martes, 30 de junio de 2015

BIUENOS PALADARES


CRONICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(JUNIO) DULCERÍA MONTOLÍN (Av. Luis Pasteur 6211, Vitacura): “En Montolín hemos probado uno de nuestros dulces chilenos favoritos (quizá porque su dulzor es menos agresivo): los cuadrados de bizcochuelo con una capa de huevo mol, cubiertos con betún. La perfección. Hemos catado también los príncipes, cuyos materiales (delgada masa horneada, betún, manjar u otro relleno) son los mismos que en otras variedades: solo cambia la forma; pero ocurre aquí lo que con la pasta italiana, que es siempre básicamente la misma fórmula: solo cambia la figura. Y este cambio hace que todo cambie.” “Hay una docena o más de diferentes tipos de estos dulces, todos hechos con gran perfección.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(JUNIO) TAMBO PATIO BELLAVISTA (Constitución 30, local 52 / 2 2735 3519): “…sobre la misma mesa hay dos platos y uno es sublime y el otro no. Y no solo eso: el malo es realmente deficiente y el bueno es como para zapatear de gusto, jurando con la mano sobre el Larousse Gastronómico que hay que volver a por él. Muy bien y mal por Tambo, un local de comida peruana que partió pequeño y muy cumplidor en la calle Lastarria, y que ahora se expande y amplía en el Patio Bellavista.” “La maravilla en cuestión es esta: canelones rellenos de osobuco y cubiertos con salsa huancaína, con un poquito de queso rallado como final ($7.900). Esto, que al puro oído suena glorioso, en la boca es una ordalía de sabor. Y valgan todas las palabras más siúticas para alabar un plato que vale la visita por él.”

MUJER
PILAR HURTADO
(JUNIO) LAS LANZAS (Humberto Trucco 25, Ñuñoa  / 2 2225 5589): “De la oferta amplia, que incluye especialidades españolas como la tortilla, callitos a la madrileña, sangría y otros, elegimos unas patitas de chancho con salsa verde para empezar. ¡Qué manjar! Venían tibiecitas, con harta cebolla en cuadritos (morada) y perejil. Como fondos, un conejo escabechado con papas fritas y una merluza Don Manuel, a la gallega, con salsa de ajos, cebolla y papas cocidas. Ambos platos estaban buenísimos, el conejo suave y tierno, en una preparación que no llevaba vinagre -porque después nos topamos con la cocinera y le preguntamos- pero sí zanahoria y cebolla sabrosamente sazonados. Papas fritas caseras. La merluza muy rica también, y un deleite mezclar la salsa con la tan humilde y exquisita papa cocida. Postre no nos cupo… Comida sencilla y muy bien hecha fue lo que encontramos, junto a una atención cálida aunque algo lenta al comienzo. Para las tardes, la carta ofrece platos para compartir junto a un trago, cuya carta también es amplia. Las Lanzas nos pareció un clásico para volver con confianza.”