miércoles, 17 de diciembre de 2008

LOS CONDUMIOS DE DON EXE




LAS RUINAS DEL COCO
Magallanes a la carta

No era un evento más. Era asistir a la primera gran reunión que se celebraría en lo que quedó del tinelo del “Coco” Pacheco que se incendió completamente el pasado 2 de julio y cuya invitación lo rebautizaba como “Las Ruinas del Coco”. Mathy no quería perderse este gran acontecimiento. La ocasión serviría para presentar el primer jamón de jabalí elaborado en el país y que había sido alimentado con bellotas y proveniente de Pura Arenas. ¿Chip & Dale serían de allá quizá?


“Hombre de poca fe”… me dijo Mathy cuando yo preguntaba por los bosques de encinos o alcornoques que podrían existir en Punta Arenas. Ante la incertidumbre y la poca información obtenida, para mi también sería una experiencia. Además, se vislumbraba como el acontecimiento del año y nadie querría perdérselo.


No me equivoque. No faltaba nadie. Toda la farándula gastronómica estaba presente. Mathy, linda ella, con un vestido veraniego y tacos altos que le causaron estragos en sus tobillos por lo irregular de las “ruinas”. Por allí cámaras de televisión y fotógrafos retratando a las celebridades de siempre. Por allá, gentes visitando lo que quedó del restaurante y afirmando conocer “de buena fuente” el futuro del espacio. Algunos aseguran que se construirá un edificio de oficinas; otros están seguros que viene una reconstrucción total del antiguo “Aquí esta Coco”; y los menos aseguran que van ponen una carcasa de vidrio a la dañada estructura. Los más aventurados predicen que el negocio sería dejarlo tal como está y aprovecharlo como centro de eventos. Todo mientras algunos garzones servían sendas copas de agua a los invitados, en espera de comenzar la degustación.


Al rato, Jorge Luksic, el anfitrión de la noche explicó a los asistentes la razón de la convocatoria. “Estamos viviendo una importante explosión turística en la región y es indispensable dar a conocer nuestros productos y sus orígenes. Por eso, en el marco del cumpleaños 110 del jamón prsut patagónico, nos pusimos el objetivo de recuperar, crear y poner al alcance diferentes alternativas de alimentos especiales, como es el jamón de bellota, salames de cordero y lomos de caña, que pudimos realizar gracias el apoyo de CORFO. Tenemos todas las condiciones para elaborarlos en Magallanes, con un resultado a la altura de sus símiles de Europa, Italia y España”, aseguró en su perorata.


Mientras degustábamos variados jamones, lento se ponía el servicio de vino. A decir verdad, se convirtió en un problemazo. Mi musa le pidió a un mozo una copa. Él, malas pulgas, no le contestó. Para la risa. Los que degustaban los jamones, no tenían vino. Los que tenían vino… no alcanzaban a recibir jamón. ¿Digno de las ruinas?.. Esperaba que fuese un problema puntual y el autoabastecimiento fue la solución. ¿Los jamones?, de calidad y buena manufactura. Destacó un salame de cordero a la pimienta negra que alucinó a los presentes y los de cerdo y jabalí hicieron alzar expresiones de júbilo entre los españoles que vivían este memorable momento.


Los vinos de Montes sirvieron también para dar el bajo a tres corderos asados “como en la pampa”, los cuales fueron prácticamente devorados “a dedo” por el respetable que asistió al lugar. Mathy estaba cansada. –Si estuviese en la playa me sacaría los zapatos, me indicó. Yo me reía cuando ya de noche veía caminar a las bellas presentes. Tambaleaban y no producto del vino… la mala pasada se las hacía el terreno pedregoso e irregular.


Mathilda se aburrió de perseguir garzones mal agestados y se mandó a cambiar con una amiga con el fin de comer algo en un ambigú del barrio. Yo me quedé un rato más ya que estaba interesado en las transparencias de una rubia recargada al botox que circulaba entre los presentes. Pero tanto rato de pié comenzó a pasarme la cuenta. Mis viejas piernas fueron motivo suficiente para dejar de perseguir a la rubia del botox, así que sin despedirme de nadie salí de las ruinas y tome un taxi para regresar a mi querida Plaza Ñuñoa. Me esperaba una mesa en Las Lanzas con un chacarero y un shop… tan bienaventurado en estos calurosos días.


Exequiel Quintanilla