martes, 14 de julio de 2009

LOS APUNTES GASTRONÓMCOS DE LOBBY



NOCHE DE BOTELLAS Y MEDALLAS

Quinientas muestras. 52 medallas de oro y 69 de plata fue el resultado final del concurso Vinalies Catad’Or América Latina que culminó la noche del viernes pasado en los salones del hotel Grand Hyatt

Si bien el vino era el protagonista de la fiesta, las expectativas de la cena eran altas. Un salón - comedor repleto para degustar delikatessen canadienses, país al que se le dedicó esta nueva versión del concurso. Langosta canadiense para comenzar. Creo no equivocarme pensar que llegaron fresquitas en algún vuelo de Air Canada. Buena, sabrosa y hasta con olor a mar, algo que se pierde continuamente en los procesos de congelado de estos crustáceos. Estaba acompañada de un seco couscus y una crema de ajo de alto nivel. Para beber, cualquiera de las quinientas botellas disponibles para los invitados. No fue por así decirlo un maridaje perfecto, pero si muy entretenido.

Ricas lentejas canadienses con salsa de romero y de vino, en una reducción no muy feliz, acompañaba un grueso filete que poco aportó al plato. Personalmente me habría dejado más contento un trozo de merluza, ya que la unión pescado – legumbre es absolutamente armoniosa. De postre, una mousse de miel de arce con coulis de frutas. Buen final.

Comida y vino. Vinalies y Catad’Or. Dos armonías que valen la pena. Vinalies es una organización que une a los enólogos franceses y que anualmente realiza concursos vinícolas en diferentes regiones del mundo. En Chile se asociaron con Catad’Or, el más longevo, serio y prestigiado concurso de vinos a nivel nacional, con el fin de internacionalizar el evento. Esta primera ocasión fue más que nada para calibrar las posibilidades futuras y un jurado internacional evaluó vinos provenientes de nueve países de América y Europa. Una experiencia que debe dejar contento a los organizadores y que promete un futuro esplendor. (Juantonio Eymin)