RUBAIYAT
Las otras delicias
Pareciera digno de Ripley, pero el plato más famoso de
esta tradicional parrilla capitalina, no es un trozo de carne, ya que el
Carpaccio de setas portobello con piñones y aceite de trufas ($ 9.900), se ha
llevado los elogios de todos los clientes desde su apertura, hace tres años.
Es cierto que, lo que llamamos increíble, no es un
fenómeno, ya que en la gran mayoría de las buenas parrillas que existen en la
capital, los entrantes no son mayoritariamente de carne, siendo los pescados y
mariscos los más solicitados por sus clientes. Acá, en Rubaiyat, la oferta es
grande y sabrosa, ya que aparte del ya famoso Carpaccio, ofrecen una buena
serie de “adicionales” –por así llamarlos- que se han mantenido en el tiempo,
como su sabrosa Fideuá de camarones al azafrán ($14.500), los siempre
solicitados Locos a la parrilla (13.100) con papas confitadas, mayonesa de
hierbas y hojas verdes, o su última novedad, un Tataki de salmón curado, con
merengue de maracuyá y cremoso de palta ($ 9.200), de sabor sublime, pero una
porción algo egoísta.
Por tanto, de todo y para todos. No por ser enemigo de
las carnes rojas, este lugar está prohibido. Con un servicio que supera con
creces lo conocido, la asistencia siempre amable del jefe de sala y del
sommelier, acá el cliente se siente a sus anchas y no hay duda que disfrutará tanto
o más que los idólatras de la carne, la razón de ser de este restaurante que nació
en Sao Paulo hace 60 años.
La paleta de cortes de carne en el Rubaiyat es
significativa y la preparan a gusto del comensal. Pero como esta crónica va más
allá de sus carnes, la Merluza austral (15.000), el Spaguetti mediterráneo
(11.900) o el pulpo al horno con pimentón dulce (15.000), son otras
alternativas que no se pueden dejar pasar, más aún cuando las guarniciones que
ofrecen son verdaderas joyitas que hay que degustar, como un maravilloso
Quinoto con queso de cabra y tomate deshidratado ($ 5.800), una suave Pastelera
de choclo ($ 6.500), el Mix de fungis ($ 6.500) o su espectaculares Espinacas a
la crema ($ 5.900). Todo esto, sin tomar en cuenta sus invernales y sabatinas
Feijoadas, que pronto regresan para felicidad de muchos.
Los postres también sacan suspiros. Si a todo esto le
sumamos una atractiva carta de cócteles y una generosa y variada gama de vinos,
el placer está asegurado. Si el lector no es amante de las carnes, piérdale el miedo a las parrillas, ya que hay bastante más de lo que generalmente se puede pensar. Rubaiyat no es solo carne y fuego. Su chef y cocineros no lo defraudarán. (JAE)
Rubaiyat / Av. Nueva Costanera 4031 / 22617 9800