CIUDADES PARA FOODIES
El
turismo en torno a la gastronomía está cada vez más de moda y son muchos los
viajeros que eligen sus destinos de vacaciones teniendo en cuenta la oferta
gastronómica que hay en cada lugar. Ciudades como Nueva York, con casi 20 mil
restaurantes censados, es el paraíso por excelencia de cualquier foodie. En Manhattan,
el viajero encuentra a cada paso locales para saciar su apetito, ya sea
sentado, en versión “to go” o a través de los famosos food trucks callejeros.
Otras
ciudades que debe visitar una persona que se considera foodie, son Roma, Hanói, Lima y
San Sebastián. En la capital italiana las propuestas no sólo radican
en la pizza y la pasta: es sencillo encontrar tabernas de cocina italiana
regional (toscana, calabresa, siciliana, napolitana), sumado a la infinidad de
quesos, panes, postres y helados. En Bangkok lo que reinan son los puestos callejeros:
tal es el éxito de este tipo de establecimientos, que resulta complicado
encontrar buenos restaurantes en la ciudad especializados en comida típica del
país. Lima
fue elegida como la “Capital gastronómica del 2013”. Cebiche, ají de gallina,
anticuchos o causa limeña son algunos de sus platos. San Sebastián es una de las
ciudades con más estrellas Michelin por metro cuadrado y las míticas barras de
pintxos del casco antiguo son, por sí solas, pioneras en la denominada “cocina
en miniatura”.
San Francisco es otro lugar al que un apasionado de la buena
comida no puede dejar de ir: la zona de Fisherman’s Wharf es idónea para los
amantes del pescado y los mariscos. Clam chowder (sopa de almejas) servida en
un bollo de pan son algunas de las opciones. En Tokio es casi imposible repetir el
mismo plato aunque se permanezca semanas en la capital japonesa; el sushi más
fresco preparado al momento, el ramen más reconfortante o las más delicadas
piezas del atún rojo, compiten en calidad y sabor con especialidades más
modestas como el tonkatsu, el okonomiyaki o las gyozas. En Hong Kong el abanico culinario es
muy amplio: los restaurantes con ofertas en mariscos y barbacoas se dan la mano
con otros de lujo, ubicados en los hoteles de las mejores cadenas, como el Four
Seasons o Mandarin.
En
Lyon,
la abundancia y variedad de productos han influido en la proliferación de
bouchons, restaurantes típicos donde probar algunas de las muchas
especialidades de la región -como las albóndigas, las salchichas de cerdo o la
sopa de cebolla- regado siempre con un buen vaso de Beaujolais, el vino de la
zona. Por último, la comida de Hanói, en Vietnam, es una de las más variadas del
sudeste asiático; la oferta cambia dependiendo de la región, pero los
denominadores comunes son el pollo, los mariscos o pescados acompañados de
tallarines o arroz y las hierbas y especias, como la lima kaffir -presentes en
muchos de sus guisos y en una gran variedad de sopas-.