y calidad. Chile realmente sería otro si todos los locales fueran como este. Y por ello un premio más que merecido y aplaudido.
No es fácil la gastronomía en regiones y quienes salen a menudo pueden dar fe de ello. Sin embargo los cronistas no dudaron en escoger al restaurante Balandra, del hotel Colonos del Sur de Puerto Varas, como la más representativa de las cocines regionales. Una cocina de la zona que nace de las manos de la chef Pamela Fidalgo y que cautiva a una ciudad llena de viajeros como es Puerto Varas. Sin duda, hoy en día, la capital turística de Chile.
El chef Rubén Tapia, líder de la organización de chefs del Maule, y sin saberlo, el más afectado por el terremoto que asoló nuestro país, fue distinguido por su aporte al desarrollo de la gastronomía chilena. Eje fundamental de la cocina huasa, ha sido u gran aporte a nuestra gastronomía, y eso, merece aplausos.
Pero en nuestro país hay etnias y comidas foráneas que son parte fundamental de nuestra muestra gastronómica. Por ello los cronistas premiaron al Japón, el iniciador de las costumbres gastronómicas japonesas en nuestro país. Todo, desde los conocido sushis y sashimis hasta la mas extravagante receta japonesa partió allí hace muchos años, tanto que al local llegaban solo los diplomáticos, turistas y algunos chilenos que conocieron el país oriental en esas décadas. Hoy, el Japón merece de sobra este reconocimiento.
Definitivamente el gran desarrollo de la gastronomía en nuestro país, es gracias a los comentarios de la prensa y de la literatura. Por ello el Círculo decidió premiar a dos ejemplos de ello. A la revista Wain que gracias a su precio y calidad ha destronado a casi todas las publicaciones enogastronómicas del país, y al libro Recetas al pié de la letra, una humorística visión de la gastronomía escrito por Pilar Hurtado con ilustraciones de Alberto Montt.
Si los críticos gastronómicos son serios, los dedicados a escribir de vinos son una etnia digna de estudio. Luego de meses de discusiones y de análisis, llegaron a la conclusión de que el Enólogo del Año debía ser Rafael Urrejola, profesional a cargo de la línea Terroir Hunter (TH) de la viña Undurraga. Otro galardón de los “wine writes” fue para Pedro Parra, el “doctor terrior”, gracias a los grandes conocimientos en materia de suelos apto para cultivar la vid. Por último el MOVI, movimiento de viñateros independientes, pequeños empresarios vitivinícolas que se unieron para llevar sus vinos garaje al mundo, recibió el reconocimiento como la Iniciativa Vitivinícola del Año.
En total 13 galardones para lo más acertado de la gastronomía y vinos a nivel nacional. Una iniciativa que el Circulo de Cronistas realiza desde el año 1994 y que en esta XVI versión sirvió también para entregar un reconocimiento a la Mejor Empanada de Santiago, la tradicional cata que realiza el Circulo en septiembre de cada año y que esta vez recayó en Dolce y Salato, un emporio gastronómico abierto en el 2006 por Marcela Carrasco y Loreto Reyes, dos egresadas del Instituto Culinary.
Por esta vez, y en total, catorce premios entregados en una noche de lujo donde disfrutamos le alegría de los nominados y el compromiso de que nuestra gastronomía seguirá avanzando día a día.
No sabemos cual de los dos premios es más importante, pero seguro que ambos son relevantes en la industria gastronómica. El Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile, conformado por una treintena de especialistas en diversas áreas, entregó, en una entretenida gala en el restaurante Oporto, los premios al trabajo realizado durante el 2009 entre las distintas áreas ligadas a la gastronomía y al vino. La labor no fue fácil y doy fe de que cada uno de los premiados tuvieron que pasar por estrictos pasillos donde se evaluaron sus competencias y bondades. Al final, trece premios (pareciera que el Circulo no le teme al número 13) que resumen una gran actividad enogastronómica en el año recién pasado.
Josef Gander, la figura del hotel Sheraton fue distinguido con el máximo galardón de la jornada. El premio Rosita Rovinovitch es para los grandes y Gander lo es. Genio y figura por años, se lleva un galardón más que merecido. Un gran chef y un excelente maestro para toda una generación de chefs que nacieron bajo su alero.
