miércoles, 20 de octubre de 2010

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

YIN Y YANG (La Segunda On Line)
(15 octubre) XING SHUN (Av. Vicuña Mackenna 8835, La Florida, fono 262 2601): “…un restaurante cantonés sin mayores méritos en cuanto a comodidad o decoración, pero donde probamos algunos platos excelentes que, a nuestro juicio, justifican la visita. Como todos, tiene tanto los aperitivos de uso común (wantanes, arrollados primavera, camarones mandarín) como los platos típicos más solicitados (varios tipos de picadillos, sopas con fideos, carne mongoliana, etc.). Sin embargo, la gracia que felizmente lo hace recomendable -pese a un servicio deficiente- está en la oportunidad de probar además de ellos recetas diferentes de las que se encuentran en otras partes y que responden a la gran tradición de las diversas regiones de esa nación.” “A diferencia de la costumbre de presentar la comida en trozos pequeños, nos llamó especialmente la atención un pescado de buen tamaño (en nuestro caso, róbalo, pero eso depende del abastecimiento del día) servido entero en una fuente, como suele hacerse en los banquetes chinos, sólo con algunas verduras, salsa y aliños. Asimismo, eran espléndidos el pollo picante con verduras y las berenjenas a la cacerola. Por cierto, como se acostumbra, todos estos platos ($ 5.800 el primero y $ 4.280 los últimos) alcanzan para varios comensales, por lo que el costo total de una suculenta cena sigue resultando absolutamente razonable.”

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(15 octubre) HOUSE OF MORANDÉ (Ruta 68, km 61, valle de Casablanca, fono 32 – 2754701); “un joven cocinero (Felipe Espinoza) le dedica su tiempo, con un menú -aparte de la carta- ideal para quienes pasan a conocer la viña y sus productos. Son cuatro platos, cada uno con su copa de vino Morandé bien elegido, y postre, de precio fijo ($18.900).” “El menú traía ceviches de camarón, de ostión y de blanquillo, servidos en cucharas de porcelana, con poca cebolla morada, rocoto, jengibre, cilantro, aceite y limón; brocheta de cordero con pebre de palta y puré de berenjena con ajo dorado, que fue lo que menos me gustó; fino raviol de salmón ahumado y ricotta en masa delgada con salsa de tomate, queso y alcaparras; filete de ternera con polenta que parecía sellada a la plancha y cebolla al carménère.” “Una cocina variada y bien hecha, adecuada a su objetivo, con detalles que podrían corregirse.”


ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(15 octubre) LA CEBICHERÍA (Pedro de Valdivia 065, Providencia, fono 231 4677): “La cocina fue lenta, y pese a que había muy poco público. La carta es breve, y no había ostras. Y, lo más preocupante, es que la cocina parecía hecha con paladar chileno... lo que a estas alturas, y malacostumbrados por nuestros hermanos peruanos, mejor que no. Primero, unos tiraditos en trozos demasiados grandes ($5.300) y con un toque de aceite (?!), aparte de estar salado. Un pulpo al chimichurri fue lejos lo mejor en sabor ($5.200), y blando, pero cortado en trozos más pequeños habría ayudado. Un ceviche mixto ($5.800) con la cebolla cortada pluma, pero gruesa, y con una nota picante que dominaba todo. Y un cóctel de camarón y salmón ($5.900) desviándose a lo dulce, hasta que apareció todo el picor debajo de los trozos.” “Como diría un MBA, una reingeniería urgente.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(16 octubre) TOROMIRO (Nueva Costanera 4076, Vitacura, fono 986 4803): “Para comenzar, unos ostiones gigantes en salsa de jaiba. Delicados, de buen tamaño y con una gustosa salsa. Muy logrado. Luego, una longanicita con pebre, acompañada de dos tajadas de grueso pan de campo. Rico, rico. Un pebre suave, pero bien preparado.” “Luego, unas deliciosas chuletitas de cordero que fueron pedidas casi quemadas y llegaron tostaditas, tal cual. Acompañadas de una papa al horno, también tostada, con crema y ciboulette. Inmejorable. Luego, un lomo a punto con vegetales grillados en trozos gruesos y muy apropiados para la carne. Que nadie espere esos enormes pedazos de carne. Aquí se sirvió un buen corte, pero para comensales normales, nada de Picapiedras. El postre quedará para otra ocasión. Estupendo café, acompañado de una trufa y chocolate de cortesía.” “Como recién comienza, lo de siempre: no cuentan con patente de alcoholes.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(17 octubre) DA CARLA (Nueva Costanera 3673, Vitacura, fono 206 0892): “Partimos con una ensalada Da Carla, con hojas verdes y salmón ahumado, impecable, que pusimos al medio y picoteamos. De fondo ninguna de las tres –no solo la “runner”- pudimos abstraernos al encanto de las pastas rellenas. A mí, al menos, me fascinan. Y para no ser tan majadera no pedí nada con berenjenas esta vez (ya me estoy haciendo conocida en el ambiente como amante de este vegetal!). Probamos unos Capellaci del castello, rellenos de zapallo y mascarpone, y con una mantequilla a la trufa negra exquisita. También los Tortelloni Zia Carla, más clásicos, rellenos de ricotta y espinacas con salsa de tomatitos y albahaca. Ambos estaban deliciosos, la pasta delgadita y a punto; muy buena. Pero los Gnocchi alla Sarda, rellenos con alcachofas, ricotta de cabra y salsa de jengibre fueron la estrella de la tarde.” “Fue una experiencia feliz para las tres, si bien no es una ganga.”