martes, 24 de septiembre de 2013

MIS APUNTES GASTRONÓMICOS

EN EL DA CARLA SE CELEBRA COMIENDO…

Fue en 1958 cuando la italiana Carla Schiavini, una mujer de peculiar personalidad, de trato directo pero mirada acogedora, decidió emprender un desafío que no tardó en dar frutos. Su negocio fue el pionero del barrio, en pleno corazón de la ciudad, cuando eran muy pocos los restaurantes que habían en Santiago y, menos aún, los presentes en el sector. Poco a poco fue haciéndose conocida y con el tiempo se transformó en un hito gastronómico, donde los habitués del Teatro Municipal eran sus principales clientes.  Alcancé a conocerla y a degustar sus preparaciones en la calle Mc. Iver, un verdadero museo de fotos dedicadas y objetos regalados que ella colgaba en sus paredes. Luego de su fallecimiento vino la venta del establecimiento a un grupo de empresarios que han mantenido vivo el espíritu del Da Carla antiguo, aunque ahora situados en pleno barrio alto, donde con ánimo y tesón han logrado tener uno de los restaurantes de más prestigio de la ciudad.

 
 
55 años en el centro y diez en Nueva Costanera. Y eso es lo que comenzaron a celebrar hace algunos días. Un festival de platos de siempre y que simplemente llamaron “Degustando nuestra historia”, un glorioso homenaje a los platos más emblemáticos del ristorante y que podrá ser disfrutado (a mesa completa) hasta noviembre de este año.

“Degustando nuestra historia” (29.800 por persona), contempla cuatro opciones de “antipasti” y similar cantidad en los “primi” (pastas o risottos); “principali” y “dulci”, un verdadero paseo por la gran cocina italiana, esa que hemos adoptado como si fuese nuestra.

El ítalo Michelle Leone hace de maestro de ceremonias en nuestra visita. Sommelier de profesión, acá se ocupa y preocupa de todos los detalles de lo que será una gran jornada. Prosecco para partir e ir escogiendo los sabores y sorpresas que nos sucederán.

Inicié mi almuerzo con una sorpresa: un “crudo pantelleria”, elaborado con ternera, pesto Pantesco (en base de alcaparras) y helado de mostaza. Sabroso y original plato salido de las manos del chef César Palomeque, que tras once años en Barcelona llegó al Da Carla para darle mayores y mejores aires. Rico crudo, aunque igual probé ¡y feliz!, un buen trozo de queso grana padano del plato de mi vecina.

Pasta rellena de zapallo y mascarpone, con salsa de mantequilla a la trufa negra, fue mi “primi” solicitado. La pasta, al dente y un relleno majestuoso de calidad inmejorable. Luego, ricos Escalopines de ternera en salsa de limón, acompañadas de un risotto de porcini y setas mixtas, para finalizar mi propio paseo con unos Ravioli de mango rellenos con cremoso de vainilla y láminas de trufa italiana, con helado de mango. Todo ello acompañado de un bonarda mendocino de la bodega Durigutti. Un clásico argentino de origen italiano.

¿Se puede comer tanto?

Si, ya que los platos están adaptados a un menú que contempla cuatro pasos. Y cuatro pasos de los buenos, donde no hay errores de ningún tipo. Un almuerzo que al menos dura un par de horas ya que acá lo importante no es el tiempo, sino la composición de cada plato. Detalle no menor.

Si bien el comedor es de mantel largo, el próximo 24 de octubre se vestirá de gala para ofrecer una cena aniversario, donde hará estreno un Prosecco con denominación de origen otorgada por Talento Istituto Italiano, además del Amarone della Valpolicella, un vino tinto seco de sabor intenso a base de pasas (passito uvas) y elaborado en el Veneto. Una verdadera ocasión para sentirse en Italia… sin salir de nuestra capital.

¡Bien podrían darse cuenta los jurados de diarios y revistas de gastronomía, que existen más restaurantes italianos en la capital! A decir verdad. ¡Más les vale!, ya que cuando los encuestan y se ponen repetitivos pierden credibilidad. ¿O no? (Juantonio Eymin)

Da Carla. Av. Nueva Costanera 3673, Vitacura, fono 2206 0892