viernes, 20 de febrero de 2009

BUENOS PALADARES

CARLOS REYES (La Tercera)
(13 febrero) MR. WU (Molina 218, Santiago Centro, fono 689 6666): “Deliciosamente ajeno del centro. Ahora, si no se habla rápido, casi por costumbre las garzonas ofrecerán la típica comida que por acá se asocia a esa cultura. Mejor obviarla de plano e irse directamente a curiosear por sus especialidades, por mucho que no se lean apetitosas a primera vista. Las orejas de chancho con cilantro ($ 2.200), por ejemplo, tiritas marrones con la rayita clara del cartílago en el centro, poseen una textura crocante, bien sazonado de sabores que recordaron al anís estrellado y con la frescura de la verdura a modo de complemento. Para picoteo, genial; lo mismo que la abundante porción de fuchu ($ 2.200), deliciosos fideos de tofu sazonados al cilantro y pepino, un lujo clave vegetariana.” “Todo lo que llega a la mesa luce grande y en preparaciones más bien rústicas pero sabrosas a todo evento.” No es estiloso ni mucho menos. Ni siquiera responde al formato de restaurante de dragones dorados ni murallas rojas. Es una picada con todas sus letras y (gran detalle) en todos sus precios.”

CÉSAR FREDES (La Nación Domingo)
(15 febrero) RAÍCES (Boulevard el Parque Arauco, Av. Kennedy 5413, planta baja): “Queda claro que el restaurante es de argentinos y con una lógica trasandina de cocina: varios cortes de carne afortunados, media docena de pastas contundentes y hasta graciosas. Un par de sándwiches notables, el de pollo grillado con mayonesa y palta y filete en pan de campo, con tocino queso y salsa, que en sí es un almuerzo completo.” “No quisimos preguntar por qué no había nada alcohólico o mejor no lo hicimos, porque el haber escuchado una vez más el bobalicón "es que estamos en marcha blanca" nos habría amargado un almuerzo un poco raro, pero muy decente. Aficionados al té como somos, sobrellevamos la dosis de empanadas, con dos tazas, con dos bolsitas. Peor es nada.” “Al lugar le faltan toquecitos, golpes de mano, pero es interesante.”

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(13 febrero) RAZA (Constitución 151, Barrio Bellavista, fono 735 1423): “Da más rabia cuando la comida es buena y la atención no lo es. Porque si todo es malo, operará Darwin. Y fin del sitio. Pero si un lado es luminoso y el otro oscuro, queda la sensación de que a uno le falta fuerza o que al otro le sobra indolencia.” “Ricas las flautas, aunque un poco gruesas. Ricas las bolitas de risotto. Rica la hamburguesa de wagyu ($5.500) y muy rica la torta (sándwich, en mexicano) de escalopa con palta y puré de poroto ($4.800). Y ¿rica la atención? Con esa infraestructura y una cocina nocturna bien pensada, lo que les falta es más nervio. Y pensar en el cliente.”

SOLEDAD MARTINEZ (Wikén)
(13 febrero) COCOA (Paseo Colina sur, Laguna de Piedra Roja, Chicureo, fono 2164833): “Gabriel Peschiera se muestra poco en los medios de comunicación, pero en materia culinaria es un innovador, tanto en los sitios que elige cuando casi no hay restaurantes y después se ponen de moda” “Allí lo novedoso de su carta, incluso con más elementos chaufa y nikkei que su también creativo hermano Emilio, nos sorprendió por la fuerza de los sabores y la riqueza de matices que logra así la cocina peruana.” “El emplazamiento del restaurante junto a una hermosa laguna en que se practican deportes acuáticos es especialmente atractivo, y aunque el sector de Piedra Roja está en el límite norte de la capital, las nuevas vías rápidas no sólo lo conectan con Américo Vespucio, sino que una lo deja a un paso del Barrio Alto por La Dehesa.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(15 febrero) PICANHA (Vitacura 5321, fono 218 5474). “…un restaurante grande y cómodo, incluso para ir con niños (nos contaron que los fines de semana tienen un monitor que los entretiene mientras uno come). Hay carta, que incluye carnes y hamburguesas a la parrilla que se ven provocativas, y también un buffet preparado que es de donde uno elige la comida por kilo. Nos entregaron unas fuentes de aluminio desechables y escogimos ensaladas, bastante normales y sin aliñar; sushi no elegimos porque se veía poco variado, y feijoada. La feijoada es un plato típico de Brasil, preparado con porotos negros y distintos cortes de cerdo, muy sabroso. Al lado había farofa (harina de mandioca), trozos de plátano maduro apanado y frito (¡exquisitos!), arroz blanco (no compramos porque en mi casa había un resto) y unas barritas que parecían de polenta fritas. También papas con prieta, muy buenas, y una ensalada verde picada fino que al parecer eran acelgas. Taparon las bandejas, las pesaron, pagamos y nos fuimos. Rápido y práctico. En casa comimos todo y nos encantó la feijoada, incluso a los niños…”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(13 febrero) EL TEMPLO DEL INKA (Antonio Bellet 280, Providencia): “Contundentes fondos, como el picante de camarones ($8.400) con un picante medido, en estos días combina de maravillas con una fría cerveza, Cusqueña, naturalmente. Y la terraza, para cenar a la puesta del sol, es lo indicado. Su oferta incluye el francés magret de pato y la españolísima cola de buey, en versiones sabrosas y atractiva. No falta el peruano seco de cordero ni el ají de gallina, y para los que se aventuran en sabores les propone su atún en salsa miel-pomelo, o combinaciones como el pescado mahi mahi en tabule de quínoa.”

DANIEL GREVE (Qué Pasa)
(14 febrero) DELHI DARBAR (Avenida 11 de Septiembre 2345, Providencia, fono 321 8102): “…su cocina, lo que verdaderamente importa, es sabrosa, abundante, especiada, y está cargada de estímulos bastante indios, sin picores, pero con toneladas de la más absoluta verdad. Aunque nuestro primer impacto olfativo no sea el de sus especias sino el de un hostigante incienso, nos sentamos a saborear su excelente pan indio llamado Naan ($ 1.000). Por favor prueben el supremo Tandoori garlic naan ($ 1.200), que es el mismo pan tradicional pero con incrustaciones de ajo. Perfecto, grande, con algo de aceite extra, pero delicioso al fin. De entrada, platos como el Malai Kabab ($ 4.900), cubos de pollo con salsa de crema y castañas de cajú, entra al ring a botar a los titanes, pues sólo acompañado del excelente Jeera Rice -arroz basmati real, esponjoso, largo, hecho con azafrán, comino y hierbas- resulta tan contundente que a poco andar podemos sentirnos sobreexigidos.” “Y para cerrar, en lugar de postre -pocas veces queda espacio- nada mejor que una bebida tradicional: Lassi dulce ($ 1.900), riquísima bebida de yogur natural con hielo y almendras. ¿Un pasaje a Bombay? No, pero una buena postal.”