TOMAS OLIVERA
UN HIJO, UN ÁRBOL... UN LIBRO
Y salió con la suya. Tras años de búsqueda, Tomás Olivera logró que una editorial se fijara en él y le ofreciera publicar un libro. ¿Por qué será que a todos los chefs les gustaría tener un libro propio? ¿Ego o un pequeño escritor entre cuchillos y pailas? Aun así, son pocos lo que lo logran. Escribir un libro es, al menos en Chile, una tarea de titanes y de mecenas. Decididamente tener un hijo y plantar un árbol es significativamente menos complicado.
Pero Olivera lo hizo. Le hizo el quite a su creatividad para acordarse de sus primeras recetas que plasmó en una publicación de tapa dura y con una fotografía de gran calidad aportada por Natalia Elis, una pelirroja talentosa que ya sea en color o blanco y negro traspasó al papel lo que necesitaba expresar Olivera. En fin, un ejercicio de largo aliento que dio a luz hace un mes y que se vende en librerías a un valor de $ 24.900.
Recetas simples, sencillas y directas es un aporte del respeto que siente Tomás Olivera por la cocina chilena. No la de mantel largo sino esa que se sirve sobre manteles de hule y jarras de vino. Aparte, mucho de su vida, de su filosofía y sus curiosidades. Él recuerda sus orígenes, sabe que no nació famoso y que una estrella lo guió (junto al esfuerzo) a ser reconocido por la crítica capitalina. No fue fácil y lo sabe. Pero a diferencia de muchos, a Tomás le gustaba la cocina y creía en ella. Pasó por el Zanzibar antes de llegar al Ritz Carlton a la cocina del personal. En la actualidad, de chef en CasaMar y a poco tiempo de celebrar sus 40 años de vida, junto a su árbol y su hijo, anda orgulloso con su libro, como si fuese otra batalla ganada.
No nos declaramos asiduos de los libros de recetas ni de los recetarios. Pero Cocinero + Casero + De Autor (editorial Planeta), es más que una recopilación de platos chilenos. Acá hay filosofía y tras ella un cocinero que ha sabido hacer bien las cosas. Un chef que en la actualidad es capaz de superar su ego tras una critica negativa, ya que aprendió que los comentarios le ayudan a mejorar. Por eso, leer y tener este libro como referencia es una buena idea… incluso para tanto cocinero que anda por ahí pregonando protagonismos que nunca han tenido.