FIESTAS PATRIAS
Y
llegaron las fechas más esperadas por todos. No es el momento para analizar ni
para evaluar negocios gastronómicos. Estamos de fiesta y hay que respetar la
tradición. Millones de empanadas y toneladas de carne y carbón serán los
protagonistas de estos días de jolgorio de los habitantes de nuestra nación.
Lo
bueno del 18 es que esta fiesta citadina la celebra toda la comunidad. Es
posible que muchos no puedan acceder a un asado regado con blanco y tinto, pero
todos podrán comerse una empanada. Definitivamente la empanada chilena es
nuestro puntal gastronómico. Sin empanadas –horneada o frita- no hay fiestas
patrias que se respeten y por ello, y a través de esta columna, reivindicamos
la empanada chilena como la reina de nuestra cocina. De capitán a paje, de ricos a pobres, de
chicos a grandes, todos sin exclusiones se deleitan con esta especialidad. Si
no hay asado, poco importa, pero si no hay empanadas, no es fiesta patria.
Brindemos
con ella entonces esta semana. La acompañamos con un tinto y desde el fondo de
nuestros corazones gritemos un ¡Viva Chile, mierda! Somos hijos del rigor y de las
catástrofes, de muchas penas pero también de esperanzas. Por eso este mensaje.
Uno de paz y felicidad.
Salud
y éxito en estas fechas. (JAE)