QUITRAL
Sólido en Lastarria
El
desafío fue grande. Equipar -y administrar- uno de los espacios más amplios del
Paseo Lastarria, conquistar un público transversal y competir a la vez con los
monstruos gastronómicos que dieron vida a este lugar, como Nolita, el porteño
Urriola y Casa Lastarria.
Escondido
al final del paseo, es difícil imaginar lo que hay adentro. Pero al abrir la
puerta uno se encuentra con un lugar grande y acogedor. Mucha madera sobre
hormigón afinado, una iluminación cálida con ampolletas a la vista, una
decoración simple y bien cuidada, sillones de cuero y una atmosfera bastante
moderna con parrilla a la vista, que está detrás de una larga barra de madera
que expone los más variados licores y vinos.
La
escenografía es perfecta y los propietarios se preocuparon desde un principio
en ofrecer una visión distinta de una cocina chilena más internacionalizada y
menos prejuiciosa. En tiempos que nuestra cocina popular está intentando
reivindicarse gracias al esfuerzo de antropólogos, cronistas y chefs (que aún
insisten en buscar antepasados y cocinas “puras” sin influencias foráneas), en
Quitral dejaron de lado los prejuicios y se lanzaron en una aventura que con el
tiempo ha rendido sus frutos.
Hay
ejemplos dignos de alabanza, como una Palta grillada (7.800) realmente
impactante. Al no estar acostumbrados a comer la palta caliente, acá se
justifica ya que viene con un agregado de camarones salteados y una excelente
salsa de mariscos y mini sopaipillas caseras, que lo convierte en uno de los
platos más sabrosos que he probado este año. ¿Cocina chilena? Sin duda alguna.
¿Atrevida? Obvio, para eso están los restaurantes.
Cristián
Hatte es el chef encargado de los fogones. Si bien bastantes clientes van por
su parrilla (vacuno, cerdo y pescados), los contrapuntos que logra con otras preparaciones
son bastante valoradas por los que ya conocen este lugar, como los Pejerreyes
rellenos con chupe de locos (11.400), las Prietas a la parrilla con puré de
papas (8.900) o su ya tradicional -y excelente- Pastel de choclo con asado de
tira (14.900).
Buena
mano sin duda. El servicio ha mejorado bastante a pesar del tamaño de un lugar
que de noche transmite bastante intimidad para sus clientes. Tienen una linda
terraza exterior que es ideal para compartir una cerveza o una botella de vino
con alguna tabla de cecinas sureñas provenientes de Capitán Pastene (11.200,
para dos), pero si la idea es almorzar o cenar en forma tranquila, el comedor
es lo más indicado.
Los
restaurantes del barrio Lastarria han ido dejando el amateurismo de lado y cada
día se ven con mayor frecuencia restaurantes bien diseñados y con buena
gastronomía. Es posible decir que en unas pocas cuadras se puede vislumbrar
todo el abanico gastronómico de una ciudad que bordea los siete millones de
habitantes. Y dentro de todo este espectro, el Quitral tiene mucho que decir.
(Juantonio Eymin)
Quitral: Paseo Lastarria
/ José Victorino Lastarria 70, local 4 / 22664 0850