martes, 1 de agosto de 2017

BUENOS PALADARES

CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

MUJER, LA TERCERA
PILAR HURTADO
(JULIO) ALEMÁN EXPERTO (Santa Magdalena 61, local 6, Providencia / 22702 6034): “La carta ofrece sándwiches con base de hamburguesa, mechada Bbq, ave, lomito, churrasco, un par de hot dogs y hamburguesa de quínoa. También hay ensaladas y algunos platos -crudos, erizos, chuletas con agregado-. Los emparedados también se pueden pedir al plato con un recargo.” “Me tincaba la mechada Bbq, pero pregunté y el garzón me dijo que la salsa no la hacían ellos, así que opté por probar un lomito con la preparación de la casa. En verdad era grande la jarra de sangría, menos mal no andaba manejando. Era una sangría con naranja y piña, algo poco ortodoxa pero refrescante. Llegó el sándwich con pan frica lo suficientemente compacto, tostado y calentito, con tomate cuidadosamente pelado, puré de palta, queso, pepinillos, mayo y tocino, al que le hubiera venido bien un poco más de tostado.” “El lomo es cuento aparte, ya que lo encontré muy delgado y reseco. A un alemán, y experto, más encima, le exijo un lomo más jugoso y a punto. Este era como un churrasco de chancho, ultradelgado y sin nada de jugo.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(JULIO) AMBROSÍA (Nueva de Lyon 99 / 2 2233 4303): “ Ambrosía es un restaurante que partió en una ubicación extrema, tras la Casa Colorada del centro. Años después se mudó a Las Condes y ahora, hace pocos meses, abrió una versión prêt-à-porter en Providencia. Se trata de un bistró que conserva esa misma alma pero en un cuerpo más informal y pequeño.” “… la carta, donde se puede pedir el plato completo o una mitad del mismo: una maravilla que se recomienda y que se probó en esta ocasión. Llega el pan fresco y una mantequilla saborizada. Y en un tiempo prudente llegan los primeros platos. Un tártaro de filete ($7.500), con un punto quesoso y hojas de kale fritas. Lindo y rico. Lo mismo un pulpo blandísimo ($8.500) con un puré espeso que casi le gana en exquisitez a la proteína principal.” “De segundos, nuevamente medios platos. Una fina pasta fresca ($7.000) con un toque de trufa nada cargante (es muy fácil pasarse en la materia), con una cremosa yema de huevo coronando. Casi impecable, pero un punto extra de sal no le hizo bien. Y al mismo tiempo, algo que ya merece ser elevado a must: una croqueta de queso de cabeza apanada ($6.500), rodeada de diversos escabeches. ¿Cómo elevar hasta la nobleza a una preparación de matadero? Aquí lo hicieron.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(JULIO) CAFÉ BOVARY (Julio Prado 1242, Providencia / 22225 7147): “El lugar está muy discretamente decorado, sin alardes ni notas discordantes. Un perfecto pequeño bistró. Y ofrece como almuerzo una o dos entradas y dos platos de fondo a elección. No hay vinos ni bebidas alcohólicas, pero sí muy buenos jugos naturales.” “La entrada ese día era un tiradito de róbalo ($2.600): nos pareció irreprochable en el corte y frescura del pescado y en la salsita que lo cubría, criteriosamente peruana. Solo repararíamos una cosa: la exigüidad del contenido que, no obstante su bajo precio, podría aumentar en un 15% y dejaría más que feliz a cualquiera.” “Después probamos los tallarines con salsa de zapallo ($4.500). Y aquí comenzaron las sorpresas, porque la calidad del plato dejó en evidencia de inmediato que había en la cocina alguien con oficio y un refinado gusto. Los tallarines, caseros, estaban hechos con harina sin gluten que compran en los molinos con el nombre de "harina raviolera". La cocción de la pasta, irreprochable. Y la salsa, delicada, con sabor bien pronunciado y bien delicado al mismo tiempo. Un auténtico logro estos tallarines.