martes, 8 de octubre de 2019

LA LISTA DE LA SEMANA


LAS CLAVES DE LA COCINA ARGENTINA
¿Por qué nos gusta tanto viajar a esas tierras?
 La cocina argentina puede entenderse como una mixtura cultural entre las influencias indígenas, mediterráneas (ítalo-españolas-árabes) y la variedad de productos agrícolas y ganaderos, que abundan en esas tierras. La Argentina es un país que disfruta de su comida. Son muy comunes –casi mayoritarias- las reuniones en torno a la comida, a pesar de los graves problemas económicos que sufren. Pero aun así se las ingenian.

 Las 12 claves de la cocina argentina en la lista de esta semana:

ASADO Y ACHURAS
Es imposible no probarlos, porque es, junto con el tango, pura argentinidad. El asado se puede comer en restaurantes o parrillas, o en cualquier casa local, lo que probablemente sea la versión más atractiva ya que se puede observar el ritual de cerca. Lo importante es probar las achuras: mollejas, riñones, tripas y chinchulines son infaltables en cualquier asado.

 
PIZZA CON FAINÁ
Son ampliamente conocidas las virtudes de la pizza argentina, la cual sinceramente no debe dejar de probarse. Pero si a una porción le agrega una fainá (una masa hecha con harina de garbanzos y aceite de oliva, oriunda de Génova), y se pide un vaso de moscato, es casi como estar dentro de un tango.

 

 
SÁNDWICHES DE MIGA
Según los viajeros entendidos, casi no se consiguen en otros lugares del mundo. La explicación de porqué trasciende lo racional, pero forman parte de la vida diaria de los argentinos: como aperitivo o directamente almuerzo y parte infaltable de cualquier cumpleaños o reunión, los sándwiches de miga se merecen la popular aceptación que tienen.

 

BIFE DE CHORIZO
El exclusivo bife de chorizo, alto, jugoso y tierno, acompañado de papas fritas, es una experiencia gastronómica imperdible. Es reconocido por su tamaño, así como la pureza de su carne. Al ser separado del hueso, antes de cortarse en bifes, tiene una forma entre triangular y cilíndrica, de ahí que se lo denomine “chorizo”.

 

 
 
MATAMBRE
Un plato típicamente familiar. Es un arrollado de carne vacuna relleno con verduras, huevo duro y condimentos. Se lo enrolla y ata con hilo y se hierve en agua. Suele comerse como entrada fría, en rebanadas, acompañado de ensalada rusa (papas, zanahoria, arvejas y mayonesa). Es tan importante para la patria que el escritor Esteban Echeverría escribió, en 1837, la “Apología al matambre”.

 

 
MILANESAS
Sola, con papas fritas, puré o ensalada, entre panes, frita o al horno, caliente o fría, la milanesa es probablemente el plato que más adeptos tiene. Son finas láminas de carne, empanizadas en huevo, pan rallado y condimentos. En general se las prepara con cortes vacunos como nalga, peceto, lomo, cuadril y bola de lomo, aunque también pueden ser de pollo. Si es “a la napolitana” significa que es gratinada al horno con queso, salsa de tomate y jamón cocido, creación del restaurante porteño Napolitano que dicen que allá por 1940 quiso disfrazar una milanesa quemada y dio en la tecla con semejante exquisitez.

LOCRO
Es el plato nacional por excelencia. Es un guiso de origen prehispánico y preincaico, elaborado con zapallo, maíz, porotos, papa, carne y vísceras vacunas y porcinas, cebolla y condimentos. Está extendido por todo el país y suele consumirse en fechas patrias. Eso sí: por su alto nivel calórico es altamente recomendable consumirlo cuando hace frío.

 

EMPANADAS
Se consiguen por todo el país, aunque Tucumán, Salta y Jujuy, al noroeste del país son sus referencias más distinguidas. La rellena con carne (y huevo duro, aceitunas, cebolla de verdeo y ocasionalmente pasa de uvas y papa) es la más tradicional, pero hay otros sabores. Suelen venderse por docenas, aunque también son un producto común de elaboración casera.

 

SORRENTINOS
Es una pasta rellena, similar al raviol, pero más grande y con forma redondeada. El relleno más tradicional es el de ricotta, jamón y mozzarella, pero con el tiempo fueron incorporándose nuevos sabores. La cuestión es que, si bien esta pasta lleva un nombre típicamente italiano, fue gestada en un restaurante porteño llamado Sorrento en la década del ´30 del siglo pasado

 

 
 
 
LOS ÑOQUIS DEL 29
Que no sorprenda si los 29 de cada mes, todos los restaurantes argentinos ofrecen ñoquis. Proviene de uno de los milagros atribuidos a San Pantaleón: agradeció la hospitalidad de unos campesinos, profetizando una buena pesca y cosecha. Ese episodio fue un día 29 y por eso se lo recuerda con una comida sencilla, como los ñoquis. Y el colocar dinero bajo el plato simboliza el deseo de nuevas dádivas.

 

ALFAJORES
Los alfajores son una obligación para aquel que pisa Argentina. Para muchos pueden resultar empalagosos al principio, pero no hay paladar que se le resista. Y el alfajor, dos galletas -generalmente de maicena-  rellenas con dulce de leche y baño de chocolate, es su máxima expresión. Cada provincia lo manufactura con una impronta propia.

 

FACTURAS
Los panaderos de comienzos de siglo XX eran, mayoritariamente, inmigrantes anarquistas. Y encontraron una original forma de difundir sus ideas y acciones: bautizaron a las facturas con nombres irónicos que aludían a sus enemigos. Así, gracias a su imaginación, hoy en día en las panaderías se pueden comprar cañoncitos, bombas de crema, sacramentos, vigilantes y bolas de frailes.