martes, 7 de abril de 2015

ACTUALIDAD


 
EN BÚSQUEDA DEL DÍA NACIONAL DEL VINO
Diecisiete instituciones relacionadas desde diferentes ámbitos con el sector vitivinícola nacional, además de la Fundación Imagen de Chile, apoyan las gestiones para instaurar, mediante Decreto Supremo, el 4 de septiembre como Día Nacional del Vino.

La fecha propuesta es el resultado de investigaciones realizadas por el académico de la Universidad de Chile,  Gonzalo Rojas y dice relación con la carta enviada por Pedro de Valdivia  el día 4 de septiembre de 1545, fecha en que el conquistador señala que "se ha acabado el vino, necesario para la nueva sociedad que se está instalando en el Santiago del Nuevo Extremo."
Para ello, los representantes de las instituciones comprometidas con esta iniciativa se reunieron recientemente con el Ministro de Economía, Fomento y Turismo, Luis Felipe Céspedes, para solicitar su apoyo en las gestiones ante el Congreso y definir una agenda de trabajo público-privada, a fin de establecer los mecanismos necesarios que permitan darle contenido a esta celebración.

La iniciativa que busca instaurar el Día Nacional del Vino surge de reconocer la importancia que tiene esta bebida para Chile como uno de sus productos más emblemáticos. Ello no sólo porque el vino genera más de 100.000 empleos directos –lo que representa un 15% de la fuerza laboral del agro chileno–, sino también por ser el único producto elaborado en Chile que lleva el nombre de nuestro país a las mesas de más de 1.800 millones de consumidores alrededor del mundo. Ello lo convierte en un pilar de la imagen-país y en un valioso difusor  de nuestra cultura e identidad, así como en un poderoso motor para la creciente actividad turística.
La celebración del Día Nacional del Vino busca destacar los 500 años de historia que tiene esta bebida en nuestro país, reconociendo su valor patrimonial, social y cultural. Asimismo quiere lograr que los chilenos se vuelvan a encantar con el vino y lo traigan de regreso a sus mesas como el mejor acompañante para sus comidas. Teniendo en cuenta que detrás de cada botella de vino hay mucho más que una simple bebida alcohólica, las instituciones incluidas en esta iniciativa se comprometen a trabajar en torno a la educación de su consumo moderado, a fin de que el vino sea también un aporte a la salud de los chilenos.