LE BISTROT
Catalogado como uno de los
mejores restaurantes en relación precio / calidad de la capital, destacamos la
consistencia de una carta llena de guiños gastronómicos.
Como
todos sabemos, comer en Santiago no es barato. Sin embargo, en Le Bistrot se
han empeñado -desde sus inicios-, en ofrecer una carta de platos –y otra de
vinos y cócteles- cuyos valores están bastante más debajo que su competencia
directa y del barrio en general.
Antiguamente
usado para denominar las tabernas o boliches de comida preparada, los
“bistrots” representan pequeños establecimientos populares de Francia que, a lo
largo del siglo XX se fueron convirtiendo en puntos de referencia del modo de
vida culinario parisino y de las grandes ciudades galas. La cultura del bistró
es parte de la vida cotidiana de los franceses desde hace un siglo y hoy el
fenómeno de la “Bistromanía” responde a exigencias menores en términos de
servicio, pero manteniendo la calidad y la identidad gastronómica esperada por
el cliente.
Inicialmente
llamado “El Bistrot de Gaetan”, con el tiempo fue perdiendo su apellido y se
convirtió en el favorito de muchos fanáticos de esta cocina honesta y hasta
cierto punto económica. Con el paso de los años –y a pesar de que está rodeado
de buenos restaurantes- consiguió fama de bueno, barato y con una destacada
carta de vinos que sus clientes agradecen, compartiendo junto al Baco –uno de
sus vecinos más conocidos- la fama en lo que todos conocen como la Plaza del
Sol, puerta de entrada para ambos restaurantes.
Con
un salón interior y una privilegiada terraza (abierta en verano y cerrada con
calefacción en invierno), Le Bistrot da la bienvenida a sus clientes, muchos de
los cuales ya saben que la mejor forma de encontrar una mesa disponible es
reservando con anterioridad. Abundan las mesas pequeñas dejando poco espacio
para el movimiento de la brigada de Sala, pero no es inconveniente para una
rápida atención. Pan, paté de la casa y una botella de agua para leer una carta
que ofrece una gran variedad de platos con reminiscencias europeas.
Un
bistró con vinos del mes, por copas o botellas de medio o 3/4 de litro, donde
suman ejemplares de vitivinicultores nuevos que buscan un espacio para sus
vinos. Buenos espumosos franceses, argentinos y chilenos, y una batería de
platos que parte con un excelente Paté de campo casero (4.400), o un
deslumbrante queso Camembert apanado (4.900), acompañado con láminas de manzana
y nueces, o un gran carpaccio de salmón ahumado (6.100) con alcaparras, rúcula
y parmesano. La infaltable sopa de cebollas gratinada (4.100) es una de sus
grandes especialidades.
Moules
et frites (choritos al vino blanco y crema -con papas fritas-), para compartir
por su cantidad, a sólo $ 6.700 y un confit de pato por $9.100. Aparte de
omelettes y panqueques (entre 3.600 y 4.900). El día de mí visita compartí una
Trucha a la mantequilla al limón con almendras tostadas (6.600), que con gran
profesionalismo abrió la moza en la mesa para retirar las espinas. ¿Quién hace
servicio a la mesa en estos días?
Una
Crêpe Suzette flambeada (3.800) como feliz final para salir con una sonrisa de
oreja a oreja. Buen inicio y buen final. Reserve mesa al menos el día anterior.
Sus fanáticos clientes lo repletan todos los días. ¡Infalible! (JAE)
Le Bistrot: Plaza del Sol,
Santa Magdalena 80, Providencia / 22232 1054