miércoles, 24 de octubre de 2012

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(Octubre) CENTRE CATALA (Av. Suecia 428, Providencia, fono 233 2220): “ De las entradas, probé tres pimientos de piquillo presentados en forma tubular, rellenos con brandada (pasta aliñada, pero bastante seca) de bacalao, con salsa blanca y ciboulette ($6.200), y los mismos caracoles de mis recuerdos, unos 30 en general de buen tamaño, en su abundante y sabrosa salsa tradicional atomatada, con cubitos de chorizo y tocino (sin duda lo mejor), que también preparan con conejo ($6.000). De fondo, corvina grillada "bullabesa" con mariscos y un toque de alioli. El pescado venía en tres cortes gruesos y largos de cocción a punto, no muchas papitas redondas, choritos, pequeños calamares con sus diminutos tentáculos aparte, camarones muy chicos y una salsa líquida, liviana y gustosa a la que atribuimos generosamente el apelativo de bullabesa, aproximación que no quita que el plato fuera excelente ($7.500), y dos presas de cochinillo confitado y deshuesado, nada crocante pero de carne blanda, con poco jugo, unos tallarines de zanahoria con maracuyá, puré de papas más bien escaso y salsa de manzanas con morillas sureñas, a las que llaman múrmulas ($9.000). La lista es bastante atractiva con sus aportes de temporada, incluidas unas tentadoras "tapas para dos" por $6.000.”

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(Octubre) ZOCCA (Pío Nono 31, local 80, fono 249 8432): “El Patio Bellavista sigue expandiéndose y uno de sus nuevos locales, dedicado a pastas y pizzas, se llama Zocca. Y si bien es cierto lleva poco abierto, casi un par de meses, hay algo en su interior que no termina de cuajar. Y eso se llama -desgraciadamente- "cocina". “De los fondos, una pizza de rúcula ($7.200) con exceso de queso y unas cuantas hojitas para justificar el bautizo. La masa, eso sí, delgada y rica. Y unos cannellonis de centolla ($10.100) que no eran cannellonis, sino una masa tipo wrap -¿de lasaña, tal vez?- rellena con una sabrosa mezcla de centolla y queso crema. De que estaban ricos (y con HARTA crema), lo estaban, pero lo italiano brillaba por su ausencia.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(Octubre) EL JARDÍN DE EPICURO (Orrego Luco 034, Providencia. Fono 710 5451): “Partimos con tapas, tremendas tapas, pues venían cuatro en cada plato: butifarra con cebolla acaramelada y sobrasada con queso camembert (sí, lo admito, livianitas no eran), que nos gustaron. Probamos también una ensalada jurassic con mollejas de pato, queso francés, mix de hojas verdes y poco tomate cherry, la molleja algo dura. También unos buenos ravioles rellenos de foie gras y salsa de setas, bien buenos. Y lo mejor de la tarde: el plato vegetariano de risotto de mote con setas, queso camembert de cabra apanado y vegetales salteados; exquisito y muy entretenido, una prueba más de que lo vegetariano no tiene por qué ser soso. Después de una nueva espera probamos un postre entre los tres: bizcocho de almendra amarga (el que viene dentro de los duraznos, mezclado con mazapán), leche merengada y café. Creo que le hubiera sacado un poco de esencia de almendras, pues no la necesita, pero resultó ser muy original con ese toque amargo. A pesar de la lentitud el chico que nos atendió era un 7: amable, conocedor de la carta y los platos y no descuidó su mesa. En suma, un lugar para volver con gusto.”

CARLOS REYES (La Cav)
(Octubre) PORTOFINO (Bellamar 301, Cerro Esperanza, Valparaíso, fono 32 - 262 1464): “Un muy dulce Pisco sour ($ 3.500) le quitó prestancia al Crocante di Mare ($ 8.500), una selección de mariscos apanados en panko de manera impecable; pero de porción pequeña para su precio, sin mucho sabor marino y acompañado de una salsa tártara demasiado rústica. Al debe los entrantes. Los fondos mejoran: hay menos crema rondando que en visitas anteriores y ofrecen salseos adaptables al plato, independientemente a si es o no el pescado aparecido en la carta. Una Albacora ($ 8.200), a punto, bien tostada por fuera, se ligó a una salsa de camarones y vegetales grata en su conjunto. La corrección siguió en el Risotto Portofino ($ 8.200), con camarones y champiñones, lució un muy rico caldo base aparte de un toque anisado muy interesante. Con el arroz un poco más al dente, la prestancia hubiera sido mejor.” “En resumen: varios cabos sueltos que podrían anudarse mejor, en un lugar con pinta de icono y que está para mucho más.”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(Octubre) ENTRE RÍOS (Longitudinal Sur Km. 110, Rengo, VI Región, fono 72 - 97 71 70): “ Es posible comer allí por un promedio de $20.000, que incluye entrada, fondo, postre, copa de vino. Pero la carta está llena de tentaciones, como una entrada foie gras, con unas tostadas, imperdible ($12.000). O si prefiere un salmón gravlax, curado con polvo de betarraga y una mousse de horseradish o rábano picante ($5.500). También ofrece huevos pochados con las primeras trufas chilenas. O el famoso “oeuf en meurette”, huevo pochado en una salsa de vino tinto ($5.000). Fondos, notables: la poulard aux morilles ($8.000) pollona al jerez con morillas; steak tartare, ternera cruda con papas fritas ($9.000); pato al horno con endibias y quiche de cebollas moradas ($13.000); tagliatelle ai scampi y bisque de langouste ($8.000), memorable; pulpo a la parrilla sobre ají ($9.000). Para elegir vinos está el sommelier cusqueño Hugo Casafranca, que tiene el arsenal más contundente de variedades de vinos que imaginarse pueda. Incluyendo los propios vinos que produce Massenet, como su Flaviata, su pinot noir y su Donum, el producto top de su serie.”