miércoles, 19 de abril de 2017

LA NOTA DE LA SEMANA


 
LA INESTABILIDAD
Y LAS INVERSIONES GASTRONÓMICAS
En tiempos de inestabilidad económica la gastronomía se pone de moda, no tanto en la cantidad de comensales sino en la apertura de todo tipo de establecimientos que ofrecen desde un modesto café o un completo hasta lo más exclusivo de la cocina mundial.

El problema es generalizado y lo hemos planteado en más de una ocasión. Sin embargo aún hay quienes creen en cantos de sirenas y piensan que un restaurante –o bar, carrito, food truck, canasto etc, etc- es la mejor inversión que se puede hacer en la actualidad. Como la cocina está en la cúspide y todos los canales de televisión (y radios) están realizando programas dedicados a la cocina, es fácil caer en la tentación de creer que la gastronomía es un boom. De ahí a la concreción del proyecto hay poco tiempo, ya que tanto los que buscan locales como arrendatarios de espacios necesitan urgente resolver sus problemas.

Sucedió –y sigue pasando- con los atractivos Food Trucks, vehículos motorizados que alguien pensó que reemplazarían a los puestos de comida y a los vendedores de sopaipillas o mote con huesillos. Incluso crearon una Asociación para lograr mayores beneficios y poder obtener rápidos retornos de lo que les implicó adaptar o comprar un vehículo para tales efectos. Los resultados, negativos aun, los tiene con activos guardados en un garaje y con suerte salen una vez a la semana a captar clientes en alguna de las múltiples ferias de cocina que se realizan a lo largo y ancho del país.

Cuando se percatan que el negocio no era lo que habían pensado, comienzan los problemas: vender a un tercero o cambiar de rubro es lo primero que piensan. Sin embargo el daño ya está hecho. La billetera merma y hay que pagar empleados, impuestos, materias primas y amortizar el capital de entrada al negocio. La gran mayoría de los inversionistas no tiene espaldas, capital de riesgo ni mecenas que le ayuden a salir del problema. Nunca pensaron que el negocio sería malo y que perderían tanta plata como invertir en las famosas pirámides bursátiles. Para ser sincero, el éxito de un restaurante no significa que todos sus vecinos sean exitosos.

No crea en cuentos de hadas ya que la realidad es absolutamente diferente. Vea los riesgos antes de hacer realidad los proyectos ya que el futuro depende de su inversión. La inestabilidad golpea a todos y si bien se ven la gran mayoría de los locales repletos los fines de semana, la realidad es que casi siempre las ventas no alcanzan a pagar los gastos generales del negocio. Está difícil invertir dinero en la actualidad: o lo estafan o las ventas no son suficientes. Súmele a eso la labor del SII, de la Municipalidad, de las patentes y del SESMA… y busque otra alternativa ya que si alguien le contó que la cocina era un buen negocio, no era un buen amigo precisamente. (JAE)