martes, 23 de mayo de 2017

MIS APUNTES


 
LA PESCADERÍA DE WALKER

Cuesta triunfar de la noche a la mañana. Es difícil y más aún en el rubro gastronómico, donde la competencia es fuerte y complicada. De eso sabe bastante Fernando Walker, propietario de “La Pescadería”, restaurante que nos convoca esta semana. Walker partió hace más de 30 años con el Ferrigó, un local moderno para aquellos entonces y ubicado en Vitacura. Luego, los avatares de la vida lo llevaron a Nueva Orleans en los Estados Unidos y regresó con el concepto de la cocina cajún, propia de esa ciudad. Cambió de nombre su restaurante y como Delmónico e hizo historia dando a conocer una nueva cocina e identidad culinaria. Allí ofrecía una cocina entretenida y fue el primer restaurante en traer a la capital el atún fresco, algo que en aquellos entonces no se conocía.

Un resumen bastante conciso para confirmar que si bien Fernando no es un chef, maneja los sabores a su antojo y su vida se la ha dedicado a la gastronomía. Hace algún tiempo abrió La Pescadería de Walker en BordeRío y la hemos visitado para volver a reencantarnos con sus aromas, sabores y recetas que adapta para el placer de sus comensales. Su chef es Víctor Santana y entre ellos se produce una complicidad verdadera, donde lo cajún aun forma parte de las especialidades de la casa, donde predominan los pescados y mariscos (tal como su nombre lo indica).

En la terraza y en happy hours, ricos tacos de trigo rellenos con pescado, camarones o pulpo, que se acompañan con cervezas en una especie de “combo”. Su interior, remozado, recibe a los fans de La Pescadería, con platos y preparaciones sabrosas como los Choritos con papas fritas (9.800) o las Machas a la parmesana (12.800), uno de sus conocidos clásicos de este lugar.

Elaborados y sabrosos fondos, como la Merluza austral con risotto al funghi porcini, aceite de trufa y salsa de camarones al hinojo (13.500) de excelente factura y unos –aun sin valor- Choritos a la vizcaína, donde vuelve a relucir el sabor “cajún” tan propio de este lugar.

Una cocina interesante, con sabor propio y buen servicio. Un reencuentro feliz con los sabores cajún que hicieron famoso a Fernando Walker, donde los condimentos principales son el perejil, las hojas de laurel, el cebollín y la cayena seca.

La Pescadería de Walker / Av. San Josema ría Escrivá de Balaguer 6400, Vitacura / 22481 8803