LA GRAN CITA DE LOS SOMMELIERS
Si alguien critica el servicio en nuestro país, parte de nosotros, los cronistas, lo tenemos entre ceja y ceja. Es normal que se le otorgue una mala nota. A veces es pésimo y otras no tanto pero nunca se alaba. Tanto, que hace años no se premia a alguien en especial o algún lugar definido que se destaque en el servicio gastronómico. Las razones, muchas y ya las hemos planteado insistentemente en Lobby. Sin embargo, y tras varias promociones de la Escuela de Sommeliers, debemos rendirnos ante la evidencia que en Chile tenemos materia prima para lograr ese detalle que tanto falta en los restaurantes.
Los sommeliers chilenos (y algunos extranjeros avecindados), decidieron formar ya hace años una asociación que los representara. De allí nació tiempo después la Escuela de Sommeliers, donde en tres niveles intensos y estrictos, se forman profesionales que deberán ser la voz autorizada de los restaurantes en la armonía entre la comida y el vino. Hace un buen tiempo, esta revista criticaba la Escuela ya que en vez de formar personal de sala, los graduados se iban a trabajar a las bodegas y a las tiendas de vino. Pero pasaron los años y ellos tenían razón. Poco a poco los buenos restaurantes requirieron de estos especialistas y hoy ya es posible verlos circular a la hora de almuerzo y de la cena en buenos restaurantes armonizando comidas y bebidas. Bien por ellos, y mejor para nosotros.
Y gracias a sus experiencias, sabiduría y contactos, se hicieron dueños del XIII Congreso Mundial de Sommeliers, donde delegaciones de más de 50 países llegarán a nuestro país a discutir acerca de vinos, licores, habanos y más, además de realizar un concurso para escoger al mejor sommelier del mundo, donde nuestro país estará representado por Ricardo Grellet, Head Sommelier del Oporto, uno de los restaurantes santiaguinos que este ultimo tiempo se ha destacado por la excelencia en el servicio.
El Congreso parte este sábado 10 de abril y les deseamos gran éxito a los organizadores de este evento internacional. Catas, charlas, visitas a viñas emblemáticas y cenas de largo aliento esperan a los visitantes, donde destaca la gran final del concurso, que se realizara el jueves 15 en el hotel W de Santiago.
Bien por los sommeliers chilenos y su apoyo al servicio gastronómico. Gran tarea les viene por delante ya que deberán convertirse en los precursores de los cambios del futuro en nuestros restaurantes. Pero ellos son profesionales y tienen el camino claro. Y por eso los aplaudimos.
Si alguien critica el servicio en nuestro país, parte de nosotros, los cronistas, lo tenemos entre ceja y ceja. Es normal que se le otorgue una mala nota. A veces es pésimo y otras no tanto pero nunca se alaba. Tanto, que hace años no se premia a alguien en especial o algún lugar definido que se destaque en el servicio gastronómico. Las razones, muchas y ya las hemos planteado insistentemente en Lobby. Sin embargo, y tras varias promociones de la Escuela de Sommeliers, debemos rendirnos ante la evidencia que en Chile tenemos materia prima para lograr ese detalle que tanto falta en los restaurantes.
Los sommeliers chilenos (y algunos extranjeros avecindados), decidieron formar ya hace años una asociación que los representara. De allí nació tiempo después la Escuela de Sommeliers, donde en tres niveles intensos y estrictos, se forman profesionales que deberán ser la voz autorizada de los restaurantes en la armonía entre la comida y el vino. Hace un buen tiempo, esta revista criticaba la Escuela ya que en vez de formar personal de sala, los graduados se iban a trabajar a las bodegas y a las tiendas de vino. Pero pasaron los años y ellos tenían razón. Poco a poco los buenos restaurantes requirieron de estos especialistas y hoy ya es posible verlos circular a la hora de almuerzo y de la cena en buenos restaurantes armonizando comidas y bebidas. Bien por ellos, y mejor para nosotros.
Y gracias a sus experiencias, sabiduría y contactos, se hicieron dueños del XIII Congreso Mundial de Sommeliers, donde delegaciones de más de 50 países llegarán a nuestro país a discutir acerca de vinos, licores, habanos y más, además de realizar un concurso para escoger al mejor sommelier del mundo, donde nuestro país estará representado por Ricardo Grellet, Head Sommelier del Oporto, uno de los restaurantes santiaguinos que este ultimo tiempo se ha destacado por la excelencia en el servicio.
El Congreso parte este sábado 10 de abril y les deseamos gran éxito a los organizadores de este evento internacional. Catas, charlas, visitas a viñas emblemáticas y cenas de largo aliento esperan a los visitantes, donde destaca la gran final del concurso, que se realizara el jueves 15 en el hotel W de Santiago.
Bien por los sommeliers chilenos y su apoyo al servicio gastronómico. Gran tarea les viene por delante ya que deberán convertirse en los precursores de los cambios del futuro en nuestros restaurantes. Pero ellos son profesionales y tienen el camino claro. Y por eso los aplaudimos.