miércoles, 14 de abril de 2010

LA NOTA DE LA SEMANA

EN LOBBY NO VENDEMOS WHISKY

Extrañeza causó en una de las bases de datos de Lobby un e-mail proponiendo la venta de whisky por cajas y a un atractivo precio. De inmediato surgieron las dudas y las consultas de rigor. Y como tenemos un prestigio muy bien ganado, poco nos agradó esta especie de invasión a la privacidad. Sin duda es interesante saber que se ocupan nuestras bases de datos, pero por lo menos podrían no sólo referirse al hecho, sino que por ultimo ayudar a que estas ofertas se hagan formalmente. En Lobby no nos sentimos ofendidos, quizá es un orgullo pensar que los mensajes está llegando a los correos de nuestros importantes lectores y que tendrán alguna respuesta. Sin embargo nos sentimos invadidos por la forma que nos utilizaron.

Lobby lleva 22 años en el consciente y en el inconsciente de la industria hotelera y gastronómica nacional. Somos el medio más antiguo de la comunicación gastronómica. De nuestra idea nacieron todas las publicaciones que en la actualidad se distribuyen en el país. Somos serios, merecemos el respeto de todos y siempre hemos estado dispuestos a ayudar a los que lo requieren.

Es por eso que la oferta de whisky molesta. Nuestros auspiciadores son pocos y con ello apenas alcanzamos a cubrir los costos que significa tener semanalmente nuestra página en Internet. Es cierto que Lobby es un apostolado y a pesar de los buenos y malos ratos que pasamos, entregamos a nuestros lectores una visión más acogedora de la gastronomía. Pero encontramos feo que nos utilicen para ofertas que ni siquiera conocemos ni validamos. Es cierto que algunas veces ocupan nuestras bases de datos para dar a conocer alguna información que nosotros, por política editorial, no incluimos. Pero de ahí, a ofrecer productos o servicios, sinceramente lo encontramos poco digno.

Nada más que decir. Ni siquiera excusas esperamos. Las páginas y las bases de Lobby siguen abiertas a todos y no nos ofenden mientras la información no sea comercial. Pero ocupar las bases logísticas de nuestra revista para saltarse el eslabón comercial de este medio de comunicación, lo encontramos de mala leche. Más aun cuando consideramos al autor de la oferta un amigo… y de los buenos.