martes, 30 de julio de 2019

LA LISTA DE LA SEMANA


LAS SIETE MEJORES “BATALLAS” GASTRONÓMICAS
Naranjas, tomates, harina o merengue, cada ciudad tiene su favorito, pero a nosotros nos gustaron todas. Así que prepárese para disfrutar la gastronomía internacional desde una manera diferente… a través de las batallas de comida más épicas del mundo.
 

 
DELS ENFARINATS DE IBI
Como cada 28 de diciembre, la ciudad alicantina de Ibi acoge la batalla dels Enfarinats (los “enharinados”). Esta fiesta, con más de 200 años de antigüedad, cuenta con dos bandos rivales que se baten por el poder local a base de huevos, harina y mucha fe. No están locos… pero lo parecen. Por un día dan un golpe de estado, toman el poder, imponen sus propias leyes e impuestos y se enfrentan a la oposición hasta que todos están bien rebozados y sus uniformes militares se han vuelto de color blanco. Los enfarinats son una experiencia para todos los sentidos.

LA BATALLA DE LAS NARANJAS EN IVREA
En Italia no se andan con chicas. Aquí en Carnaval se baten a naranjazo limpio, así que si se animan a vivir el cítrico carnaval de Ivrea (al lado de Turín) vayan bien protegidos si no quieren volver a casa llenos de moretones. Esta fiesta que se celebra cada año en febrero conmemora la rebelión de la gente contra el tirano Raineri di Biandrate, que instauro el infame “derecho de pernada” (en español, que se podía acostar con cualquier novia en la noche de bodas). Los participantes se dividen en dos bandos: el que se pasea a bordo de un carro por la ciudad y que representa a los hombres del emperador, y el que va a pie y que representa al pueblo… que es el que se dedica al lanzamiento de las naranjas.

GUERRA DE MERENGUE Y CARAMELOS EN VILANOVA I LA GELTRÚ
Por lo visto, en el Mediterráneo les gusta jugar con la comida porque cada año en Carnaval los vecinos de Vilanova y la Geltrú se toman las calles y plazas para arrojarle merengues a todo lo que se mueva, sin piedad. Parece ser que los vilanovins no se tomaron muy bien la prohibición del Carnaval por parte de Franco y decidieron protestar cada año el jueves antes de la Cuaresma usando todo tipo de dulces como armas. Por si esto no fuera suficiente, el domingo el pueblo se convierte en un campo de batalla en que los caramelos (cuando más duros mejor) vuelan de un lado a otro.

CAMPEONATO DE TARTAZOS EN INGLATERRA
En el pueblecito inglés de Coxheath se inspiraron en la broma clásica del tartazo de crema en la cara para crear el Campeonato Mundial de Tartas de crema. Eso sí, aquí hay un orden para cada cosa. Cada mes de mayo los participantes se dividen en equipos de cinco y en función de en qué parte de tu contrincante llegue la tarta, se ganan más o menos puntos. La originalidad del lanzamiento también cuenta…

LAS BATALLAS DEL VINO
Con una cultura enológica importante, en varios puntos de la geografía española se organizan todo tipo de luchas que empiezan con el lanzamiento de uvas y acaban con todo el gentío oliendo a mosto y con la ropa de color vino. Algunos de los más interesantes son la Batalla del Vino de Haro en la Rioja (29 de junio), en la que todos los participantes -vestidos de blanco y con un pañuelo rojo al cuello- son literalmente bañados en vino hasta que quedan completamente morados. Mientras que en la Raimà de la Pobla del Duc en Valencia (finales de agosto) la muchedumbre se arroja unas 90 toneladas de uva garnacha para celebrar el fin de la vendimia y deshacerse de las uvas que han sobrado.

LANZAMIENTO DE PASTEL DE FRUTA
¿A quién le gustan los bizcochos con fruta? A casi nadie, así que, si no saben qué hacer con ellos, en el pueblo de Manitou Springs (Colorado) han dado con la solución perfecta: hacer un concurso de lanzamiento de pasteles. La competencia es dura y hay varias categorías, los pasteles se pueden lanzar con catapultas, hondas gigantes y todo tipo de artilugios... Quizás no se manchen tanto, pero la diversión está asegurada.

LA TOMATINA DE BUÑOL
La famosa Tomatina de Buñol no podía faltar entre las mejores batallas de comida del mundo. Es la madre de todos los festivales en los que la comida adquiere un aspecto más recreativo que otra cosa y cada año recibe unos 40.000 participantes de todo el mundo. Lo que empezó en 1945 como la protesta de unos adolescentes locales por no poder participar en un desfile de gigantes y cabezudos ha derivado en una gigantesca batalla en la que a partir de las 11 de la mañana del último miércoles de agosto se arrojan 125.000 kilos de tomates y todo se tiñe de rojo.