Pero hubo alguien que causó sensación el año recién pasado. El francés Franck Dieudoneé, chef del restaurante Brick del hotel Radisson. Al final los cronistas se rindieron a sus recetas que hace años son de las preferidas de los conocedores. Sus oeufs en Meurette, su gallina trufada y chispazos de chilenidad como su arrollado apanado, lo pusieron en la cúspide de los chefs que trabajan en el país. Un excelente galardón y un premio a su constancia.
Sorpresa causó la denominación al Chef Revelación del año. Tras largas reflexiones y en conocimiento que había dejado de trabajar como sous chef del restaurante Europeo, Gabriel Layera fue confirmado para ese galardón. Un merecimiento para los que trabajan en las sombras y muchas veces sorprenden.
Pero hubo más. El Divertimento chileno, el restaurante ubicado a los pies del cerro San Cristóbal y Pedro de Valdivia Norte, fue destacado por su cocina chilena tradicional, algo que llenó de orgullo a Bruno Sacco, su propietario y Flaminia, su hija y chef del lugar. Platos emblemáticos han salido de estas cocinas y hasta los más obstinados, se rinden con su pollo al coñac y otras delicias nacionales. Sin embargo lo francés salio a relucir cuando se escogió al restaurante del año. El Baco se llevo las palmas gracias a su excelente gastronomía, precio y calidad. Chile realmente sería otro si todos los locales fueran como este. Y por ello un premio más que merecido y aplaudido.
No es fácil la gastronomía en regiones y quienes salen a menudo pueden dar fe de ello. Sin embargo los cronistas no dudaron en escoger al restaurante Balandra, del hotel Colonos del Sur de Puerto Varas, como la más representativa de las cocines regionales. Una cocina de la zona que nace de las manos de la chef Pamela Fidalgo y que cautiva a una ciudad llena de viajeros como es Puerto Varas. Sin duda, hoy en día, la capital turística de Chile.
El chef Rubén Tapia, líder de la organización de chefs del Maule, y sin saberlo, el más afectado por el terremoto que asoló nuestro país, fue distinguido por su aporte al desarrollo de la gastronomía chilena. Eje fundamental de la cocina huasa, ha sido u gran aporte a nuestra gastronomía, y eso, merece aplausos.
Pero en nuestro país hay etnias y comidas foráneas que son parte fundamental de nuestra muestra gastronómica. Por ello los cronistas premiaron al Japón, el iniciador de las costumbres gastronómicas japonesas en nuestro país. Todo, desde los conocido sushis y sashimis hasta la mas extravagante receta japonesa partió allí hace muchos años, tanto que al local llegaban solo los diplomáticos, turistas y algunos chilenos que conocieron el país oriental en esas décadas. Hoy, el Japón merece de sobra este reconocimiento.
Definitivamente el gran desarrollo de la gastronomía en nuestro país, es gracias a los comentarios de la prensa y de la literatura. Por ello el Círculo decidió premiar a dos ejemplos de ello. A la revista Wain que gracias a su precio y calidad ha destronado a casi todas las publicaciones enogastronómicas del país, y al libro Recetas al pié de la letra, una humorística visión de la gastronomía escrito por Pilar Hurtado con ilustraciones de Alberto Montt.
Si los críticos gastronómicos son serios, los dedicados a escribir de vinos son una etnia digna de estudio. Luego de meses de discusiones y de análisis, llegaron a la conclusión de que el Enólogo del Año debía ser Rafael Urrejola, profesional a cargo de la línea Terroir Hunter (TH) de la viña Undurraga. Otro galardón de los “wine writes” fue para Pedro Parra, el “doctor terrior”, gracias a los grandes conocimientos en materia de suelos apto para cultivar la vid. Por último el MOVI, movimiento de viñateros independientes, pequeños empresarios vitivinícolas que se unieron para llevar sus vinos garaje al mundo, recibió el reconocimiento como la Iniciativa Vitivinícola del Año.
En total 13 galardones para lo más acertado de la gastronomía y vinos a nivel nacional. Una iniciativa que el Circulo de Cronistas realiza desde el año 1994 y que en esta XVI versión sirvió también para entregar un reconocimiento a la Mejor Empanada de Santiago, la tradicional cata que realiza el Circulo en septiembre de cada año y que esta vez recayó en Dolce y Salato, un emporio gastronómico abierto en el 2006 por Marcela Carrasco y Loreto Reyes, dos egresadas del Instituto Culinary.
Por esta vez, y en total, catorce premios entregados en una noche de lujo donde disfrutamos le alegría de los nominados y el compromiso de que nuestra gastronomía seguirá avanzando día a día.