martes, 25 de julio de 2017

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA
 
MUJER, LA TERCERA
PILAR HURTADO
(JULIO) MESTIERE (Av. Vitacura 9013 / 99280 8484): “Es muy bonita y acogedora esta nueva panadería y cafetería en Vitacura, con estacionamiento frente al local. Madera en tonos claros y olor a pan recién horneado atraen e invitan a quedarse. Fuimos con una amiga pues buscábamos un lugar donde comer algo mientras trabajábamos. Además habíamos visto sus huevos pochados y esa era la principal tentación, así que por supuesto que partimos pidiendo eso. Los sirven sobre tostadas integrales (de pan hecho ahí mismo) con puré de palta o con tomate en tajadas y el huevo de campo pochado encima. Pedimos uno de cada uno; excelente el pan, delicioso el huevo con palta. El pochado sobre tomate nos pareció que quedaría mejor con el tomate pelado y cortado en cubos pequeños, pues es difícil de comer y así resultaría también más fino.” “El café de la casa, del que ofrecen muchas variedades, equilibrado y bien preparado. La atención fue un poco lenta, pero bien intencionada. El local tiene un pequeño emporio donde se puede comprar el pan y otros productos. Buen lugar que merece unos pocos ajustes.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(JULIO) SOHO THAI (Carmen 93, Santiago / 22833 0091): “Con una atención diligente y bolivariana (qué bien atienden nuestros hermanos del continente), se optó por una tabla de entrantes para dos ($14.900). Oh. Buenísima. Los pinchos de pollo satai en su punto, blanditos, con una nota aromática que podría haber sido de parrilla. Únicos. Los mejores de Santiago dentro de su simpleza. Unos rollitos primavera vegetarianos, unos camarones apanados también en su punto y unas mini croquetas de carne con pimentón y un algo extra indefinible en su mezcla, los que resultaron ser una de esas sorpresas que se esperan de la visita a un restaurante étnico. En la oferta abundan los clásicos currys, algunas preparaciones al wok y variadas ensaladas thai. Entusiasmados por la rareza, se pidió un pulpo Soho ($10.200), que venía con arroz y verduras grilladas, con una salsa del tenor del pad thai, algo agridulce. Sabroso, pero duro. Y chao entusiasmo. Se pudo dar cuenta de los trozos más delgados del bicho y se dejó la mitad. Y eso que se optó por no pedir el clásico pad thai para experimentar...”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(JULIO) EL TERNERO (Dublé Almeyda 2438, Ñuñoa): “A menos que salga otra cosa. Como fue el caso aquí: pedimos un lomo veteado (descrito impropiamente como "vetado" en la carta: no hay, que se sepa, veto alguno sobre tan inocente corte). Y lo que nos llegó fue un agradable trozo de carne a punto, como se había pedido, pero que no era lomo veteado: hasta el más gaznápiro reconoce este corte por las vetas (de ahí lo de "veteado") de grasa que lo cruzan. Este trozo no tenía ni una, ni una sola. Para ser un bistró especializado en carnes, tarjeta ¿roja?...” “El crudo ($3.800) con que iniciamos la experiencia no fue lo que uno entiende por tal sino que, como venía cortado en daditos más bien grandes y bien aliñado, constituyó un muy buen tártaro, escoltado por una muy agradable ensaladilla y unas tostadas cubiertas con queso derretido, cosa inusual pero muy bien lograda.” “No es la típica "parrillá" (qué alivio). Es bistró nuevo (un año). La base está bien, pero atención a los detalles. Faltaban cosas (muy sencillas, como prosciutto) en la carta. Pongan pan caliente. Menú breve (bien). Carta de vinos, breve y adecuada. Ambiente agradable. Muy buena relación precio/calidad.”