martes, 24 de febrero de 2015

BUENOS PALADARES

CRONICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONOMICA

MUJER
PILAR HURTADO
(FEBRERO) ACQUA (Hotel Radisson Concón, Av. Borgoño 23.333, Concón / 32254 6400 ): “Partimos con una cerveza y una copa de chardonnay de Apaltagua (valle central), que era el vino del día. Mi marido quería cebiche, así que pedimos el que en la carta anunciaba pulpo, camarones, ostiones y machas. Pero al antojado no le gustó mucho, ya que su sazón era más de una ensalada de mariscos que de un cebiche; le faltaba acidez. Del pulpo, los tentáculos eran pequeñísimos.” “ El asado de tira al vino tinto estaba sabroso y venía acompañado de pequeñas papitas salteadas. Mi plato, el salmón austral, lo pedí a punto y venía un poco más cocido, servido sobre un salteado de habas, tocino, papas y un poquito de camote, que le quedaba muy bien. La salsa era de coral de ostiones, estaba bien rica, pero me hubiera gustado que fuera un poco más para contrarrestar el pescado que estaba muy cocido para mi gusto.” “Su carta es sencilla y corta, con platos clásicos como caldillo de congrio y chupe de jaiba, pero al menos por lo probado esa noche, nos pareció que tan lindo hotel en tan privilegiada ubicación merece una vuelta de tuerca en su cocina.”

QUÉ PASA
DANIEL GREVE
(FEBRERO) RITUAL (Hotel Ritz Carlton, Apoquindo esq. El Alcalde): “Más que un hábito, sentarse en un café con algo de lectura y buena comida es algo así como un plan perfecto. Ritual, el nuevo café del barrio El Golf, lo tiene en mente para el día a día. Adosado al hotel Ritz-Carlton, es bastante autónomo: tiene acceso independiente desde Apoquindo, así que no es necesario entrar al hotel; el café es distinto: de hecho, comprado a tostadores locales -Dach-, por lo que se trata de granos frescos y de especialidad; y sus precios muy accesibles (desde $1.150 hasta $2.600), incluso más que los de conocidas cadenas que inundan el barrio con inferior calidad. Buenos sánguches -el de roast beef  ($3.300) muy generoso, aunque algo seco- y otras preparaciones dulces y saladas notables, como el Lima Roll ($3.600), nos harán volver. Más de una vez.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(FEBRERO) ICA DE LAS CONDES (Las Condes 12.560, Lo Barnechea / 2 2275 6662)  Con una carta razonable -ni breve ni verborreica-, se optó por deporte el escoger los platos que aparecían con el calificativo de "nuevo". Así se llegó a una maravilla de la novedad en cartas peruanas: el "solterito arequipeño" ($7.990), una ensalada fresca de habas con choclo y aceitunas, que junto a los camarones y el queso fresco en cubitos se transforma en un perfecto platillo etno-light,” “De los fondos (quedarán para después unos tallarines con pollo a la huancaína y el asado de tira, que no había), llegó una trilogía de pescados -salmón, atún y pescado del día- sobre puré de papa amarilla y salsa de chicha morada ($9.990). Grillado a punto el pescado, sabrosa la comparsa por un toque de perejil. Y para alguien con un apetito más XL, el plato ICA mar y tierra ($11.990), con filete, pollo, camarón y ostión sobre tacu tacu, con una sarza criolla que ayuda a pasar el bocado con su frescura alimonada.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(FEBRERO) OMAR KHAYYAM (Av. Perú 570, Recoleta / 2 2777 4129): “La cocina del Omar Khayyam nos pareció divisible por dos. Una parte, la de las bolitas fritas de esto y lo otro, de los ajíes rellenos (cuidado, pican), de los diversos tipos de kubbe (albondiguitas de carne, algunas rellenas), del babaganoush (el mejor puré de berenjenas de esa refinada cultura), del hummus (pasta de garbanzos, insípida aquí por falta de ajo), de la crema de ricotta (muy agradable), de los envoltorios de hojitas de repollo y otras menudencias análogas, nos pareció rica, ligera, sabrosa,” “La otra parte, la de los fondos, nos pareció, por el contrario, densa, afelpada, nada grácil ni pizpireta, como espera uno que sean esas imaginarias huríes que han de planear livianamente, no obstante su suculencia, sobre estos platos. De hecho, el principal fondo que catamos, la costilla de cordero rellena de arroz y carne ($6.200), olía tan intensamente a carnero -quizá por lo excesivamente grasosa-, que, apenas probada, la abandonamos.”