martes, 1 de octubre de 2019

MIS APUNTES


 
SARITA COLONIA
Sarita Colonia descontrola, vulnera y cual travesti, viste de manera diferente la cocina peruana. Juega con el cliente ya que es inusual. Acá se entra a un mundo paralelo entretenido y sabroso. Raro pero elegante. ¡Único!
 
Cuando se habla de “travesti”, lo primero que llega a la cabeza es la imagen de un señor vestido de señorita. Por años lo travesti en nuestro país estaba relegado a cabarets y círculos cerrados, como la famosa Tía Carlina y su Ballet Azul. Eran otras épocas donde las costumbres eran diferentes en un Chile con una enorme raigambre católica, algo que no sucede en la actualidad.

En los años 90 llegó a Santiago Gino Falcone, en esos entonces un joven arquitecto y diseñador peruano, que se propuso, junto a los propietarios de la tienda de telas Hogar, darle un vuelco al diseño de los hoteles y restaurantes de la capital. Rápidamente tuvieron el éxito que planearon y literalmente “vistieron” con telas los muros de grandes hoteles de la ciudad. Pero Falcone tenía en mente abrir su propio restaurante y logró, el año 2000, abrir el primer Sarita Colonia, en homenaje a la santa homónima peruana, patrona de los pobres, de los desamparados y de los marginados por la sociedad.

A poco andar se convirtió en el “must” de la escena artística santiaguina y aparecen los “Sarita Lovers”. A cuatro años de su apertura el local cierra y aparecen los “Viudos de Sarita” los cuales durante los diez años de ausencia pedían su reapertura. Por ello, Gino Falcone y José Salkeld, cabezas del nuevo local, trabaron junto a diferentes artistas y cocineros en una nueva propuesta y así abre Sarita Colonia – Cocina Peruana Travesti, un lugar donde la demencia kitsch y el maximalismo se expresan para contar diversas historias entrelazadas con lo religioso, la muerte, la vida, la amistad y la gastronomía.

“Productos locales y sazón peruana, travestidos con sabores del mundo y un gran trabajo en equipo son las claves de esta nueva carta”, nos señala el chef peruano Juan Andrés García.

Muestra de aquello es que, de entrada, la carta ofrece cuatro tipos de ceviches (fríos y calientes): el Ceviche de Chochas, Pulpo y Almejas (13.900); el Ceviche Tradicional (12.900), el Ceviche Carretillero (13.900) y el recién estrenado Ceviche de Esturión a las Brasas con Plátano Asado y Chalaca de Ostiones (14.900). Todos tan geniales, que el visitante debería al menos, comer con fruición un par de ellos.

El Esturión, pez conocido por producir el caviar Beluga y cuyas primeras especies chilenas en cautiverio nacieron hace diez años, es un producto recientemente incorporado a esta cocina travesti y que engalana dos preparaciones en estreno que mezclan productos chilenos con sazón peruana. El cebiche y el Esturión asado con curry negro y puré de yuca (14.900).

La nueva carta incorpora sabores del Puerto del Callao, como un maravilloso Arroz Norteño con Mariscos al Pil Pil (14.900), además de fideos de masa de arroz chinos con condimentos de la India y gnocchis italianos con chimichurri oriental, por nombrar algunas de sus nuevas preparaciones.

De Pe a Pa, ya que incluso los postres son un delirio. Su nueva Torta de chocolate (5.900) es adictiva y la Pavlova de chicha morada (5.900) es realmente una genialidad de la repostera encargada.

Si a todo esto le sumamos una coctelería de autor muy renovada, una carta impresionante de vinos y cervezas, más un servicio de sala impecable, Sarita Colonia merece estar posicionado entre los mejores restaurantes de nuestra capital. Acá todo deslumbra, impresiona y asombra.

Si el lector conoce el Sarita Colonia, regrese pronto ya que la nueva carta merece otra visita. Si, por el contrario, aún no ha tenido la oportunidad de conocerlo, hágase un tiempo lo más pronto posible, reserve una mesa y no se pierda uno de los restaurantes más exóticos de la capital (y del país). Nada se le puede comparar y nadie, en su sano juicio, podría imitarlo. Es único y exclusivo.

Tan bueno, que dan ganas, después de que pase esta vida, tener presencia en uno de los nichos que, intervenido por diversos artistas, recuerdan a los amigos y familiares muertos. No hay duda que acá se preocupan de todo y de todos. (JAE)

Sarita Colonia: Loreto 40, Recoleta / 22881 3937