martes, 19 de julio de 2016

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA
WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(JULIO) SILABARIO (Lincoyán 920 / 2 2502 5429): “De una oferta que tienta con una versión enchulada del casero pastel de papa, una mechada en su estilo propio, un pulmay (que está en "veda", como solidaridad con Chiloé), una pichanga 2.0, unas empanadas fritas de tapabarriga y mantecoso y un mix de "panes" sureños como catuto, milcao, chapalele y millokin, se optó por un "veranito de san Juan" ($9.500), un caldo concentrado de carne pocas veces probado, INTENSO, con papas nativas, trozos de vacuno algo duros (sorry, pero se les fue) y un pedazo de costillar ahumado. Como para irse a hibernar después. Y una versión del tradicional cancato ($9.000), un plato que originalmente se hacía con sierra, que luego derivó a la ignominia del salmón y que aquí lo hacen con merluza austral.” “Para acompañar todo esto, un tinto ligero y natural muy bien recomendado de una carta que, nuevamente, combina tradición y novedad.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(JULIO) LA BRASSERIE (Guardia Vieja 181, Providencia / 2 3223 8468): “Partimos con unos huevos revueltos con láminas de trufa fresca de Chillán ($4.790), presentados sobre una rebanada de pan frito. Y luego catamos, entusiasmados, un huevo en meurette ($4.690), plato popular en la Borgoña: un huevo pochado en una riquísima salsa de vino tinto con tocino y chalotas. Ambas cosas, un monumento a la simplicidad y al buen gusto.” “El plato de pescados ahumados ($9.790) traía salmón (un trozo crudo y otro caliente), trucha y sierra: el ahumado fue sutil, perfecto, sin pasarse ni un milímetro de la raya, o sea, evitando el mortal peligro de estos platos que, si son hechos con mano pesada, hacen perder su sabor propio a los elementos.” “Resumen: excelente lugar. El patrón sale de la cocina y circula entre las mesas: óptimo.”

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(JULIO) EL CID (Hotel Sheraton, Av. Santa María 1742 / 2 2233 5000): “Nadie pensó nunca que, con la invasión de los celulares y las redes, “todos íbamos a ser críticos”. Si basta apuntar al plato y subir la foto, tecleando algo como “bakán El Cid” y está hecho. Y en verdad la nueva carta de El Cid, restaurante del Hotel Sheraton Santiago, se presta.” “Mérito del equipo que encabeza el chef uruguayo Gustavo Maurelli, que cumple ya tres años en Chile. El sommelier Marcelo Pino, por Casa Silva, eligió acompañamiento de vinos. Y tal como hace treinta años el Sheraton lideró la moda de “nouvelle cuisine” en su restaurante L ‘Etoile, del séptimo piso, ahora en el renovado espacio de la planta baja trabaja con la tendencia verde, empleando profusión de brotes frescos, que se cultivan en el propio invernadero del hotel.” “Cada plato es un alarde de técnicas en la preparación de cada ingrediente, con un resultado tan armónico como sabroso. Este invierno, los viernes y sábado habrá bailables con música en vivo. Como en los hoteles de las películas…”

MUJER
PILAR HURTADO
(JULIO) PANKO (Constitución 30, local 103-104 / 2 2732 1898): “Nosotras probamos el nigiri de foie (dos piezas), donde detectamos una diferencia de temperatura entre el arroz, muy frío, y el hígado caliente posado encima, diferencia que no nos gustó. Luego la volvimos a sentir en los rolls que pedimos, con arroz demasiado frío. Uno de ellos fue el olivo, relleno con palta y queso crema -que me pareció excesivo-, nueces, envuelto en pulpo cortado bien delgadito y cubierto con salsa de aceitunas moradas, describía la carta. La salsa, eso sí, nos pareció muy fome, rosada, o sea, con poca aceituna morada que es justamente lo que le da ese sabor amarguito y algo ácido que es delicioso. Pedimos también el roll arequipeño, tentadas por la salsa de ocopa, y porque la carta dice con ají amarillo y rocoto, que esta vez no venían en el plato. Nos quedamos con un poco de hambre, así que pedimos también el chanchito para compartir, servido con salsa agridulce, crocante por fuera y blandito por dentro, pero absolutamente falto de sal y de sabor, aparte de que se demoraron un resto en traerlo. En fin, tenía muchas expectativas de este lugar por todo lo que me hablaron de su primer local, pero francamente me decepcionó; esperaba mucho más.”