miércoles, 25 de abril de 2012

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(20 abril) ALFRESCO (Av. Las Condes 7542, Las Condes, fono 211 8054): “En este caso se trata de un perfeccionamiento del servicio en "delivery" que permite saborear en casa, junto al vino, las mejores recetas del local -salvo alguna de especial complicación culinaria- con igual calidad que en sus comedores, además del acostumbrado menú ejecutivo. Probé el sistema y funciona” “Optamos, de entradas, por pulpo a los tres olivos, con salsas al limón y de aceitunas negra y verde ($10.480), y "cebiche pineapple", reineta en cubos grandes con trozos de piña, cebollín blanco y verde, aceite de ajonjolí, limón, rocoto picado y encima maní tostado molido ($12.500). De fondo, arroz con mariscos, sorprendentemente a punto tras calentarlo ($8.980), y lomo saltado ($8.900) con espeso jugo, bastante cebolla cortada ancha, tomate y, aparte, papas fritas y arroz blanco. (Se anuncian también erizos nortinos con queso parmesano, en sopa y al pilpil). Todo muy bien aliñado, y -si uno lo pide- se arma en la vajilla del cliente con el diseño propio del restaurante.”


ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(20 abril) EL CEBICHE (Irarrázaval 1301, Ñuñoa, fono 341 8386). “En El Ceviche no están para medias tintas. Sus platos son grandes y los precios, que no se ven tan módicos, quedan en calidad de normales al ver la porción. Al punto que en una primera visita, tras apersonarse una jalea de mariscos tamaño grande (y al ir por la mitad), se optó por pedir que los dos platos principales -ya solicitados- fueran para llevar. Así fue la primera aproximación a El Ceviche, abordando al almuerzo una jalea que era para tres y cenando luego un sabroso ají de gallina ($5.800) y un salteado marino (con pulpo, camarón y champiñones + arroz, a $6.500) en la casa, viendo "Game of Thrones".” “Y no es que el lugar sea muy elegante, pero es sobrio y está bien atendido y la cocina es sincera. O sea, no se miente y va directo a ese hueso llamado estómago.”


RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(20 abril) CARRER NOU (Av. Miguel Claro 1802, Providencia, fono 727 1161): “…se estrena en Providencia un restaurante que invoca la fama de la Ciudad Condal en el mundo de la alta cocina. Se trata del Carrer Nou” “Invitan a conversar la amistad en la barra, junto a una tortilla de patatas y una espumante cerveza estrella Damm ($3.900), que también puede estar envuelta en jamón serrano. Después, tapas sencillas pero gratas como aperitivos: algo tan simple y catalán como el pa amb tomàquet, esas típicas tostadas con aceite de oliva, tomate y ajo ($1.500). O un Girona, rollitos de crepes rellenas con salmón ahumado o carpaccio, con finas hierbas y parmesano ($4.800). O gnocchi con tomate natural y albahaca, llamados De la garrotxa ($5.200). Tal vez un olot, pimiento del piquillo relleno con sobrasada y miel, gratinado con roquefort ($4.900). O galleguitas, empanadas fritas de atún ($4.000).” “Como novedad, un logrado platillo de sucedáneos de angulas con camarones al pilpil, cubiertos por salmón ahumado. Garrón de cordero al vino tinto, $6.900. Varias pizzetas y pastas, entre las que destaca una llamada De la Toscana, con ravioli de berenjena, tomate confitado, mozzarella y mantequilla de salvia ($5.400), que sí o sí habrá que probar. Los acompañamientos tienen identidad y se cobran aparte, como el mote con crema y parmesano ($2.200) y purés de zanahorias o lentejas.”


BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(21 abril) CASABLANCA (Hotel Terrado Suite, Baquedano 015, Antofagasta, fono 600 5820500): “No había sal ni pimienta en la mesa. Los erizos, un imperdible de la zona, resultaron con un fuertísimo sabor metálico. Se le indicó la situación al mozo, y, tras encogerse de hombros, se llevó el plato.” “Luego costó que llegaran los segundos, unas ensaladas olvidables totalmente. Más tarde, un café, pero tras larga espera. Y los platos ya usados seguían en la mesa. Hubo que pedir endulzante. A pesar de que había poca gente, anfitriona y otros garzones, el servicio fue lento, poco eficiente y dejó con un mal sabor de boca.” “Una pena y un gran pendiente de Chile. El desarrollo y la inversión sin educación y gente preparada, no sirve de mucho. Al menos en esta área.”


PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(22 abril) LES ASSASSINS (Merced 297, Barrio Lastarria, fono 638 4280): “Partimos pidiendo un paté de la casa que venía con unos trozos de marraqueta calentita buenísima; el paté no tenía mucho sabor y juraría que estuvo congelado. Luego probamos una omelette de verduras que para nuestra sorpresa estaba bien seca. El panqueque relleno de champiñones y camarones (poquitos) y gratinado estaba mejor: bueno el panqueque y jugoso el relleno hecho con champiñones frescos. La sopa de cebolla estaba francamente sabrosa, con pan frito y queso derretido. De postre compartimos una crème brûleé que estaba rica y bien preparada, aunque la capa de azúcar acaramelada ahí mismo (se podía sentir el exquisito olor a azúcar dorada) era demasiado gruesa. Buen detalle: tienen vino de la casa en medias jarritas que alcanzan para dos copas.


YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(20 abril) SUREÑO (5 de Abril 325, Chillán, fono 42 – 239 865): “La comida que pedimos en esa oportunidad estuvo antecedida por un pisco sour y un maracuyá sour (ambos a $ 2.400) y por una vaina y una cerveza Austral Lager (las dos a $ 2.200). Los platos de la mesa consistieron en una reineta con salsa mediterránea ($ 6.900) acompañada con papas horneadas al romero ($ 2.000); un pastel de jaiba ($ 6.800); unos sorrentinos ai funghi ($ 6.200), y un congrio con un salteado de verduras ($ 7.800) con guarnición de puré rústico al merkén ($ 2.000). A la hora de los postres, rollo de merengue con crema ($ 2.400), acaramelado de manzanas ($ 2.200) y crème brûlée ($ 2.400), y un café express ($ 1.000). Todo fue acompañado por una botella de carmenère Reserva de Leyda ($ 7.200). Una muy agradable experiencia culinaria, con precios que --si bien pueden ser mayores de lo que parece normal en una ciudad en la que todavía no abundan los establecimientos tan refinados como éste-- para quienes estamos acostumbrados al costo que se paga en los buenos restaurantes de Santiago, resultan en todo caso más que convenientes.”