miércoles, 18 de mayo de 2011

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

ESTEBAN CABEZAS
(Wikén)
(13 mayo) CIUDAD DE MÉXICO (Rancagua 406, Providencia, fono 848 8684): “Aunque los nachos con puré de porotos, carne y queso derretido no estaban malos, necesitan rebautizo. La segunda alarma fue al pedir un "agua" (refresco en México), con la consiguiente cara de interrogación de la moza. La tercera fue con una michelada que venía casi a temperatura ambiente. Se pidió una fría, pero todas -fue la respuesta- estaban iguales. Ojo, nuevamente: el nombre viene de mi-chela-helada.” “Para los fondos, dos mix de preparaciones, ambos sabrosos pero sin ni pizca de picante. Hubo que pedir una salsa de chipotle. Los platos fueron un "Igualado" ($5.500), una enchilada (de maíz, con pollo, champiñones y crema, salsa de tomate y gratinada) y un burrito (en tortilla de trigo con mucha pasta de frijoles, trocitos de carne, chorizo, tomate, cebolla y queso). Y el otro fue un trío, llamado Ciudad de México ($6.900), con uno de carnita (chancho caramelizado con queso, arroz y frijoles), uno al macho (chips de tocino, queso fundido, pimentón, cebolla y alguna carne... no se consultó cuál se quería) y un DF de pollo (lechuga, queso, tomate y pollo).” “Es ingrata la sensación de probar una mano que tiene su sazón, pero que se desvía de lo que ofrece.”


SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(13 mayo) CUORE MATTO (Apoquindo 7741, Las Condes, fono 212 7078) Nota: Este restaurante cerró la semana pasada. “Comenzamos con dos porciones ligeras y sabrosas, como pequeñas entradas de estilo casero (la primera, una "receta de la abuela"): melanzane alla parmigiana, con la berenjena en cortes gruesos de consistencia suave, cubiertos con salsa de tomate natural, queso y albahaca fresca ($3.500), y pequeñas machas salteadas en vino blanco con una mezcla de ese mismo tomate y bastante mozzarella, todo puesto sobre varios trozos de pan tostado ($3.200). Pedimos también una suculenta porción de grandes lenguas de erizos nortinos, servidos en plato hondo y con dos pocillos, para el cilantro solo y mezclado con cebollín, además del jugo de limón, el aceite de oliva y tostadas embebidas en buen aceite ($10.800). De fondo, una gran presa de congrio Garibaldi, horneado y algo pasado de cocción, con cebolla y trozos de aceitunas negras y de anchoas, al estilo siciliano, además de papas asadas ($7.800), y tierno cabrito lechón "que no alcanzó a comer pasto" ($8.900).” Un almuerzo excelente.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(14 mayo) LAI THAI (Franklin 602, Cel. 7-7592165): Un cartel con los siete platos de la casa, desde $2.500 a $4.000 (el de carne). Pad Thai, Panang kung, sate gai, neu namman, salmón Khang dang, espagueti khang dang y klang kleaw, con grandes camarones ecuatorianos, pollo y unas salsas maravillosas. Picantitas y no tanto, con varios curry, leche de coco, tofu, especies y maní.” “No hay bebidas, pero se puede llevar un vinito, envuelto eso sí. No se saca nada con hacer reservas. Lo mejor es llegar bien temprano y sentarse hasta que abran. Con paciencia. La espera vale la pena. ¡Un descubrimiento!

DANIEL GREVE (Qué Pasa)
(14 mayo) BORAGÓ (Nueva Costanera 3467, Vitacura. F: 953 8893): “En mi visita puntual -ya no será la misma mañana ni pasado- pude enfrentarme a un pebre de piñones con tierra vegetal y germinado de cilantro, para untar en un impecable pan; la mezcla radical de pino y pepinos, con helechos del cerro Manquehue, láminas de manzana y leche de oveja chilota; rubillones de Curanilahue, grandes setas puestas sobre un pequeño brasero individual, a fuego vivo; y, entre otros bocados alucinantes, un mero cocinado en horno de barro sobre puré de papa bruja -papa morada del Sur- y aceite de albahaca, con toda esa noble grasa del pescado, la clorofila fragante extraída de los vegetales y el punto perfecto de los tubérculos. En los postres, flores, lácteos, mieles, tisanas, cítricos, garrapiñados, helados y hasta tubérculos. En resumen: aquí desfila lo mejor de la cocina endémica chilena.”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(14 mayo) TAMBO (José Victorino Lastarria 65, Santiago Centro, fono 633 4802): “Variada es la carta del local, ya se trate de chaufa de camarones ($6.200) o tequeños con guacamole (masas de wantán rellenas con queso fresco y palta, $3.900), jalea tambo, para 2 o 3 personas (con camarones, choclo, camote, $14.900). Ají de gallina ($5.800) o fideos saltados ($6.800). A lo que se agregan picantes, arroces, piqueos fríos y calientes, sándwiches ($2.800 a $4.400), ensaladas, postres ($2.500). Más las recomendaciones del chef, como seco de cordero, congrio mero macho o parihuela, tipo paila marina. Abre de lunes a domingo, el estacionamiento subterráneo está al frente y la estación de Metro es U. Católica.” “¿Cómo definir este restaurante en una palabra?: allí cocinan sabroso.

CARLOS REYES (Unocome.cl)
(14 mayo) ZINNIA (Nueva Costanera 3664, Vitacura, fono 935 7644): “…una cocina mediterránea de corte sencillo, competitiva en el barrio por medio de sus precios, pero sin transar demasiado en la corrección culinaria. Mal que mal, el hombre tiene su nombre en juego. Todo acorde a un espacio mucho más sencillo que los anteriores emprendimientos, pero espacioso y cómodo para ir de a uno, de a dos y de a tres, pagando por el precio de uno, en cualquiera de sus locales vecinos. En general la experiencia funcionó en la mesa y su breve carta augura eficiencia en esos del funcionamiento y rapidez de los platos que llegan a la carta. Es de esperar, que esta vez, la cosa se consolide en un barrio cada vez más competitivo en eso de comer bien, a precio si no módico, al menos más accesible.”

PILAR HURTADO (Mujer,La Tercera)

(15 mayo) DULCE ROCOTO (Tabancura 1530, Vitacura. Pedidos al 8810811): “Me llegó la noticia de este delivery y take away (pucha que estamos gringos!) de comida peruana y me entusiasmé a probar. Un exquisito ceviche de corvina al ají amarillo muy bien preparado. Un sabroso tiradito nikkei, con cebollín y toque de aceite de sésamo. Dos porciones de causa de camarones bastante okey. Pulpo al olivo no tan blando como era de esperar, pero la salsa era tan rica que mi cuñado, que es cocinero, lo perdonó. Acompañamos con cerveza mientras sacábamos los platos calientes del horno: original chicharrón novoandino, de pollo apanado en quínoa y con una salsa de maracuyá bien buena. Chaufa de pollo con bastante jengibre, harta carne y oscurito por la soya; aprobado. Escabeche de pescado muy sabroso y con un novedoso toque ahumado. Y un picante de camarones y locos que estaba de antología, los locos blandísimos, la base deliciosa preparada con caldo de locos y por ahí sus camaroncitos. Fue un verdadero banquete que coronamos con suspiro limeño casero.”